Revista Cultura y Ocio
TerapiaSebastian FitzekISBN: 9788466638692Formato: Tapa blanda– 304 Págs Editorial: Ediciones B
Ni testigos ni pistas ni cadáver. Josy, la hija de doce años del conocido psiquiatra Viktor Larenz, desaparece en misteriosas circunstancias de la consulta del médico que la trata de una extraña enfermedad. Cuatro años después, Viktor, sumido en una profunda tristeza, se ha retirado a una remota casa en una isla del Mar del Norte. Allí lo localiza una hermosa desconocida que padece alucinaciones: ve constantemente a una niña pequeña, una niña que padece una extraña enfermedad y que desaparece de la consulta del médico sin dejar rastro. Viktor inicia entonces un tratamiento con la desconocida, pero la terapia se convierte paulatinamente en un dramático interrogatorio… ¿Es posible lo inconcebible?
El otro día alguien comentaba por Twitter que había conseguido la última novela de Sebastian Fitzek y sentí la necesidad de recuperar esta reseña que tenia escrita pero no publicada desde el año pasado. Este es uno de esos libros que compras por impulso y que luego tardas en dar salida a no ser que te fuerces a ello, como hice a finales de 2013 para cumplir el reto de libros pendientes que me había impuesto.
En realidad recuerdo muy bien como llego a mis manos: por aquella época acaba de leer una reseña de lo más entusiasta de otra novela del mismo autor (El experimento, que por cierto aun no he leído). De cualquier modo, yo había ido a la Fnac a comprar una de bolsillo que estaba en superoferta y vi una promoción de esas que no te puedes resistir: con dos libros de bolsillo te regalaban una taza (o una bolsa, o una funda… tengo la casa llena de cosas de estas y no recuerdo que tocaba esa vez).
El caso es que buscando un segundo tomo que llevarme, porque quería el regalo si o si, fui a la sección de novela negra y busque a Sebastian Fitzek. Y en lugar de llevarme el hit del momento, me lleve este otro porque su argumento también era muy interesante. Y al llevármelo para casa quedó en una estantería con los “no prioritarios” hasta mucho tiempo después.
En el fondo me arrepiento, porque podría haberlo leído aquella noche de un tirón. Pero también se que entonces no habría tenido una lectura tan adictiva que me subiera el ánimo en esos momentos de bajón lector. Porque si tuviera que definir Terapia de algún modo seria como “una novela que se lee de una sola vez y no te quedas tranquilo hasta que no pasa la ultima pagina”.
A pesar de todo, en el fondo se trata de un argumento fácil: en el prologo vemos la historia de un hombre cuya hija ha desaparecido en la consulta de un medico. Cuatro años después, el está internado en un hospital atado a la cama y acusado de algo ¿Qué ha ocurrido?
Pues eso es lo que vamos a ver a lo largo de las paginas, donde a modo de flashback y lo que le cuenta al médico que se encuentra con él, desgranamos la historia. Poco a poco, con escasos datos y muchas insinuaciones, para que nos comamos la cabeza. No sabemos si hay un muerto siquiera, así que no podremos ni buscar al asesino… Así de a oscuras nos dejan.
Porque en el fondo es una novela psicológica en la que importan los personajes, y eso que hay únicamente dos importantes: Lorenz, un famoso psiquiatra berlinés (el afectado) y Anna, una misteriosa mujer que se presenta en su casa de la isla, que nadie conoce, y le pide que por favor la trate de su esquizofrenia. La hubiera despachado de malas maneras si no fuera porque jura ver a los personajes de los libros que escribe y su ultima historia proporciona pistas de la desaparición de su hija.
Lo bueno de que sean solo estos personajes es que nos permite verlos evolucionar. Lorenz, que es una persona racional que ha caído en una espiral de dolor y pena, se ve de nuevo arrastrado por los recuerdos hasta perder el control de la situación. Y Anna… bueno, ella es una enferma psiquiátrica y que su comportamiento sea raro, es lo esperable.
Pero todo, absolutamente todo, tiene respuestas al final. Cualquier cabo suelto (o al menos que yo haya visto) queda atado en el ultimo capitulo. Lo cierto es que llegados a un punto yo me lo vine venir. Y ya estaba yo bajándole la nota a la novela cuando me encontré con el epilogo, y no pude más que abrir mucho los ojos y aplaudir. Estupendo, te vuelvo a poner la estrellita que te había quitado.
Porque de cuatro puntos en Goodreads, uno de ellos ha sido del final y los otros tres se corresponden a la estructura y la narración. Utiliza técnicas clásicas en un page-turner: capítulos muy cortos (algunos de apenas un par de páginas), situaciones a medias, narrativa fluida y llena de diálogos… Giros en distintos momentos cuando la atención flaquea. Vamos, un best-seller en toda regla. Y no por ello malo, sino que ha cumplido con creces lo que buscaba: diversión.
Dicen que no es la mejor novela del autor, que El experimento es estupenda y también hay otras publicadas. Yo me apunto en negrita su nombre ya que me ha resultado una grata sorpresa y sin duda os la recomiendo.