Viene de: Segundo día en Londres. 24 de Agosto de 2012
El objetivo de mi último día en Londres era Portobello Market ya que el sábado es el día de mayor movimiento y el día en el que los puestos callejeros toman la calle. Pero como me levanté muy pronto para ir a Portobello, decidí ir a dar un paseo por la zona de Westminster y desde allí coger el metro a la zona de Portobello.
Para mi paseo matutino no llevaba un itinerario establecido, sabía en que zona estaba yo y a que zona quería ir, así que me dejé llevar y fui paseando sin rumbo por calles que todavía no conocía. Después de un rato paseando llegué a Westminster Abbey y al Parlamento, y ya que estaba allí, eché un vistazo por fuera a la Jewel Tower, que es una torre que mandó construir Eduardo III para albergar sus tesoros.
Según el reloj de la Elisabeth Tower (torre del reloj en la que está la campana llamada Big Ben) eran las 09:45 y pensé que ya era una buena hora para ir a Portobello Market y verlo con tranquilidad antes de que se llenara de gente. Aún así, cuando llegué, ya había muchísima gente y mucho movimiento tanto en los puestos como en las tiendas.Tengo que decir que me encantó este Mercado, los comentarios que había leído sobre él se ajustaban perfectamente a la realidad. El barrio es precioso y con mucho encanto con sus casitas de colores, y los puestos y las tiendas tienen cosas que me hubiera llevado sin pensármelo dos veces si no hubiera que pagar sobrepeso en el avión. Se pueden encontrar tiendas y puestos de muebles y objetos antiguos, tiendas de calzado deportivo con muy buen precio, alguna tienda de ropa vintage… Pero lo mejor de todo fue que el día que fui yo, al final de la calle en la que se lleva a cabo el Mercado, habían puesto un mercadillo de ropa vintage con infinidad de puestos y unos precios buenísimos. La calidad de la ropa también era buena.
Después de toda esta emoción consumista empezó a dolerme la cabeza y empecé a sentir escalofríos, como cuando tienes fiebre. Como no me encontraba muy bien decidí comprarme algo de comer y paracetamol en un Tesco y me fui al hotel a comer para descansar un rato. Cuando me desperté de la siesta decidí que iría a la zona de Buckingham dando un paseo, que no se tarda nada desde el Easyhotel Victoria y volvería pronto al hotel, que al día siguiente me tenía que levantar muy pronto para coger el tren en Victoria e ir al aeropuerto.
Pues así lo hice, fui hasta Buckingham, hice unas cuantas fotos, compré la cena en el Marks and Spencer de Victoria Station y al hotel para dejar preparado todo para el día siguiente.