Publicado por Álvaro Saval
Tengo un amigo que dice que escriba de Grecia. No lee mucha gente cuando escribo de política así que aprovechando esa circunstancia unido al hecho de que mi amigo es votante de ese partido que agrupa a gente que no tiene ideología o no entiende de política ni de reapolitik ni de nada más que de frases hechas y lugares comunes probaré a explicarlo con algo que he decidido clasificar como teoría de parejas. Aquí está lo de la última semana explicado con teoría de juegos.
No hablaré de ese atractivo que tiene Varoufakis que hace que algunos tipos de erección débil y eyaculación precoz vean en él aquello que les produce envidia. Lo intentan disfrazar con un rechazo "intelectual" (pero es más listo que ellos) o "ideológico" (pero proponer un referéndum no parece un atentado tan grave para la democracia como cambiar la constitución en una tarde). Entiendo por tanto que el odio es visceral y con ese nivel machista de... ese cabrón folla más que yo. Sin ser guapo. Porque claro, el atractivo va más allá de unos patrones físicos establecidos. Atractivo puede ser alguien que, simplemente, da la cara y no el plasma.
Analicemos los componentes de la relación.
Persona A EuropaTroika: no diré que tiene doble personalidad. Me quedo más bien con que tiene comportamientos antagónicos. Por un lado ha tenido un carácter tradicionalmente afable, de hermandad, manteniendo una buena relación y proyectando una imagen conciliadora ( Europa). Siempre planeando un futuro mejor aún siendo ya bastante mayor. De un tiempo a esta parte (aunque siendo rigurosos siempre la tuvo) le ha salido una vena sádica, torturadora ( troika). Se recrea manteniendo relaciones de poder para compensar su sometimiento en otras. Hace prácticas sexuales un tanto violentas. Se le va la mano.
Persona B Grecia: siempre fue muy orgullosa. No obstante la dependencia económica en su relación hizo que bajase bastante su autoestima. Tuvo comportamientos irresponsables sabiéndose imprescindible en la relación (cuestiones geopolíticas, militares) creyó que siempre la iban a mantener. Ha tonteado con otras parejas, jugando con la idea de generar una posible alternativa por si finalmente deja la relación pero siempre acaba volviendo. No obstante ante la última vacilada ha dicho que por ahí, no se la meten más. Que tampoco sé por dónde es exactamente pero duele.
Tipo de relación: es una relación polígama. Sujeto A es quién domina la relación. Tiene un grupito de parejas privilegiadas a costa de otras a las que humilla de manera beligerante. Alguna es más chula todavía (Reino Unido) pero esa viene y va cuando quiere. Tiene un poco más de libertad. Por lo tanto no todas son iguales dentro de la relación. La relación es exclusiva (y esto es importante) dentro de esa poligamía aunque a veces se amplía pero no existen leyes para romperse o reducirse. No se puede más que tontear con el exterior. Salvo con EE.UU que ahí sí que se puede hacer lo que diga aunque no se ponga protección... Con Rusia, China mejor ni hablar que parece que tengan venéreas. Y está Turquía.
Hay algunas cosas a analizar para entender el momento actual. Hay una humillación a alguien que a priori tenía bastante orgullo. Hay una dependencia económica (l as mujeres con independencia económica se separan más). Hay una escasez de alternativas como posibles parejas. Y hay un miedo a posibles soluciones fuera de la relación. Eso hace que, por tanto, la lógica haga pensar que se tienen que entender para seguir. No obstante hay algo que es clave en las relaciones y es poner los límites. Entiendo que en este caso, ambos. Es en esa transgresión de los límites en el momento en que van a terapia los contendientes. ¿Hay arreglo? ¿Será beneficioso? Pues haberlo, lo puede haber. Que ganen ambas, no. Y mañana explicaré que puedes ser de A, de B o de C pero ser de B no contentará a A y C por el mero hecho de estar en medio.
Las opciones como en toda pareja, son las que son. Romper que puede ser duro al principio pero suele valer la pena cuando se está muy mal. Tragar y seguir que a veces es el único remedio, normalmente, por la situación económica. Renegociar las condiciones del tipo de relación. Siendo esta tercera la que mejor suena me gustaría recordar un refrán: "la cabra tira al monte".