Dos nombres conocidos para los espectadores para la tercera sesión de la MCIB: Marco Tullio Giordana y Piero Messina. Ha pasado más de una década desde que el público de la Mostra de Cinema Italiano de Barcelona podía ver en su primera edición hace más de una década de Romanzo di una Strage. Giordana se ha revelado a través de sus películas como un narrador de la historia de la italia reciente. Y así vuelve a suceder en La vita accanto, la cinta que pudimos contemplar en la tarde del domingo de la MCIB. Para ello nos traslada a 30 años a la ciudad de Vicenza donde en un elegante palazzo con vistas al río reside Osvaldo (Paolo Pierobon), un reputado médico casado con María a la que se ve subir alegremente las escaleras (Valentina Bellé) porque finalmente está embarazada.
El bebé nace con una antiestética marca roja en el rostro que pronto provoca el rechazo de la madre. Rebecca (Sara Ciocca entre los 10 y los 12 años y Beatrice Barison entre los 17 y los 22 años) crece en el interior de esta gran jaula dorada, privada de afecto protegida por la tía Erminia (Sonia Bergamasco), y con una sola amiga: la extrovertida Lucilla. Rebecca tiene un gran talento para la música. Erminia, una gran pianista, se convierte en la profesora de su sobrina y, mientras su madre se va alejando cada vez más, la joven encuentra su propia forma de expresarse y de darse a conocer al mundo. Giordana vuelve a contar con Sonia Bergamasco veinte años después de su obra cumbre, La meglio gioventu para reflexionar con una cuidada puesta en escena sobre la fragilidad, los problemas de comunicación y en la que la música con la banda sonora de Dario Marinelli tiene un gran protagonismo.
¿Que pasaría si tuvieramos la oportunidad de poder volvernos a despedir de nuestros seres queridos por una vez más? Esta útopica propuesta de ciencia-ficción es el planteamiento de Another End, de Piero Messina que tuvo su presentación internacional en la Berlinale y que los espectadores que acudieron al Verdi Park pudieron ver en el pase de noche.Sal (Gabriel García Bernal) iba al volante la noche que murió su pareja Zoe en un accidente de tráfico. Su hermana Ebe (Berenice Bejo) le propone que pruebe la nueva tecnología de Aeternum una empresa que devuelve la vida la conciencia de una persona fallecida. De este modo se vuelve a reencontrar con Zoe, cuya alma y recuerdos vuelven a cobrar vida aunque en el cuerpo de una persona diferente que actúa como huésped (Renate Reinsve). Messina a los que los espectadores de la MCIB descubrimos en su ópera prima L'attesa reflexiona en su segundo filme en grandes cuestiones filosóficas como la división entre cuerpo y alma y las cuestiones éticas que plantean las nuevas tecnologías que transforman la forma en que nos conectamos y relacionamos con el mundo. Estéticamente la cinta está muy muy cuidada gracias al uso de los tonos azules, negros y grises con el que Fabrizio La Palombara crea una atmósfera fría acompañada de un montaje con cortes abruptos que nos devuelven a la depresión y triste realidad de Sal. Un viaje altamente emocional que se mueve entre la ciencia ficción y el drama romántico.