Un experimento de la Universidad de Yale
es el primero en implementar un robot autónomo en el hogar para la terapia del
autismo. Los robots contaron historias y guiaron a los niños a través de una
serie de juegos interactivos enfocados en mejorar las habilidades sociales, la
comprensión emocional, la secuencia y la perspectiva. Tales comportamientos enseñaron
a los niños cómo hacer contacto visual cómodamente o cómo prestar atención a
los demás durante una conversación. En otras palabras, el robot básicamente
golpeó todas las bases que un terapeuta humano podría tocar, sin el alto costo
que conllevaría ese tratamiento. Después de un mes de entrenamiento robótico,
los investigadores analizaron más de 125 horas de vídeo de la sesión de
terapia. Mostró que los niños estaban prestando más atención durante las
interacciones con los adultos, ganancias que duraron incluso después de que
terminó el entrenamiento del robot. Los hallazgos sugieren que las
interacciones robot-humano tienen el potencial de mejorar las interacciones de
persona a persona en algunas circunstancias. Usar un robot para interactuar con
el niño y el cuidador y adaptar la dificultad de las tareas y los juegos es un
avance importante. El informe fue publicado en Science
Robotics
Revista Salud y Bienestar
Un experimento de la Universidad de Yale
es el primero en implementar un robot autónomo en el hogar para la terapia del
autismo. Los robots contaron historias y guiaron a los niños a través de una
serie de juegos interactivos enfocados en mejorar las habilidades sociales, la
comprensión emocional, la secuencia y la perspectiva. Tales comportamientos enseñaron
a los niños cómo hacer contacto visual cómodamente o cómo prestar atención a
los demás durante una conversación. En otras palabras, el robot básicamente
golpeó todas las bases que un terapeuta humano podría tocar, sin el alto costo
que conllevaría ese tratamiento. Después de un mes de entrenamiento robótico,
los investigadores analizaron más de 125 horas de vídeo de la sesión de
terapia. Mostró que los niños estaban prestando más atención durante las
interacciones con los adultos, ganancias que duraron incluso después de que
terminó el entrenamiento del robot. Los hallazgos sugieren que las
interacciones robot-humano tienen el potencial de mejorar las interacciones de
persona a persona en algunas circunstancias. Usar un robot para interactuar con
el niño y el cuidador y adaptar la dificultad de las tareas y los juegos es un
avance importante. El informe fue publicado en Science
Robotics
