Revista Cine
Puede ser que ganar un Ariel no signifique nada en México, pero los Goyas, por una u otra razón, ha tenido cada vez mayor eco en este país. Si uno revisa todos los ganadores de Goya a la Mejor Película de la década pasada, todas y cada una de las cintas se han estrenado comercialmente en México -aunque con unos cuantos meses de retraso-, lo que es decir bastante más de lo que sucede con el cine nacional. Valga esta jeremiada como preámbulo para afirmar que, aunque usted no pueda ver hoy Celda 211 (España-Francia, 2009), que se exhibe por último día en el Festival de Cine en Derechos Humanos, lo más seguro es que en algunas semanas o meses veremos a la ganadora del Goya 2010 a Mejor Película distribuida en las salas de cine mexicanas. En todo caso, eso es lo que se mecere.
El cuarto largometraje del excinecrítico Daniel Monzón es un buen thriller carcelario con todas las de la ley. El treintañero Juan Oliver (Alberto Ammann, Goya a Mejor Actor Revelación) va a ingresar como guardia a la prisión de Zamora, pero un día antes, para ambientarse y "dar buena impresion", decide visitar el que será su nuevo lugar de trabajo. Sin embargo, en plena "visita guiada", sufre un accidente que lo deja sin plena conciencia. Al mismo tiempo, un violento motín se ha desatado en prisión, dirigido por el carismático "Malamadre" (Luis Tosar, Goya a Mejor Actor). Para protegerse y protegerlo, los guardias llevan a Juan a una celda vacía -la 211 del título- mientras ellos se ponen a buen resguardo. Cuando Juan despierta, se encuentra en medio de una peligrosa rebelión de prisioneros que reclaman sus derechos y no de buena manera. Hábilmente, Juan logra convencer a todos no sólo que es un preso más sino que se convierte en una suerte de asesor/confidente del temible "Malamadre". Mientras, allá afuera, la embarazada esposa de Juan, Estela (Marta Etura), se entera que algo malo sucede con su marido y nadie quiere decirle nada.
No he visto ninguna de las tres cintas anteriores de Monzón pero, por lo que demuestra aquí, se trata de un cineasta con pleno dominio de todos los recursos narrativos y visuales necesarios para evitar que la cinta decaiga un solo momento. Si bien es cierto que la historia -basada en la novela homónima de Francisco Pérez Gandul- exige que el espectador acepte una que otra coincidencia y algún cambio de personalidad que no es del todo convincente, la realidad es que mientras uno ve el filme, es dificil detenerse a reflexionar: tanto la trepidante acción perfectamente ejecutada como el impecable juego actoral de todo el reparto -Tosar, Ammann, Carlos Bardem, Luis Zahera, Antonio Resines- terminan imponiéndose sobre cualquier pero que uno quisiera emitir. Como se dice por ahí, en un par de escenas claves: "se hace lo que se puede". En el caso de Monzón, se hace mucho más.
Celda 211 se exhibe hoy sábado 20 en Cinépolis Diana 3 a las 21:10 horas.