Revista Cocina

Terapia básica: Amarme a mi mism@

Por Camilo Camilo Acosta @camiloacos

Yo me aceptoMejorar mi autoestima

Todos tenemos una imagen mental de quiénes somos, qué aspecto tenemos, en qué somos buenos y cuáles son nuestros puntos débiles.

Nos formamos esa imagen a lo largo del tiempo, empezando en nuestra más tierna infancia. El término “autoimagen” se utiliza para referirse a la imagen mental que una persona tiene de sí misma. Gran parte de nuestra autoimagen se basa en nuestras interacciones con otras personas y nuestras experiencias vitales. Esta imagen mental (nuestra autoimagen) contribuye a nuestra autoestima.

La autoestima depende de en qué medida nos sentimos valorados, queridos y aceptados por otros — y en qué medida nos valoramos, queremos y aceptamos a nosotros mismos. Las personas con una autoestima sana se sienten bien consigo mismas, aprecian su propia valía y están orgullosas de sus capacidades, habilidades y logros. Las personas con baja autoestima sienten que no gustarán a nadie, que nadie los aceptará o que no son buenos en nada.

Todos tenemos problemas con nuestra autoestima en determinados momentos de la vida —especialmente durante la adolescencia, cuando estamos descubriendo quiénes somos y cuál es nuestro lugar en el mundo. La buena noticia es que, como la imagen que tenemos de nosotros mismos va cambiando a lo largo del tiempo, la autoestima no es algo inamovible ni fijo de por vida. Así que, si sientes que tu autoestima no es todo lo alta que debería ser, puedes mejorarla.

Antes de que una persona pueda solucionar sus problemas de autoestima y construir una autoestima sana, es útil saber en primer lugar qué podría estar causando esos problemas.

Dos cosas en particular —cómo nos ven o nos tratan los demás y cómo nos vemos a nosotros mismos— pueden tener un gran impacto sobre nuestra autoestima.

Los padres, profesores y otras figuras de autoridad influyen en las ideas que desarrollamos sobre nosotros mismos —en particular, cuando somos niños pequeños. Si los padres pasan más tiempo criticando a un hijo que elogiándolo, es difícil que ese niño desarrolle una autoestima sana. Puesto que los adolescentes aún están formando sus valores y creencias, es fácil que construyan su autoimagen alrededor de lo que dice uno de sus padres, un entrenador u otras personas.

Es obvio que la autoestima puede salir muy mal parada cuando alguien cuya aceptación valoramos mucho (como un padre o un profesor) nos hace de menos constantemente. Pero las críticas no tienen por qué venir siempre de otras personas.

Con el tiempo, escuchar una voz interior negativa puede dañar la autoestima de una persona tanto como si la crítica viniera de fuera. Algunas personas están tan acostumbradas a que su crítico interior siga allí que ni siquiera se dan cuenta cuando se están haciendo de menos.

Las expectativas poco realistas también pueden afectar a la autoestima de una persona. La gente tiene una imagen de lo que quiere llegar a ser (o de quién cree que debería ser). La imagen de la persona ideal es diferente para cada uno. Por ejemplo, algunas personas admiran las habilidades deportivas y otras las aptitudes académicas. Las personas que se ven a sí mismas teniendo las cualidades que admiran —como la habilidad de hacer amigos fácilmente— suelen tener una autoestima alta.

Las personas que no se ven a sí mismas teniendo las cualidades que admiran pueden desarrollar una baja autoestima. Desgraciadamente, las personas que tienen una baja autoestima a menudo tienen las cualidades que admiran, pero no pueden verlo porque la imagen que tienen de sí mismos está moldeada de tal modo que les impide hacerlo.

¿Por qué es importante la autoestima?

Los sentimientos que tenemos hacia nosotros mismos influyen en cómo vivimos nuestras vidas. Las personas que sienten que se les quiere y aprecia (en otras palabras, las personas que tienen la autoestima alta) tienen mejores relaciones sociales. Son más proclives a pedir ayuda y apoyo a los amigos y la familia cuando la necesiten. Las personas que creen que pueden alcanzar sus objetivos y solucionar problemas tienden a rendir más en los estudios. Tener una buena autoestima te permite aceptarte a ti mismo y vivir la vida de forma plena.

Pasos para mejorar la autoestima

Si quieres mejorar tu autoestima, aquí tienes algunos consejos para empezar:

  • Deja de tener pensamientos negativos sobre ti mismo. Si estás acostumbrado a centrar la atención en tus defectos, empieza a pensar en aspectos positivos que los contrarrestan. Cuando te des cuenta de que estás siendo demasiado crítico contigo, contrarréstalo diciendo algo positivo sobre ti mismo. Cada día anota tres cosas sobre ti que te hagan feliz.
  • Ponte como objetivo el logro en vez de la perfección.Algunas personas se acaban paralizando debido a sus ansias de perfección. En lugar de frenarte con pensamientos como: “No iré a la audición de la obra hasta que haya perdido 5 kg”, piensa en qué eres bueno y en las cosas con las que disfrutas, y ve a por ellas.
  • Considera los errores como oportunidades de aprendizaje.Acepta que cometerás errores porque todo el mundo los comete. Los errores forman parte del aprendizaje. Recuerda que las aptitudes de una persona están en constante desarrollo, y que cada uno sobresale en cosas diferentes —es lo que hace interesante a la gente.
  • Prueba cosas nuevas. Experimenta con diferentes actividades que te pongan en contacto con tus aptitudes. Luego siéntete orgulloso de las nuevas habilidades que has adquirido.
  • Identifica lo que puedes cambiar y lo que no. Si te das cuenta de que hay algo tuyo que no te hace feliz y puedes cambiarlo, empieza ahora mismo. Si se trata de algo que no puedes cambiar (como tu estatura), empieza a trabajar para quererte tal y como eres.
  • Fíjate metas. Piensa en qué te gustaría conseguir y luego diseña un plan para hacerlo. Atente al plan y ves anotando tus progresos.
  • Siéntete orgulloso de tus opiniones e ideas. No tengas miedo de expresarlas.
  • Colabora en una labor social. Dale clases a un compañero que tiene problemas, ayuda a limpiar tu barrio, participa en una maratón benéfica por una buena causa o hazte voluntario de alguna asociación. Sentir que aportas algo y que se reconoce tu ayuda hace maravillas para aumentar la autoestima.
  • ¡Haz ejercicio! Mitigarás el estrés y estarás más sano y más feliz.
  • Pásatelo bien. ¿Te has encontrado alguna vez pensando cosas del estilo de: “tendría más amigos si estuviera más delgado/a”? Disfruta pasando tu tiempo con personas que te importan y haciendo cosas que te gustan. Relájate y pásalo bien —y no dejes tu vida en suspenso.

Nunca es tarde para construir una autoestima positiva y sana. En algunos casos, cuando la herida emocional es muy profunda o duradera, es posible que sea necesaria la ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o terapeuta. Estos expertos actúan a modo de guías, ayudando a las personas a quererse a sí mismas y a darse cuenta de lo que las hace únicas y especiales.

La autoestima interviene en casi todo lo que haces. Las personas con una autoestima alta rinden más en los estudios y les resulta más fácil hacer amigos. Tienden a tener mejores relaciones con la gente de su edad y con los adultos, son más felices y les cuesta menos enfrentarse a los errores, decepciones y fracasos, y es más probable que perseveren en algo hasta que lo consigan. Cuesta cierto trabajo, pero es una habilidad que tendrás de por vida.

Fuente: Kidshealth.org

Pero, ¿como hacer para sentirse mejor?

En la vida nos enfrentamos a múltiples situaciones que nos hacen sentir “arrastrados” por la sociedad y menospreciados y atacados en nuestra autoestima. La violencia en el hogar o en la calle, el acoso y la intimidación en el trabajo o en las relaciones personales, pérdida de la confianza en uno mismo, son sólo algunos ejemplos con los que la vida nos puede “sorprender”.

Cómo nos sentimos con nosotros mismos determina en gran medida nuestra capacidad para recuperarnos de estos golpes, y esto a su vez influye en nuestro comportamiento y en nuestras decisiones.

¿Por qué sentirse bien con uno mismo resulta tan importante?

Hay mucha gente que no se gusta, y esto es trágico. Es casi imposible que una persona se sienta bien consigo misma si no se gusta como persona. Desafortunadamente, muchas veces estas personas no se dan cuenta y van por la vida en busca de otras personas, cosas o situaciones que les hagan felices. Sin embargo, no se dan cuenta que primero hay que sentirse bien con uno mismo como motivación esencial, aprender a valorar el individualismo, y evitar la amargura y la mediocridad.

Sentirse bien con uno mismo es una parte clave de esa expresión tan repetida: “Autoestima”. Tenemos suficiente información como para saber que la baja autoestima, o sentirse mal consigo mismo, es una de las causas fundamentales de la negatividad del comportamiento humano.

Algunas técnicas rápidas para comenzar a sentirse bien

Algunas de ellas son cosas rápidas y fáciles que pueden encajar a la perfección en un día normal, tales como:

Hacer ejercicio: basta con un paseo corto y enérgico, que puede sólo durar cinco minutos, pero libera endorfinas, que son un claves en la mejora del estado de ánimo. También se produce un incremento de energía y la mente se distrae de patrones de pensamiento negativo.

Reír: al igual que cualquier ejercicio, reír libera endorfinas y si los demás se ríen contigo, se duplica su eficacia.
Convertir tus diferencias en un activo: piensa en ti mismo como alguien único, con tus experiencias de vida, pensamientos y percepciones, entre otros. En lugar de sentirte incómodo, recupera la confianza reafirmándote y maximiza tus puntos fuertes y minimiza los débiles.

Escribir: todos los días escribe al menos una cosa que haces bien, y una cosa buena acerca de ti. Basta con cosas simples. Mira la lista al final de la semana y comprueba tus logros.

Todos nosotros podemos elegir cada día ser tan negativo y triste como el que más, si queremos caminar a través de la vida como parte de la manada. También podemos elegir ser positivos, reconocer nuestra individualidad, celebrar las cosas que nos hacen diferentes, y afirmar nuestro propio valor como persona. A mayor sensación de bienestar con uno mismo, mayor seguridad y confianza y por lo tanto, mayor capacidad para afrontar los problemas del día a día de la mejor manera posible.

Fuente: Nascia.com

Aprende a sertirte bién

Si quieres sentirte bien debes empezar a cuidarte y a pensar más en ti. La felicidad la decide uno mismo. Una persona que lo tiene todo se puede sentir mal y otra que lo ha perdido todo, incluso la salud, puede ser feliz. Es difícil pero en gran parte es el resultado de la voluntad propia. ¿Por qué no empiezas hoy a tomar las decisiones que te harán sentir mejor?

Tú primero, en la vida estamos solos. Ninguna de las personas que están hoy a tu lado estará contigo para siempre. Los niños crecen y se van de casa, las parejas se separan, y finalmente, todo el mundo muere. No puedes condicionar tu felicidad a los demás. Tienes que pensar en ti primero siempre. Y no lo es un llamamiento al egoísmo, sino simplemente para decir que la mejor forma de ayudar a los demás es sentirse bien uno mismo.

Además, la verdadera felicidad solo puede venir de uno mismo. Significa que no eres verdaderamente feliz si tu estado de ánimo depende de terceras personas. Y por supuesto, es válido al revés: tampoco puedes hacer feliz a los demás si tu no eres feliz. Es algo muy personal, que viene de dentro.

Sin duda el gran reto para sentirse feliz es ser capaz de conseguir una mejor autoestima, y tener confianza en uno mismo. ¿Cómo lograr amarse y valorarse a pesar de todos los pensamientos negativos que afirman lo contrario?  He aquí unas pistas.

a)- Aprende a conocerte mejor

Es muy fácil para cualquier persona vivir en la reacción permanente al entorno. Reaccionamos a través de nuestras emociones. Recibimos una noticia que nos contraria y nos sentimos enfadados, estresados, avergonzados, o miedosos. Al contrario, nos dan un dato positivo y nos sentimos eufóricos. Todo esto viene de que no reflexionamos seriamente sobre las cosas. Apenas identificamos las emociones y ponemos una explicación rápida sobre las causas. Por ejemplo “estoy estresado porque el bus viene con retraso, y de nuevo voy a llegar tarde al trabajo”.

Aprender a conocerse mejor significa procurar escapar de la emoción y pararse a pensar un momento en lo que realmente nos preocupa o nos alegra. No es una tarea fácil, pero si lo procuras hacer para emociones pequeñas, entenderás de que estoy hablando, y poco a poco lo podrás hacer para situaciones con más carga emocional. Si vuelo al ejemplo anterior, quizás seas capaz de darte cuenta que el estrés no hará que llegues más temprano al trabajo, y que es una respuesta emocional que no te sirve.

A través tus reacciones emocionales, aprenderás a conocerte mejor, más allá de lo que creías que sabías sobre ti (tu personalidad, tus defectos, tu gustos).

b)- Acepta tu imperfección

Tras conocerte mejor, el siguiente paso es aceptarte tal como eres. Y esto es a todos los aspectos de tu vida, tanto a las emociones, como tu situación personal, o incluso tu propio aspecto físico. Nadie es perfecto (o todo el mundo lo es, según se mire). Sobre todo, hay muchos aspectos de tu vida que no puedes cambiar, así que acéptalos y deja de preocuparte por ello.

c)- Intenta ser mejor persona

Aceptar que nunca alcanzarás la perfección y conformarse son dos cosas muy distintas. Una de las mejores formas de sentirse bien es procurando mejorar los aspectos que no nos gustan y que podemos cambiar. ¿No te gusta tu trabajo? Puedes cambiar. ¿No va bien tu relación de pareja? Puedes procurar mejorarla, y si no, puedes terminar la relación. ¿Sientes que pesas demasiado? Puedes hacer más ejercicio y comer mejor.

No caigas en la trampa de la queja, algo por desgracia muy habitual en nuestros reflejos. Si algo no te va, solo tienes dos alternativas: o aprender a vivir con ello o procurar cambiarlo. La queja no sirve de absolutamente nada, es un desahogo provisional que no soluciona tus problemas a largo plazo.

d)- La opinión de los demás no importa

El cuarto y último consejo para conseguir una mejor autoestima, y como consecuencia, sentirse bien con uno mismo es olvidarse de la opinión de los demás. Le damos muchísima importancia a lo que dicen otras personas sobre nosotros, sean lejanas o cercanas. Incluso, nos imaginamos lo que pueden estar pensando y nos hacemos películas sobre como nos ven (y normalmente es una visión negativa la que anticipamos).

La buena noticia es que la opinión de los demás no importa para nada. No es que a los demás en realidad les importamos muy poquito (que también es cierto). Simplemente, la opinión que tienen sobre nosotros es irrelevante, por muy cercanos que sean. Como decíamos antes: en la vida estamos solos. Nadie vive nuestros sentimientos, ni padece nuestros sufrimientos. Por lo tanto no debemos dejar que las opiniones ajenas (positivas y negativas) tengan el menor impacto sobre nuestra felicidad.

Merece la pena añadir aquí que estamos hablando de emociones. Los argumentos racionales de los demás no tienes porque ignorarlos.

La mala noticia es que es muy difícil aprender a no tomarse personalmente lo que nos dicen los demás, y a no involucrarse emocionalmente por las opiniones ajenas. Para lograrlo quizás el mejor primer paso sea aprender a hablar con los demás sin juzgar ni convertir las cosas en personales. Si lo consigues, ayudaras a que tus interlocutores también sean más medidos, y lo que es más importante: guardarás cierta distancia que te protegerá de sus deslices.

Tu felicidad depende solo de ti. Olvídate de excusas, y de personas externas. Tú eres quien tiene el poder de cambiar. El camino es que aprendas a conocerte mejor, a aceptarte, y a mejorar, ignorando lo que el resto del mundo pueda opinar sobre ti.

Fuente: Blogdebienestar.com

 Pasos para amarme y aceptarme tal como soy

Quiero abrazar a la persona que soy, amarme, valorarme y respetarme. No quiero dar importancia a lo que los demás digan u opinen de mí,  he de complacerme  y aceptarme tal como soy.

Quiero y debo enfrentarme a mis miedos, pedir ayuda cuando la necesite, porque sé que aunque me valgo por mí mism@ y soy plenamente autosuficiente, siempre vendrá bien una mano amiga, un hombro en el que poder descansar.

Tengo que empezar a tomar mis propias decisiones y elecciones; puede que me equivoque muchas veces, pero sólo así podré aprender.

Necesito amarme mucho para aceptar aquello que no me gusta de mí y cambiarlo. Por ello necesito también empezar conocer bien tanto mis derechos como mis obligaciones.

Debo aprender a mimar mi cuerpo y corazón, debo cuidar de mí mism@, hablar con mi yo interno para poder tomar las decisiones correctas.

Me propongo tener buenas relaciones con todos lo que me rodean, ser una persona con metas claras y definidas, saber dar luz por mi paso en esta vida.

Soy  un ser humano y eso me da el derecho a ser libre, cambiar todo aquello que no me gusta, y ser feliz. No porque lo dicen los libros, sino porque lo digo yo, por mí propio bien.

Necesito ser una sola persona en cuerpo y alma para lograr el equilibrio en mi persona.

Debo ser consecuente con lo que hago o digo, hacerme respetar en mi trabajo y en mi casa.

Se me debe valorar por todo lo que hago. He de conocer e imponer mis propios límites para no tropezar en la vida y saber decir NO. Que lo que yo diga o haga no sea por sentirme obligad@, sino porque sale de mí mism@ hacerlo así.

Debo aceptar desafíos, ser una persona honorable y decir cuando no estoy de acuerdo con los que me rodean. No tengo miedo a mis palabras, porque sabré ser mesurad@ y respetuos@, confiando que si respeto a los demás también me ganaré su respeto.

Tengo que decir adiós a mis viejas heridas y sanarlas para recibir lo que la vida me tiene reservado. Si alguien se fue de mi vida, no debo considerarlo como mala suerte sino como un avance en mi vida por la cual todo lo que no sea bueno para mí será apartado y así poder decirle adiós al pasado.

Desde ahora voy a planear mi vida y mi futuro con la convicción de que merezco lo mejor, valoraré mi intuición y actuaré con sabiduría para distinguir lo bueno de lo malo y hacer lo correcto.

Viviré la vida en forma plena y feliz, sabiendo que nunca habrá quien piense de igual forma a mí y aceptándolo así. Sólo así tratando de ser lo mejor, voy a recibir lo mismo.

Buscaré entablar relaciones sanas, que al mirar a quien yo esté entregando mi corazón pueda yo saber sin dudar esa es la persona que me complementa y que necesito.

Ya no tendré dudas en mi corazón, cuando el corazón hable sabré escucharle y eso me hará una persona sabia que no volverá a caminar por el sendero de la amargura.

Caminaré con una sonrisa en mi rostro y con una buena actitud, pero sobretodo, con la seguridad de que soy un ser una persona valiosa

Una reflexion final, un gran libro cristiano dice: (Mat. 22:39) “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Para poder amar al prójimo primero tenemos que amarnos a nosotros mismos. Presta atencion, que no dice: “amarás a tu prójimo en lugar de amar a ti mismo”, sino “como a ti mismo”.


Terapia básica: Amarme a mi mism@

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