La importancia de la detección temprana de las demencias, el rol de la evaluación cognitiva, la neurorehabilitación y los talleres de memoria para un envejecimiento activo ya que tras sufrir un Ictus, TCE o la enfermedad de Alzheimer las capacidades necesarias para la vida diaria se pueden ver afectadas.
El deterioro cognitivo es un concepto ambiguo que define un grupo de trastornos que implica la disminución del rendimiento de al menos una de las capacidades cognitivas (lenguaje, orientación, memoria, juicio), con posibilidad de entorpecer la capacidad funcional del individuo.
¿Qué puede producir deterioro cognitivo?
La causa más frecuente son enfermedades psiquiátricas como depresión, ansiedad, psicosis, enfermedades neurológicas degenerativas como la demencia, o el mal de Parkinson, envejecimiento fisiológico, traumatismos.
Otros de los factores que intervienen son el abuso de drogas, alcohol: el consumo de alcohol produce una afectación de la mayor parte de las funciones cognitivas con múltiples defectos neurológicos y psiquiátricos (ansiedad, delirios, trastornos psicóticos).
El abuso de fármacos como las benzodiacepinas, es decir ansiolíticos o hipnóticos en personas mayores pueden producir alteraciones en la memoria y agravar patologías degenerativas. Abusar de estos fármacos o la abstinencia de determinadas sustancias puede producir deterioro cognitivo o demencia.
¿Cuándo sospechar de un deterioro cognitivo?
El diagnóstico temprano es clave en la correcta orientación del anciano, además de una activa participación del profesional en la identificación mediante los distintos síntomas y signos de alarma que se manifiestan ante la sospecha de deterioro cognitivo.
En el caso de demencias mediante un diagnóstico temprano es decir detectarlo a partir de sus manifestaciones clínicas es la opción más recomendada, para ello la evaluación del deterioro cognitivo es fundamental.
Los síntomas los puede detectar la persona afectada, una persona allegada u pueden ser observados por el personal de salud, en todos los casos se debe garantizar una evaluación completa para determinar si la pérdida de memoria tiene un mayor grado de predicción de demencia, en general suele estar relacionada con fallos en la atención y problemas emocionales como depresión.
La pérdida funcional el indicador más real de demencias que los fallos sobre la memoria.
Algunos síntomas de alarma:
Inconvenientes en el lenguaje: Dificultad para encontrar las palabras que expresen lo que se quiere decir o mantener una conversación (lenguaje)
Pérdida de memoria que afecta las tareas diarias: dificultad para planificar la resolución de problemas domésticos o habituales en la conducta social (razonamiento)
Cambios en la conducta, desorientación tiempo lugar, cambios bruscos de personalidad, dificultad para aprender o retener información nueva.
Rehabilitación del daño cerebral en Gijón¿Qué hacer ante la sospecha de deterioro cognitivo? En casos de identificarse síntomas o signos de sospecha para confirmar la existencia es necesaria la realización de una entrevista profesional que incluya: Valoración del deterioro cognitivo, valoración neuropsicológica (test psicométricos), exploración física y neurológica.
Rehabilitación neurológica en Gijón¿Qué es la evaluación neuropsicológica? Es una herramienta conformada por distintos test que permiten el diagnóstico del deterioro cognitivo, a través de distintos test psicométricos, test cortos de valoración mental y neuropsicológicos para valorar la estructura mental, es una herramienta para discriminar si existe o no alteración cognitiva.
Neurorehabilitación en GijónSe realiza durante la entrevista clínica de orientación. Es importante saber que la puntuación obtenida es tan solo un complemento que ayuda a completar la evaluación general, por lo que los datos deben interpretarse con cautela ya que las puntuaciones de estos test no establecen en sí mismas un diagnóstico de demencia, se deben reunir todos los datos del deterioro cognitivo puntual, la evolución del mismo y el impacto funcional y social que provoca.