Teoría de la discriminación
Hoy quiero dirigirme al PROYECTO ‘HALF’, ese de las fotografías que muestran el antes y después de las drogas, donde el fotógrafo londinense Roman Sakovich creó esta serie de imágenes con la intención de concienciar a la gente sobre los efectos de las drogas. Sakovich realizó dos fotografías a cada individuo, una normal y otra maquillado que luego juntó digitalmente para crear el efecto de que medio cuerpo muestre los estragos de las drogas.
Esta obra de arte no tendría mayor trascendencia de la artística, sin embargo, en drogadicción todo tiene una sutil trascendencia.
En este caso, este fotógrafo no hace más que acuciar la discriminación que se tiene sobre este colectivo cada vez más alejado de la sociedad. Es cierto que las drogas matan, y deterioran a la persona hasta límites insospechados. Pero no debemos dramatizar, como lo expresa este fotógrafo, pues en realidad no es un aspecto con síntomas de viruela y maltrato físico, que no hacen mas que agravar y perjudicar un estereotipo social que se tiene sobre los dependientes de sustancias. Las manifestaciones discriminatorias van acompañadas en la mayoría de los casos de homofobia y existe un componente cultural común a ambos tipos de opresión. Hasta ahora muchos países no han reconocido aún la drogodependencia como un problema de salud, y la estigmatización y discriminación asociadas a esos trastornos han sido un gran obstáculo para lograr un tratamiento adecuado. A pesar de ello, aún hoy hay demasiadas personas estigmatizadas y discriminadas que siguen pululando entre nosotros.
Creo enormemente que se debería hacer un hincapié importante en este tipo de apologia de la discriminación. Trataré de explicarme un poco mejor:
Por un lado, tenemos los estereotipos sociales que, seguramente no hace falta que escribamos sobre ellos, pues es por todos bien sabidos. Por otro lado tenemos el concepto de la discriminación:
Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. (Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 2)
Este concepto es el fundamento básico de lo que significa el principio de igualdad. Todos debemos ser tratados por igual, independientemente de nuestras diferencias. Es así como el trato desigual entre personas constituye lo que se conoce comúnmente como discriminación.
Junto a la discriminación nos encontraríamos con las carencias afectivas derivadas: automarginación, marginación, baja autoestima, etc. Y además incluiríamos los principios básicos de la teoría de la comunicación humana propuesta por Watzlawick y sus colaboradores (1981), donde pretenden demostrar que sus propiedades más simples encierran consecuencias interpersonales de gran importancia y trascendencia. Éstas son los siguientes:
- Es imposible no comunicar: si la comunicación es conducta, no hay nada que sea lo contrario de comportamiento. Es decir, no existe la no-conducta y, por lo tanto, es imposible no comunicarse.
- Toda comunicación tiene una dimensión de contenido y otra de relación. Es una manera de decir que la comunicación no sólo transmite información, sino que, al mismo tiempo, define, marca e impone conductas.
- La naturaleza de una relación depende de la puntuación de las secuencias de la comunicación entre las personas que se comunican. La comunicación puede entenderse como una secuencia ininterrumpida de intercambios y, en este caso, hace referencia directa a la interacción entre comunicantes. La falta de acuerdo con respecto a la manera de puntuar la secuencia de hechos es la causa de incontables conflictos en las relaciones.
- Las personas se comunican tanto digital (verbal) como analógicamente (no verbal). Estos dos tipos de lenguaje actúan simultánea y constantemente, y deben traducirse del uno al otro para entender e interpretar la realidad, aunque a veces aparezcan dilemas en el proceso de comprensión.
Como vemos, hay complejidades mucho más allá de lo que los ojos dejan ver.
Por tanto, si los estereotipos sociales, revierten en discriminación y unas carencias afectivas (donde el tercer punto de la teoría de la comunicación se rompería por parte de la incomunicación del discriminado por falta, entre otros, de autoestima y credibilidad, quedando relegados a un comunicante), volveríamos al punto inicial, pasando por el consumo de sustancia a modo paliativo, y de nuevo más estereotipos (ya que, según la teoría de la comunicación, hay dos lenguajes, pero en el caso de los dependientes de sustancias, estos lenguajes han quedado rotos por la imposibilidad de acometer el tercer punto de la Teoría), dando como resultado, más consumo de sustancias para, de alguna manera, paliar el dolor sin marcas de ningún tipo, salvo las que siente en su interior.
Acabamos de ver uno de los círculos viciosos que, sin duda, es uno de ellos en la lucha contra la drogadicción.
Dejemos de estereotipar la drogadicción, si dejamos de ver la drogadicción como una enfermedad terrible, tal vez, sólo así podamos lograr romper las cadenas de los círculos viciosos que rodean sutilmente esta enfermedad.
Alx
Fuentes:
http://www.who.int/mediacentre/news/notes/2012/drug_use_20120626/es/index.html
WATZLAWICK, P.; WEAKLAND, J.H.; FISH, R. (1986) Cambio. Barcelona: Herder.
http://www.antena3.com/noticias/salud/fotografias-que-muestran-antes-despues-drogas_2012111200257.html
Declaración Universal de los Derechos Humanos (http://www.un.org/es/documents/udhr/)
http://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/689/1/TESIS67-100823.pdf
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