Me parece que los niños llegan a terapia a traer a sus mamás y papás.
A mostrarles eso que no han podido ver de si mismos y de sus entornos por si solos.
Ellos, aunque no de manera consciente y aunque no lo puedan poner en palabras, perciben lo invisible.
Para mi las sesiones no son para analizar e interpretar conductas incómodas buscando culpables y señalando crianzas insuficientes o niños inadecuados.
Tampoco llenar vacíos de niños con "padres equivocados"
Patologizar niños para aliviar sistemas educativos y familiares oxidados
Para mi las sesiones, que honestamente ya ni me atrevo a llamar psicologicas, se tratan de explorar juntos esos mensajes ocultos que los niños nos ponen sin tapujos a través de sus dibujos, juegos, conductas, miradas, movimientos, silencios, posturas.
Se tratan más de nombrar lo innombrable. De develar la sombra que tiene tantos tesoros.
De abrir caminos al corazón endurecido, los poderes olvidados, los sueños enterrados, los seres ocultos entre tantas capas de historias y deberías.
Papás y mamás no necesitamos que nos digan que lo estamos haciendo mal. (Con nuestra voz interna permanente tenemos)
Ni una lista de instrucciones que no funcionarán.
No necesitamos otra voz de otro experto más, que nos llene de palabras que nuestra mente intenta entender y que ahí se quedan alimentando aún más el agotamiento.
Los niños no necesitan aliados que den más fuerza a traumas que determinado contexto decide que lo son.
Ni tampoco sesiones tras sesiones de alguien que intente arreglarlos o hacerlos más funcionales y adaptables a una forma de vida con la que nadie se siente pleno.
Tampoco necesitan de un terapeuta que llene los supuestos vacíos que tienen, para sentirse mejor consigo mismo al salvar la niñez de futuros catastróficos y un mundo en decadencia.
Creo que no hay nada que arreglar en una terapia. Es si acaso una oportunidad para reconocernos por lo que somos y despertarnos a la vida con todos los colores.
Los niños llegan a terapia para sacudirnos a todos del letargo y evitarse a ellos mismos caer en el.