Kaiser Carabela porta coronas de la Asociación Civil Museo Udaondo.
Al no conseguir compañero de viaje, para ir a Luján, fui en colectivo. Pasado el mediodía, y luego de casi tres horas de viaje, desde San Miguel, donde vivo, arribé a la terminal de ómnibus de la ciudad de Luján. Frente al Área III estaba estacionado el Kaiser Carabela, de color amarillo, de la Asociación Civil Museo Udaondo. Este año no tuvo buffet en su parte trasera, pero sirvió como auto insignia de la exposición.
Ford 1937, cupecita del TC y Auto Union 1000 S.
Me recibió en el ingreso Diego Abal, seguidor de Archivo de autos, y un viejo conocido fierrero de años. Además en la puerta controlando al público, que ya había pagado su entrada de colaboración, de $75, estaba “Malambo”, un viejo empleado del Museo Udaondo, que todo el mundo conoce por su apodo.Graham-Paige, a la izquierda, y Chevrolet 1939.
Abal estaba con parte del “Equipo Abal”. Jóvenes que están siendo entrenados en el amor por los viejos autos que supimos conseguir. Una manera de pasarle la posta del trabajo que vienen haciendo los que tienen algunos años más… Así nos iremos de este mundo con un legado a la hora de preservar el patrimonio histórico automotriz.Una cupé convertible Chevrolet 1930 en primer plano.
Más de 40 autos y camionetas estaban ubicados en el jardín del Salón del Automóvil. En esta edición se decidió darle más presencia a los vehículos de particulares, y en especial a vecinos de Luján, o sus cercanías. En ediciones pasadas hubo más presencia de clubes de autos de distintas marcas y modelos.Los Rastrojeros presentes.
Al poco de caminar las instalaciones me encontré con Florencio Gamallo, a esta altura del partido otro conocido fierrero. La charla con él siempre es atractiva y el tiempo parece no medirse en forma normal. Florencio había llegado a la muestra abordo de un Valiant II de color blanco, propiedad de un conocido de él.Chevrolet C-10, Ford Falcon y Peugeot 404.
En el sector donde había tres cupés Torino me encontré con Jorge Bejer, seguidor de Archivo de autos, en realidad fue él que me vio. Había llevado una cupé Torino de color celeste, con la cual fue al homenaje por el aniversario de los 50 años de Nürburgring en Alta Gracia, en la provincia de Córdoba. Además Jorge tiene en su poder un inmaculado Chevrolet sedan dos puertas del año 1938.Dos cupés Torino.
La recorrida por el jardín me llevó a encontrarme con Eduardo Nolazco, uno de los organizadores de la exposición, y artífice de las mejoras que la Asociación Civil Museo Udaondo ha realizado en el complejo museográfico. La charla fue breve por las actividades propias de este tipo de muestras.Torino al fondo y Fiat 1500 en primer plano.
El clima este año fue benigno. Si bien estaba algo nublado en la mañana al promediar el día salió el sol y la temperatura se elevó. El público visitante fue bastante nutrido y se renovaba constantemente. Mucha es la gente que se acerca los días domingos a Luján. Un clásico bonaerense en las salidas de fin de semana de muchas personas que viven en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) o en sus alrededores.Dos Dodge GTX rodean al Fiat 1100.
Hice una parada para almorzar en compañía de Florencio Gamallo y se nos sumaron Diego Abal y los recién llegados Gustavo Feder y Fernando Gómez. De a poco los fierreros conocidos se iban dando sita en el Área III del Museo Udaondo. También en un momento dado apareció Norberto Lema con su familia. Más tarde me encontraría con Norberto Núñez y Edith Torres que estaban con sus hijos. Además el matrimonio me trajo de vuelta a San Miguel. Todo un lujo, comparado con el viaje de ida…Citroën 3 CV, NSU Prinz y Chevrolet del año 1941.
Todos llegaban para darle una mano al Museo Udaondo y para ver qué vehículos estaban expuestos. Hubo modelos desde los años veinte hasta la década del noventa del siglo pasado. Una especie de recorrida histórica por la evolución de la industria automotriz.DKW Junior de carrera.
Tanto de Argentina como del resto del mundo. Esto en especial en los automóviles más antiguos que estuvieron expuestos. Todos con muy buen estado de conservación. Incluso algunos autos de carrera, como una vieja cupecita del TC (Turismo Carretera). Todo para contar, a través de los autos, cómo fue la historia.Fiat 1500 Sport y Renault Gordini.
En el interior del Salón del Automóvil estaban, como siempre, los vehículos que pertenecen al complejo museográfico. Lo notable son las mejoras que el público visitante va observando cada año. Y estas exposiciones sirven para eso. Desde las mejoras en la iluminación, pintura, techos como hasta un sistema de alarma que suena en caso que alguien traspase un determinado lugar.Vista general del jardín del Área III.
Todavía quedan vehículos para recuperar, pero se pusieron en valor muchos que antes estaban en completo abandono. Tengo la suerte de haber estado presente desde la primera de las exposiciones organizadas y el cambio entre la primera muestra en el año 2017 al presente es notable.Algunos de los vehículos del Salón del Automóvil.
Además algunos de los vehículos expuestos, en forma permanente, en el museo cuentan con una gráfica que narra parte de su historia. Esto es fundamental para entender el porqué ese vehículo está exhibido en el Área III. En unas de las imágenes está un cartel, que se halla dentro del museo, donde se grafican las diferentes áreas del complejo museográfico.Una baquet Graham-Paige.
La Asociación Civil Museo Udaondo adquirió, en el 2018, un Kaiser Carabela porta coronas y ahora, sino hace de “food truck”, como lo hizo en la segunda exposición, del año pasado, está a modo de auto insignia estacionado a 45º en el frente de la entrada al Salón del Automóvil. Ese Carabela estuvo 10 años parado en un galpón sin uso, en el estado actual, y con el color que ostenta.Cartel con la historia del Packard Standard Eight.
En definitiva hubo buenos autos para ver, fue la ocasión ideal para charlar con amigos fierreros y encima el público y el clima acompañaron en la jornada. Ahora queda esperar qué novedades podrá apreciar el público visitante en el año 2020. Además de poder darle una mano al Museo Udaondo, ya sea con el pago de la entrada, que es un bono contribución, como consumiendo en la cantina que se monta en el jardín.El plano del Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo.
Todo suma a la hora que se recupere el patrimonio del complejo museográfico. Porque no solo de autos vive el museo. Sino que es mucho más que eso complementado con el Cabildo de Luján, que abrió nuevamente sus puertas el 25 de mayo, luego de estar mucho tiempo cerrado al público.Si te interesa colaborar con Archivo de autos auspiciando alguna nota, como seguidor, o poniendo publicidad, te dejo el siguiente enlace para tu información:https://archivodeautos.blogspot.com/2019/02/notas-patrocinadas.html
MauricioUldaneEditor de Archivo de autos
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