Hacia el 200 a. de C., gente que procedía de otras áreas del valle de México comienza a asentarse en el área que más tarde ocupará el centro ceremonial. Al inicio del primer siglo de la era actual comenzó a concentrarse la población y se definió el plano regulador urbano de Teotihuacan. Se construyeron también algunas obras hidráulicas que intensificaron la agricultura en el valle y sus alrededores. Las pirámides del Sol y de la Luna, en la sección norte del principal eje urbano llamado Calzada de los Muertos, se convirtieron en los lugares religiosamente más favorecidos de la ciudad.
La ciudadela – La superficie de este conjunto arquitectónico es una de las más grandes; mide 400m por lado. Por su forma y tamaño, los españoles creyeron que se trataba de una edificación militar y la llamaron ciudadela. En realidad, ésta era la sede del gobierno teotihuacano.
Templo de Quetzalcóatl y Tláloc – Ubicado detrás de la primera estructura. Este edificio es la representación más significativa de la fuerza expresiva en la escultura teotihuacana. La alfarda del templo está decorada con cabezas de serpientes; los taludes, con serpientes ondulantes emplumadas, rodeadas de conchas y caracoles. En los tableros, de manera alternada y sobre un fondo también acuático, aparecen como surgiendo de una flor, varias cabezas de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, constante dualidad entre lo material y lo inmaterial, y Tláloc, dios de la lluvia, representado como una deidad con enormes anteojeras.
Calzada de los Muertos – Avenida principal que tenía una longitud de 4 km. Se han explorado sólo 2km: desde la Ciudadela hasta la Plaza de la Luna. El nombre de la calle fue asignado también por los aztecas, quienes consideraban que los edificios que la flanquean eran tumbas. A unos cuantos metros, hay un canal que atraviesa la calzada. Originalmente, era un río que servía para abastecer de agua a la ciudad mediante un complejo sistema de drenaje subterráneo. Este punto marca la frontera entre el norte y el sur.
Pirámide de Sol – Una de las construcciones más extraordinarias del mundo prehispánico. Esta pirámide es un alarde del conocimiento astronómico que tenían los teotihuacanos, que hoy día asombra a los científicos por la precisión de los cálculos utilizados en su construcción. La fachada que da a la Calzada de los Muertos está orientada hacia el oeste, exactamente hacia el punto del horizonte donde se pone el Sol el 19 de mayo y el 25 de julio, días en que, a mediodía, el cenit solar se encuentra justo sobre el vértice de la pirámide, uniendo el centro de la bóveda celeste y el centro del mundo.
Museo de Sitio – Al costado sur de la Pirámide del Sol, por la puerta No. 5. Construcción moderna, obra del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, inaugurada en 1994. Además de la excelente colección de piezas halladas en la zona, exhibe una gran maqueta que muestra el trazo urbano y la distribución de las construcciones teotihuacanas.
Plaza de la Luna – Esta plaza está rodeada por templos construidos simétricamente.
Pirámide de la Luna – Al extremo norte de la Calzada de los Muertos. Su base mide cerca de 150m por lado y su altura alcanza los 42m. Por hallarse en una parte alta, su cúspide y la de la Pirámide del Sol se encuentran a la misma altura. Consta de cuatro cuerpos. La fachada presenta el talud-tablero al estilo teotihuacano, con una escalinata central flanqueada por alfardas. Desde la plataforma superior se puede apreciar el trazo perfecto de la ciudad y un hermoso paisaje que complementa la belleza del conjunto arquitectónico.
Mas Información
Fotografía
Geolocalización