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Lunes 12, Iglesia de San Miguel.
La iglesia de San Miguel es un templo de culto católico. Su torre es el punto más alto de la ciudad. Bien de Interés Cultural, esta iglesia de San Miguel fue declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1931.
La iglesia de San Miguel se comienza a levantar a finales del siglo XV, y por la fecha de la placa existente en la puerta de la fachada gótica del evangelio (1484), cabe pensar que su construcción fue consecuencia de la súplica de la ciudad a los Reyes Católicos en la visita realizada por éstos en el año 1484 para la edificación de un nuevo templo en esta zona en la que la feligresía se servía de una antigua ermita. Su construcción, no obstante, se prolongaría durante varios siglos, dando lugar a un excelente conjunto de porte catedralicio donde se conjugan elementos propios del último gótico jerezano con otros del inicio y plenitud del renacimiento y del barroco.
De planta rectangular, el templo se divide en tres naves, la central más alta que las laterales, por pilastras de estilo gótico florido adornadas por doseletes de gran variedad entre sí, las más cercanas a la cabecera que se cubre con una magnífica bóveda de crucería, y de mayor simplicidad las que se encuentran cerca de los pies de la iglesia; y con un crucero que no sobresale en planta pero sí en altura.
Considerado como uno de los mejores templos de la ciudad de Jerez, se trata de una iglesia muy transformada, donde intervienen grandes maestros de la talla de Francisco Rodríguez o Diego de Riaño, y más tarde Hernán Ruiz II El Joven entre 1564 y 1568, a quien se debe la realización de su majestuosa Sacristía sobre una primera construcción de Martín de Gaínza, arquitecto mayor de la archidiócesis hispalense que trabaja en ella hasta su muerte, dejándola a la altura del entablamento.
De planta cuadrada y bellas proporciones y muy relacionada con la sacristía mayor de la catedral hispalense, se coronada por una airosa cúpula renacentista con casetones y decorada con placas de pizarra, que da como resultado en su conjunto uno de los espacios interiores más logrados de la arquitectura renacentista andaluza.
En su interior se encuentra un valioso conjunto de piezas mueble, en su mayoría barrocas. Destacan el Santo Crucifijo de la Salud atribuido a José de Arce, el tabernáculo de la Capilla del Sagrario, obra del siglo XVIII relacionado con los trabajos del ensamblador jerezano Andrés Benítez, o la custodia procesional labrada por Juan Laureano de Pina en el siglo XVII.
La capilla del Sagrario tiene planta de cruz griega con perímetro central achaflanado con columnas pareadas de orden corintio. El centro se cubre con cúpula octogonal con media naranja y linterna, y los brazos con bóvedas de cañón. Se atribuye a Ignacio Díaz, sobre probable diseño de su hermano Diego Antonio Díaz, por entonces arquitecto diocesano hispalense. Construida entre los años 1718 y 1759, su estilo, al igual que el de la fachada principal del templo está asociado al barroco sevillano, tan pujante en aquella época.
El gran retablo mayor sobre ábside de cinco lados y todo en madera, lo diseña y ejecuta en gran parte el prestigioso imaginero Juan Martínez Montañés entre 1601 y 1649, siendo continuado luego José de Arce entre 1641 y 1655.
Al exterior presenta tres fachadas, dos de ellas en estilo gótico: la del lado del evangelio, acabada en 1515, y la otra correspondiente al lado de la epístola.
Diego Moreno Meléndez, arquitecto local, diseña y levanta la espléndida fachada principal de este templo según el concepto de torre-fachada a los pies de la iglesia, entre 1672 y 1701. Concebido en el estilo del barroco sevillano afín al realizado en aquella ciudad por Leonardo de Figueroa, con quien colaboró, su cuerpo principal de acceso a la iglesia se enmarca por dobles columnas con hornacinas entre ellas y se eleva en tres cuerpos más, sucesivamente retranqueados, el último de planta octogonal y rematado por un vistoso chapitel revestido por azulejos en azul y blanco. Con gran profusión decorativa en columnas y pilastras, es una obra muy imaginativa, plena de espíritu barroco.
Martes 13, Alcázar de Jerez.
El Alcázar de Jerez es un conjunto de edificaciones fortificadas de origen almohade (probablemente siglo XII, siendo el edificio almohade más antiguo de la península ibérica), al que posteriormente se añadieron edificaciones barrocas palaciegas, y que es uno de los principales monumentos de la ciudad; se encuentra en el ángulo suroeste de la muralla que rodeaba a la ciudad, junto a la Alameda Vieja.
El alcázar ejercía en el Jerez musulmán como fortaleza-palacio, sede del poder que regía la ciudad. Se considera uno de los escasos ejemplos de arquitectura almohade que existen en la península ibérica. Actualmente se encuentra recogido en el denominado Conjunto Monumental del Alcázar y Cámara Oscura, cuya superficie visitable se ha multiplicado por dos tras la última restauración.
La colina sobre la que se levanta el alcázar (máxima elevación del casco histórico) ha estado habitada desde la Edad del Cobre, en el tercer milenio antes de Cristo. Recientemente, en 2009, unas excavaciones encontraron fondos de cabañas así como la huella de la presencia de antiguos silos que parece que correspondían a asentamientos de época prehistórica, concretamente del periodo Calcolítico de hace 5.000 años.
Posteriormente, las culturas tartesia, fenicia y romana no han dejado registros arquitectónicos en relación con el alcázar o las fortificaciones de la ciudad.
A mediados del siglo XI, Jerez jura fidelidad a los banu Jizrun del reino de taifa de Arcos. Es precisamente a esta época a la que pertenecen los primeros restos arquitectónicos localizados en el alcázar, aunque estos se reducen a unos pocos cimientos, realizados con piedras trabadas con barro.
En el siglo XII, como respuesta contra la autoridad de los almorávides, Jerez se proclama taifa independiente bajo el gobierno de Abul Gamar ibn Garrun, rey de Ronda. A partir de 1146 juró fidelidad a los almohades, quienes se harán con el control de Al Andalus en su lucha contra los cristianos del norte. La mayoría de los edificios islámicos que se conservan en el conjunto del alcázar pertenecen a esta etapa, que se prolonga hasta el año 1248, fecha en que Jerez se declara vasalla del Reino de Castilla, reinando en esta Fernando III El Santo.
Entre 1248 y 1255, el alcázar seguirá estando en manos de su gobernador musulmán, llamado Aben Obeit en las fuentes literarias cristianas, hasta que Jerez es asediado por los castellanos, y conquistado el alcázar.
Desde este momento, el alcázar pasa a estar controlado por una guarnición cristiana bajo el mando de Nuño González de Lara el Bueno, que dejó por teniente a Garci Gómez Carrillo. Sin embargo, en 1264 los musulmanes de Jerez se rebelan contra el dominio cristiano, entrando en el alcázar y pasando a toda la guarnición cristiana a cuchillo, coincidiendo con revueltas en Murcia y en otras localidades andaluzas. El mismo Libro del Alcázar menciona que los musulmanes entraron construyendo una mina o túnel desde el que pasaron al interior del recinto. Otra tradición dice que entraron a través de un muro desde el que saltaron a las propias murallas del alcázar. Sea como fuere, la fortaleza volvió a estar en manos islámicas. Las Cantigas de Santa María del Rey Sabio cuentan este hecho y el incendio de la capilla de Santa María, la antigua mezquita del alcázar.
El honrado héroe de Jerez, Don Fortun de Torres, Alférez Mayor de esta ciudad, quien sostuvo el pendón real en alto durante toda la batalla sin rendir el alcázar, sufriendo el horror de las mutilaciones hasta el momento de su muerte.
Alfonso X reacciona contra la revuelta, asediando la ciudad durante cinco meses, en 1264. Como resultado de este asedio, Jerez se rinde a las tropas castellanas, siendo expulsados todos los habitantes islámicos de la ciudad, que buscaron refugio en poblaciones cercanas o emigraron a África.
En esta definitiva etapa cristiana, el alcázar pasó a ser de propiedad real, estando en manos de tenientes que debían conservarlo para la corona. Sin embargo, durante la estancia en 1464 del rey Enrique IV en Jerez, éste tuvo que ser albergado en una vivienda particular al encontrarse la residencia del Alcázar en muy mal estado, señal del grado de deterioro en el que se hallaba.
No será hasta 1470 cuando encontramos datos documentales y arqueológicos de reformas en el conjunto. El Marqués de Cádiz durante su tenencia del alcázar, realiza grandes obras en el interior del recinto: repara los edificios y murallas, crea nuevo foso y erige una torre en el ángulo occidental, de tal manera que los Reyes Católicos durante su estancia en Jerez en 1478, pudieron albergarse en el alcázar.
Durante los siglos XVI y XVII vuelve a un estado de ruinas cada vez más absoluto e irreversible. En un informe emitido en 1588 y en diversas referencias de los distintos tenientes del alcázar, podemos observar hasta que grado llegó el deterioro, que culminará en el siglo XVIII con la construcción, por parte de Lorenzo Fernández de Villavicencio y Benitez según la creencia más extendida, sobre las ruinas de la residencia islámica, del palacio barroco que existe en la actualidad.
Con la edificación de este palacio y la ocupación continuada por sus propietarios, el alcázar vuelve a recuperar parte de su antiguo esplendor. Sede de fiestas y eventos sociales y culturales, llegó a contar con un coliseo en el que se representaron obras de teatro y óperas, que provocaron en el siglo XVIII una fuerte polémica entre Fernández de Villavicencio y el predicador beato Diego José de Cádiz.
Del original alcázar islámico, se conservan las puertas, la mezquita, los baños árabes, la torre octogonal y el pabellón del patio de Doña Blanca de Borbón. De etapas posteriores, destaca la Torre del Homenaje (siglo XV) y el palacio barroco de Villavicencio y el molino de aceite (siglo XVIII). Circundado en parte por la amplia Alameda Vieja, destaca con su presencia la imponente Torre Octogonal, con su doble encintado característico almohade, así como la Torre del Homenaje de los Ponce de León. Más tarde, una fachada renacentista sustituyó al antiguo muro de paso a los baños árabes. Fue entregado por Ibn Abit, último rey andalusí de Jerez, a Alfonso X El Sabio tras la reconquista de la ciudad.
Para que el Alcázar llegara hasta nuestros días fue clave la actuación de la familia Díez, que lo adquirió y evitó la ruina del edificio. Fue concretamente D. Salvador Díez Pérez de Muñoz (1858-1939), ilustre jerezano e industrial bodeguero, que en 1908 ya había comprado y restaurado los claustros de Santo Domingo, quien en 1926 compró el alcázar; lo hizo tras conocer los planes del Ayuntamiento de derribar el conjunto, argumentando su estado ruinoso, para construir en su solar un parque público. Al término de la II Guerra Mundial, varios de sus hijos y nietos residentes en el extranjero, retornaron a Jerez y se alojaron en el recinto, ya habitable. Actualmente está dedicado a D. Salvador Diez uno de los salones más nobles del Alcázar.
Durante la guerra civil española y la posguerra fue centro de represión y ejecución franquista.
Catalogado como Bien de Interés Cultural, el Alcázar de Jerez está declarado como Monumento, y así aparece publicado en La Gaceta de Madrid en el año 1931. Lo cual no evitó que se usara como cuartel militar en época franquista y posteriormente se empezara a construir en su interior un hotel (cuya estructura fue demolida en 1981).
Levantada por los soberanos almohades, esta mezquita es la única que se conserva en la ciudad de las dieciocho que había durante la época islámica. Su interior, hoy convenientemente restaurado, conserva además de sus clásicos arcos de herradura, las partes sustanciales para el rito musulmán, tales como son el alminar, el patio de abluciones, la sala de oración y el mihrab, así como un altar que nos recuerda que aquí se creó la primera capilla cristiana de Santa María del Alcázar. Los Baños Árabes conservan en muy buen estado las tres salas clásicas de este tipo de instalaciones. Construidas con sobrio ladrillo macizo y tosco, en las cúpulas de sus techos se abren lucernas estrelladas que les brindan la intimidad con que fueron concebidas.
En época franquista se actuó en la mezquita para glorificar al rey Sabio, lo que provocó determinadas actuaciones de escaso rigor histórico.
El palacio señorial lo crea don Lorenzo Fernández de Villavicencio, uno de los primeros alcaides de la ciudad, y se levanta en uno de sus costados a partir del año 1664 sobre restos de anteriores construcciones árabes. Se trata de un notable palacio barroco que sirvió de residencia a éste y otros alcaides y representantes públicos de la ciudad.
En su interior se aloja lo que se salvó de la botica de la Farmacia Municipal originariamente en el Convento de la Merced de Jerez de la Frontera. Se encuentra en perfecto estado de conservación y completada con diverso mobiliario de la época (siglo XIX)
El Alcázar cuenta con diversas zonas ajardinadas que incluyen olivos, cipreses y flores variadas y estanques con peces. Actualmente se puede acceder a gran parte de la superficie..
Anexo al edificio del molino se encuentran los jardines del "antiguo teatro Eslava", que se usan para actividades culturales.
El Patio de Armas, es la zona más espaciosa del conjunto, el lugar donde en tiempos de la dominación almohade el gobernador formaba a sus tropas. En torno a este espacio se disponen los principales edificios del Alcázar, y en la actualidad acoge todo tipo de actividades de carácter social y cultural.
En el interior de la torre principal del Palacio de Villavicencio, la más alta de la ciudad, se encuentra la Cámara oscura, un sencillo juego de lentes y espejos con el que se puede ver en tiempo real y a vista de pájaro todo cuanto acontece en el momento en las calles y plazas de la ciudad; así como los principales monumentos, campanarios de iglesias y espadañas y, tejados de los palacios y casonas, y las lejanas tierras de labor de la campiña jerezana.
Miércoles 14, Bodegas Tio Pepe.
Hoy visitamos la bodega Gonzalez Byass, una de sus marcas más conocidas es Tío Pepe, cuyo logotipo, formado por una botella de vino fino con sombrero y chaquetilla de color rojo, es una de las figuras más exitosas del mundo publicitario español.
En 2010 la bodega celebró su 175 aniversario y recibió el galardón a la Mejor Bodega del Mundo en el Internacional Wine & Spirit Competition.
El inicio de esta empresa se debe a la iniciativa de un joven emprendedor que se aventura en el próspero negocio de los vinos de Jerez. Manuel María González Ángel se rehízo de un fracaso empresarial con la ayuda de Francisco Gutiérrez de Agüera y de Juan Bautista Dubosc López de Haro, envía a Inglaterra diez botas de vino e inicia así la historia de esta empresa. En dos o tres años Manuel María González Ángel ya se encuentra totalmente volcado en el negocio de los vinos. En el mes de febrero de 1838 se firma en Cádiz la escritura de sociedad de la compañía "González y Dubosc". Esta escritura supone la formalización de la actividad que habían venido desarrollando en los últimos años, siendo cada uno de ellos propietarios de una tercera parte. Los negocios se llevarían entre todos pero Manuel María González y Juan Bautista Dubosc asumirían el uso de la firma y su dedicación en exclusiva, mientras que Francisco Gutiérrez de Agüera podría seguir con sus negocios de forma paralela.
A finales de 1838 se disponen de dos bodegas, la del Mercado y la de la Alameda, donde se almacenan los vinos y no será hasta 1840 cuando se compra un conjunto de bodegas y casas que será el inicio de lo que se llamará el Núcleo de la Constancia. En 1843 se renueva la compañía pero sin contar con el concurso de Francisco Gutiérrez de Agüera. La relación con Robert Blake Byass, reputado comerciante de vinos inglés, viene de finales de 1836 y se va reafirmando poco a poco hasta llegar a 1855 año en que se constituye “González, Dubosc y Compañía” cuando lo nombran agente en exclusiva para Inglaterra. Manuel María González Ángel quedaría al cuidado de los vinos y la empresa en Jerez y Juan Bautista Dubosc se encarga de abrir nuevos mercados en Irlanda, Escocia y, también, en el continente. Además, se incluye una cláusula que establece la forma de integrar a los hijos de los socios en la compañía. En este momento la empresa es una de las grandes exportadoras convirtiéndose en 1856 en la empresa líder en exportación, manteniendo esa posición durante más de 20 años.
En 1863, muerto Juan Bautista Dubosc, la empresa se renueva y nace “González y Byass” y se continúa con la intención de que la sociedad siga después en manos de sus hijos. Pero la introducción de los hijos como socios no se va a producir hasta 1870 cuando la compañía vuelve a cambiar el nombre a “González, Byass y Compañía” incluyendo a Manuel Críspulo y Pedro Nolasco González de Soto, por parte de Manuel María González Ángel, y a Robert Nicholl y Arthur Byass, por parte de Robert Blake Byass.
A principios del siglo XX tenía una importante presencia en el Caribe4.
Fue una de las primeras empresas en España en tener médico de empresa, una escuela para los hijos de sus empleados y otros servicios.
Entre sus representantes más destacados está Manuel María González Gordon, conocido como el "Papa del Sherry". Fue galardonado a lo largo de su vida con la Gran Cruz de la Beneficencia, la Orden del Imperio Británico, Hijo Predilecto de Jerez y guardia mayor del Parque de Doñana entre otros.
Aunque en los años 1980 los herederos de Byass abandonaron la empresa, diversos herederos de González siguen ocupando puestos directivos.
En 1992, por su 150 aniversario, sufragó el monumento al arrumbador en la Avenida Europa de Jerez, como reconocimiento al gremio.
En el año 2001 González Byass adquirió la bodega Croft a la multinacional Diageo. La bodega Croft se encuentra en la localidad portuguesa de Vila Nova de Gaia, en frente de Oporto. La bodega portuguesa de Taylor Fonseca se haría cargo de las instalaciones lusas de Croft.
En 2014 la multinacional filipina Emperador compró el 50% de la filial Bodega Las Copas S.L. y llegó a un acuerdo con González Byass para producir juntos brandy en España.
En 2016 recibe el Premio Innovación Agroalimentaria.
En 2017 es elegida Mejor Bodega de Europa en el Top 100 Sociedades Vitivinícolas del Mundo 2017 elaborado por la World Association of Writers and Journalists of Wines and Spirits (WAWWJ)
En 2019 recibe el Premio Ciudad de Jerez.
En la Sacristía de la bodega es donde se guardan los vinos más preciados o los consumidos por la propia familia propietaria.
Es la principal empresa bodeguera del Marco de Jerez. La solera de Tío Pepe fue establecida en 1844 y no ha sido interrumpida en todo ese tiempo. Debe su nombre a un tío del fundador, en cuyo honor elaboró una variedad de vino fino seco que dio fama mundial a la bodega. Es proveedor de la Casa Real.
El diseñador de la etiqueta y la botella del Tío Pepe con su guitarra, chaquetilla y sombrero andaluz, así como de su famoso eslogan, "Sol de Andalucía embotellado", fue un equipo encabezado por Luis Pérez Solero jefe de propaganda de la bodega por aquel entonces. Destaca su luminoso en la Puerta del Sol desde 1920.
Igualmente, colabora regularmente con universidades españolas y con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en temas de innovación.
Os hablamos de la bodega. Es un edificio de dos plantas compuesto por cuatro módulos cubiertos por bóvedas de hormigón diseñado por Eduardo Torroja Miret en 1960 y cuya ejecución realizó su hijo, José Antonio Torroja Cavanillas y Fernando de la Cuadra Irízar entre los años 1961 y 1964. El complejo bodeguero tiene tal tamaño que incluye en su interior calles que anteriormente eran públicas. Además posee un récord Guinness a la veleta más grande del mundo que funciona.
Las instalaciones bodegueras de la empresa están abiertas para visita todos los días del año. Las bodegas suelen ser una gran atracción turística en las zonas donde hay una gran tradición viticultora. Por ello, las bodegas de Jerez (cuna del conocido vino de Jerez o sherry) son una de las principales atracciones turísticas de la ciudad (con más de 240.000 visitas al año).
En sus instalaciones de Jerez cuenta con una calle interior (calle Ciegos), considerada una de las más bonitas de España por el suplemento 'Viajes' del periódico El Mundo. Además ha sido escenario de la serie la templanza.
Las instalaciones jerezanas de Tío Pepe cuentan con multitud de barriles firmados por celebridades: artistas, deportistas, miembros de la realeza, etc.
Una curiosidad de las bodegas mostrada a los turistas son los ratones que beben vino dulce.
En 2018 se inaugura la sala "El Botellero" con vinos del siglo XIX y otros destacados.
La bodega cuenta con un importante fondo archivo documental de 175 años de historia, que incluye parte empresarial y parte familiar.
Aunque González Byass es más conocida por sus vinos, también produce vinagre de Jerez, que es un producto con Denominación de Origen Protegida.
Aparece en la serie La Templanza. La calle por donde huye Carola Gorostiza ambientando un mercado, pertenece a la bodega de González Byass. Esta bodega, con más de 175 años de historia también se ambientó para recrear un despacho en Londres y uno de los salones. Las frutas y verduras que aparecen en el mercadillo, se adquirieron en el Mercado Rivera de la localidad vecina de Chipiona.
Jueves 15 de Julio, Arco de la Muralla del Arroyo.
Esta edificación fue abierta tiempos de Felipe II. Con objeto de facilitar la comunicación hacia El Puerto de Santa María y hacia Sanlúcar, se abrió una nueva puerta en la muralla de la ciudad, cuyo vestigio conservamos hasta el día de hoy: el arco del Arroyo, que fue conocido también como puerta del Arroyo e incluso como puerta Nueva. Esta edificación, continuidad de una obra fechada a comienzos del siglo XVI, parece que fue abierta tal y como la conocemos hoy en tiempos de Felipe II teniendo luego varias reformas. De los años 1588 y 1763 datan las dos lápidas anexas a cada lado de la puerta. La última y breve reforma, con el interés de reacomodar la zona, tuvo lugar hace tan solo unos años. En esa también se remodeló, con la crítica de algunos historiadores del arte de la ciudad, la Capilla de la Virgen de la Antigua: una pequeña capilla ubicada a un lado del arco del Arroyo que data de 1719, vendida tras la desamortización de Mendizábal y que hoy no tiene uso, pese a su polémica restauración.
Xerez mandó cubrir el Arroyo de los Curtidores y aderezó esta plaza y puerta y acabó esta obra siendo Corregidor don Fernando de Vera alférez mayor de la ciudad de Mérida y diputados don Rafael López de Espínola veinticuatro y Francisco Martínez de Cea jurado en el año de 1588
Primera lápida, de 1588
Se reedificó este arco de esta muy noble y muy leal ciudad de Xerez de la Frontera siendo corregidor de ella el Sr. Don Martín López de Roxas y Te ruel, de Córdoba y Sepeda y diputa dos los señores don Joseph Astorga y don Joseph Bernal veinticuatros perpetuos en el Año de 1765
Segunda lápida, de 1765
La zona del arco del Arroyo, hasta la Catedral, podría ser sin duda alguna objeto de interés cultural y turístico por su amplitud y su valor estratégico e histórico, algo que ya han comentado historiadores y figuras como José Manuel Moreno Arana o Eduardo Velo García. De hecho, este arco del Arroyo sustituyó en importancia a la Puerta de Rota cuando esta fue derribada en 1787, algo obvio si tenemos en cuenta la situación estratégica de dicho arco.
Viernes 16, Museo Arqueológico.
El museo Arqueológico de Jerez es un museo de arqueología considerado uno de los museos más relevantes de la ciudad y de la provincia de Cádiz. Se localiza en la plaza del Mercado, junto al palacio Riquelme, la Pinacoteca Rivero y la iglesia de San Mateo.
Los fondos existentes en el Museo Arqueológico de Jerez proceden principalmente de los yacimientos catalogados en su propio término municipal, el segundo de mayor extensión de España, el cual abarca el municipio urbano, las márgenes del río Guadalete y varios yacimientos neolíticos, fenicios y romanos.
El museo Arqueológico de Jerez cuenta, entre otras secciones, con una exposición permanente, una sala de exposición temporal, salón de actos, sala de audiovisuales, biblioteca, departamento de educación y acción cultural y departamento de investigación y restauración.
Desde 1997 forma parte del Registro de Museos de Andalucía.
En abril de 2005 se cerró por obras de rehabilitación y ampliación, si bien, se previó su reapertura a comienzos de 2011. No fue hasta el 23 de noviembre de 2012 cuando se llevó a cabo la reapertura tras estar siete años cerrado, recibiendo felicitaciones de las administraciones competentes por el resultado.
El origen del museo es el "Depósito arqueológico municipal" constituido en el Cabildo Viejo jerezano en 1873, edificio donde se encontraba la Biblioteca. Durante el primer tercio del XX la colección aumentó debido al interés de los arquitectos municipales José y Rafael Esteve. A partir de 1931, por orden de Manuel Esteve Guerrero, la colección se ordena y se abre al público en 1935.
En 1963, se convirtió por Orden Ministerial en Museo Arqueológico Municipal.
En 1972, se cerró, debido a las malas condiciones del edificio, permaneciendo 20 años la colección almacenada.
En 1982 se hizo cargo del Museo Rosalía González. En 1983 el Ayuntamiento dispuso la instalación del museo en la plaza del Mercado. Tras una larga rehabilitación, el museo se reinauguró en 1992.
El edificio sede del museo se sitúa en el barrio de San Mateo, una de las colaciones que Alfonso X El Sabio creó tras la Reconquista de la ciudad.
El núcleo principal de exposición permanente se encuentra en un palacete de finales del siglo XVIII. Su estructura responde a la tipología de casa patio, propia de los palacios del Barroco. Las instalaciones actuales se distribuyen en torno a tres patios.
Este inmueble pasó a ser en 1838, gracias a la herencia de Juan Sánchez, el colegio de Humanidades San Juan Bautista, embrión del actual Instituto Padre Luis Coloma. En 1851 pasaría ser el Instituto Provincial. En 1884 el Instituto Provincial se trasladó y el inmueble pasó a ser ocupado por la Escuela de Santo Domingo. En 1890 se construyó la sala Julián Cuadra. Siguió siendo centro de enseñanza hasta su abandono a principios de la década de los años 1970.
Posteriormente fue habilitado para acoger la sede del Museo Arqueológico Municipal.
El museo cuenta con una zona de tratamiento y recuperación de piezas históricas.
El museo realiza actividades para difundir la cultura entre los más jóvenes, incluyendo talleres de verano.
La Asociación "Amigos del Museo Arqueológico" lleva desde los años 90 haciendo un importante voluntariado sobre él.
Sus principales atractivos son un Casco griego corintio, único en España, hallado en las inmediaciones de la Cartuja en el río Guadalete,
una placa de cinturón grabada de la necrópolis de Haza de la Torre (El Cuervo), botella califal del periodo islámico, retratos romanos y otros objetos de Mesas de Asta, ídolo cilíndrico oculado del Cerro de las Vacas, de Lebrija, materiales de las excavaciones en las cuevas de la Dehesilla y el Parralejo, acuñaciones (siglo III a.C. – s. XIX), reproducciones de pinturas y grabados de la Cueva de la Motilla, maqueta de los yacimientos arqueológicos y puntas de lanza y flechas del año 2000 a. C. encontradas en Torre Melgarejo.
El Museo cuenta con una gran cantidad de objetos en su fondo, destacando por su reciente fecha 300 placas litográficas protegidas por ley originarias de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, principalmente de la primera industria del jerez.
Igualmente, el museo realiza actividades de recuperación de piezas de la historia reciente de la ciudad, como la Feria del Ganado de Jerez.
Los arqueólogos del Museo de Jerez recibieron en 2018 la Insignia de Oro del Centro de Estudios Históricos Jerezanos (CEHJ).
Este palacete también aparece en la serie La Templanza. La plaza y la fachada del museo arqueológico es protagonista en muchas secuencias de la serie. Es la fachada de casa de los Montalvo y posteriormente de Don Mauro Larrea, aunque realmente el interior de la casa donde vive Larrea en Jerez es el bonito palacio del Virrey La Serna, que en breve visitaremos.
El museo Arqueológico, está considerado como uno de los museos más relevantes de Jerez y de la provincia, donde se conservan piezas únicas. El edificio es un palacete de finales del siglo XVIII, de tipología de casa patio, muy particular de los palacios del Barroco. El museo se distribuye en torno a tres patios.
A nosotras nos encanta, cada vez que podemos nos damos una vueltecita por él
Sábado 17, Palacio de Campo Real.
El palacio de Campo Real o palacio de Benavente es un palacio situado en el casco histórico, de origen medieval, su fachada es neoclásica.
Según la tradición, cuando la ciudad fue conquistada por Alfonso X El Sabio, este le otorgó el solar del actual palacio a un caballero noble de la ciudad que le había ayudado en la conquista. Las familias nobles se fueron cruzando con otras familias nobles de la ciudad, como los Benavente y Cabeza de Vaca en el siglo XVI.
El origen del edificio, según la lápida expuesta en el portal de la residencia, data de 1545, mandado construir por Pedro Benavente Cabeza de Vaca y Carvajal sobre una construcción islámica. En su interior aloja la bodega más antigua de Jerez.
Los herederos del inmueble fueron los Marqueses de Campo Real.
La actual fachada, de estilo renacimiento-neoclásico, fue construida en 1785 por José Vargas y Sánchez. Se compone de dos plantas. La puerta principal está flanqueada con dos columnas jónicas y sobre ella, un balcón enmarcado bajo un arco.
El patio es de planta rectangular de cuatro lados y armónico, está decorada con motivos vegetales y heráldicos. Uno de los medallones representa el matrimonio de Pedro Banavente y Beatriz Bernalte.
Históricamente, el palacio ha acogido antiguos grandes bailes de gala, fiestas benéficas y conciertos de música clásica.
Actualmente es propiedad privada de Manuel Alfonso de Domecq-Zurita, Vizconde de Almocadén, miembro de la Real Academia de Ciencias, Artes y Letras San Dionisio de Jerez.
También ha sido una de las localizaciones más importantes de la serie La Templanza. Este palacio fue escenario de la fachada de la casa de Mauro Larrea (Rafael Novoa) en México. La fachada fue pintada de un tono melocotón para la serie. También fue la casa de Carola Gorostiza en Cuba, donde también se celebró un baile de máscaras en el jardín. La bodega de este palacio se caracterizó también como una típica taberna de Jerez y donde hay un tablao flamenco, que sale en varios capítulos de la serie.
Domingo 18, Catedral de Jerez.
La catedral es una construcción del siglo XVII que aúna los estilos gótico, barroco y neoclásico.
La actual iglesia se alza sobre parte de los restos de la primitiva Mezquita Mayor de Jerez y la antigua Iglesia del Salvador (también conocida como "Casa del Abad"), del siglo XII. Esta última se derrumbó por su estado ruinoso, y ha quedado escasa documentación sobre ella.
La catedral de Jerez es la antigua Iglesia Colegial, elevada a la dignidad catedralicia por la bula «Archiepiscopus Hispalenses» del 3 de marzo de 1980 de Juan Pablo II. Tiene como titular a Nuestro Señor San Salvador, y celebra su fiesta el 6 de agosto, Transfiguración del Señor. El templo fue consagrado por el cardenal José María Bueno Monreal el 10 de diciembre de 1978, II Centenario de la inauguración del templo. Como tal catedral del nuevo obispado asidonense jerezano fue el lugar donde se promulgó la bula de constitución de la Diócesis el 29 de junio de 1980 con la entrada del primer obispo monseñor Rafael Bellido Caro. Ha sido también el templo donde recibieron la ordenación episcopal monseñor Juan del Río Martín, el 23 de septiembre de 2000 y monseñor José Mazuelos Pérez, el 6 de junio de 2009, además de ser lugar de numerosas ordenaciones sacerdotales y diaconales, así como de otras celebraciones importantes de la diócesis.
La institución del Cabildo Colegial se remonta a la conquista cristiana de Jerez, el 9 de octubre de 1264, constando que estaba ya constituido el 23 de septiembre de 1265 en que Alfonso X el Sabio extiende en su favor el privilegio de dotación. Constaba de un abad y hasta diez canónigos en el curso de su historia. Un cardenal y varios obispos fueron anteriormente miembros del Cabildo, y otros varios por su cultura y obras de beneficencia figuran en la historia local. Fue disuelto por la bula del papa Juan Pablo II (26 de mayo de 1984) para dar paso al nuevo Cabildo Catedral, que consta de doce canónigos que ejercen los diferentes oficios propios del Cabildo. Esto dio lugar a nuevas obras que modificaron el la edificio y la Casa de Abad (descubiertos en 2017 y a falta de interpretar).
El Cabildo Colegial acometió el 9 de mayo de 1695 animosamente la obra de un nuevo templo, cuya traza todo indica se le encargó al maestro mayor de obras de Jerez, Diego Moreno Meléndez. La obra se prolongó a lo largo de más de ochenta años, llevándose adelante gracias a la dedicación y sacrificios de los canónigos, y siendo costeada con los bienes del cardenal Arias y luego con sustanciosa ayuda real y papal, hasta que la totalidad del templo se bendijo el 6 de diciembre de 1778, habiéndose puesto al culto la mitad del templo el 16 de junio de 1756. Directores de las obras fueron los maestros Ignacio Díaz de los Reyes (+ 1748), Juan de Pina (+1778) y Miguel de Olivares, que actuó bajo las órdenes de Torcuato Cayón de la Vega. Del templo anterior, derruido en 1695, solamente queda la torre. En ella, demás del campanario, se encuentra una matraca única en el país por su estilo.
Se quería una iglesia grande y hermosa, que no desdijera de las que ya había en la Ciudad como San Miguel y Santiago, y fuera digna de ser algún día catedral. En 1580 y en 1781 se elevaron a la Corona peticiones desde Jerez para la constitución en la ciudad de un nuevo obispado. Pero no fue hasta 1980 que el viejo deseo pudo alcanzarse.
El templo es una construcción de estructura gótica, con cinco naves de desigual altura que se apoyan por el exterior en contrafuertes y arbotantes, y una nave transversal, en cuyo encuentro con la nave mayor se alza una airosa cúpula octogonal a 40 metros sobre el suelo de la iglesia. Cada una de las aristas del octógono están decoradas por estatuas de piedra que representan a los santos doctores de la Iglesia Latina (San Agustín, San Ambrosio, San Gregorio Magno, San Jerónimo, San Atanasio, San Juan Crosóstomo, San Basilio Magno y San Gregorio Nacianceno). La nave central y el crucero tienen una altura de 20 metros, las naves colaterales 13 metros y las naves más extremas 8 metros.
Los arcos son de medio punto, no ojivales, y las bóvedas son de arista, construidas las de la nave central y el crucero en piedra labrada y muy ornamentada, mientras que las de las naves laterales son de rosca de ladrillo y sin adornos. Propiamente no tiene más capilla que la del Sagrario, de estilo neoclásico. La fachada principal ostenta una triple puerta, y está adornada con imaginería y motivos barrocos, como asimismo las dos puertas laterales, llamadas de la Visitación y la Encarnación y vidrieras.
Tras el Concilio Vaticano II se hizo una obra interior de adaptación, que posteriormente ha sido modificada para darle mayor amplitud al espacio celebrativo y facilitar la participación de los fieles.
Se hallan en el interior algunos cuadros e imágenes de verdadero valor artístico, entre los que citaremos el Cristo de la Viga, crucificado tardogótico de finales del s. XV, y la Virgen Niña, de Francisco de Zurbarán, así como la Custodia procesional de plata, obra de 1951 según diseño de Aurelio Gómez Millán. Igualmente, hay esculturas de los apóstoles de José de Arce.
Cuenta también con un órgano romántico de 1850, según proyecto de John Bishop y, desde 2012 con otro de Guillermo d'Enoyer (siendo este el único instrumento en Jerez de tracción mecánica). En 2015 se adquiere un nuevo órgano.
En el templo catedralicio tiene también su sede la Parroquia del Salvador, la primera de las parroquias de la ciudad, según consta del libro de Repartimiento de Casas del 3 de octubre de 1265.
También hemos subido a la torre del campanario, un gran esfuerzo, sobre todo por mi parte, porque tengo un vértigo enorme, eso sí, no he sido capaz ni de sacar el móvil para haceros una foto. De estilos gótico-mudéjar en su parte inferior y barroco en la superior, la torre campanario de la catedral de Jerez se encuentra separada por unos escasos metros del edificio principal. Su construcción probablemente se haya realizado sobre el minarete de la antigua mezquita de la ciudad de la época musulmana. La cúpula que decora la parte más elevada de la torre está decorada con azulejos con los colores del pendón de la ciudad. En la parte superior, una veleta en forma de cruz.
Para acceder a la primera sala del campanario es necesario subir por una estrecha escalera de piedra. Son tres el total de salas que conforman el campanario. Estas están comunicadas por una escalera de caracol hecha de metal. En ellas se encuentran ocho campanas; cuatro de ellas fijas y otras cuatro de volteo, además de dos pequeñas de señales. Cada una de las campanas tiene un nombre inscrito en ella así como su año de fundición y una leyenda u oración. En la primera sala del campanario se encuentran las campanas más graves: La Gorda (1566), San Salvador (1682), San Miguel Menor (1752), San Miguel Mayor (1797). En el siguiente nivel están Salvadora (1885), San José (1885) y Sagrado Corazón (1928) que son las campanas más agudas. En el tercer y último nivel está Santa Águeda (1510), la pieza más antigua y la campana fija del reloj. La mayor de todas ellas es La Gorda, con un diámetro de 137 cm y un peso de 1489 kg.
Una de las piezas más singulares que posee el edificio es una matraca, cuyas dimensiones y forma la hacen única en toda España. Se trata de una caja de madera en forma de campana, dotada de diversas asas metálicas, que golpean al girar sobre sendas piezas de hierro clavadas en la madera. El toque de este peculiar instrumento solo tenía lugar entre el Jueves Santo y Sábado de Gloria, puesto que la tradición prohibía el toque de las campanas durante estos días.
Desde 2019, tras una importante intervención en la estructura de la torre y la restauración de sus campanas, es posible la subida para poder disfrutar de una de las panorámicas más impresionantes de la ciudad de Jerez así como observar de cerca las campanas.
También aparece este enclave en la serie La Templanza. En la Catedral de Jerez se celebra la boda concertada por la familia, entre la protagonista Soledad Montalvo de joven (Carla Campra), con el empresario inglés mucho mayor que ella Edward Claydon (Nathaniel Parker). En esta localización solo se ve el exterior de la Catedral, la bonita escalinata y los aledaños.
El Museo de la Catedral de Jerez expone el cuadro de La Virgen Niña de Zurbarán, la custodia procesional del Corpus, la antigua sillería del coro, el cuadro de la Virgen de Guía y diversa platería y ornamentos sagrados de los siglos XVIII y XIX. En un ámbito más localista destacan los cuadros del pintor jerezano Juan Rodríguez El Tahonero.
En sus aledaños se descubrieron restos de la mezquita mayor de la ciudad sobre la que se construyó el templo.
En sus tumbas se encuentran enterramientos ilustres de la ciudad. El último ha sido el primer obispo de la ciudad, Rafael Bellido Caro.
En la catedral está el Fondo Colegial del Archivo Diocesano. La mayor parte de su contenido bien se quedó en Sevilla como documentación de su solicitud de obispado en el siglo XVI, bien se perdió en un incendio en 1918. Aun así destaca un privilegio de Enrique III fechado en 1393.
Para la recuperación de la Biblioteca fue clave el nombramiento de José Luis Repetto Betes como Dean, que buscó los apoyos necesarios para evitar su ruina.
En 2015, el pésimo estado de conservación de las campanas obligó a su desmontaje y retirada de la torre de la catedral. Una empresa fue la encargada de la restauración de las ocho campanas que estaban a solo un 5% de su capacidad con el fin de eliminar la suciedad provocada por las aves, la reparación de las grietas y la mejora de la estructura de sujeción hecha de madera. Esta intervención permitió además la automatización del toque de las campanas para que no fuera necesario hacerlo manualmente. Finalmente, el regreso de las campanas a la catedral de Jerez tuvo lugar en mayo de 2018.
A finales de 2017 comenzaron las obras de rehabilitación de la torre-campanario de la catedral debido al profundo deterioro sufrido tras el paso del tiempo. Dicha intervención tuvo como propósito no sólo la restauración de la estructura del edificio sino la reposición de las campanas anteriormente restauradas y la adecuación de la torre para hacerla visitable. Tras la limpieza de la piedra, la reparación de la escalera el incremento de las medidas de seguridad y la instalación de luces en su interior, la apertura al público de la torre tuvo lugar en enero de 2019.
En 2020 se obtiene el permiso para rehabilitación de los antiguos restos de la Iglesia Mayor (levantada sobre la mezquita principal del siglo XII) y la Casa del Deán.
Actualmente el templo es sede de dos hermandades de penitencia:
Hermandad del Cristo de la Viga
Hermandad del Resucitado
La catedral posee arbotantes pese a no ser habitual en su época debido a que la cúpula se cayó y fueron necesarios para aguantar el peso de la nueva. En este desastre se salvó la imagen de un cristo gracias a la presencia de una viga. Debido a este suceso, la imagen recibió el nombre de Cristo de la Viga (siendo la talla más antigua que procesiona en la Semana Santa de Jerez de la Frontera).
La construcción de la catedral fue sufragada con un impuesto sobre el vino de jerez que aprobó la corona.
En la iglesia se encuentra la Virgen del Socorro, copatrona de la ciudad desde 1610.
Cuenta con un Coro Capilla Musical Catedralicia.
Y con esto, terminamos nuestra semana turística.
El próximo domingo, más.