Tendría que haber publicado esta entrada el 21 de abril, que fue cuando tuve la visita con la endocrino que lleva mi hipotiroidismo subclínico. Pero me he dado cuenta de que no os había contado nada al respecto, y no puede ser.
Mi última visita al endocrino fue justo antes de empezar la FIV. Me recetó Eutirox 50mg para conseguir bajar mi TSH por debajo de 2,5. Me dijo que la siguiese tomando y que cuando consiguiese el embarazo, contactase con ella porque habría que subir la dosis.
Con cada una de las betas que me hice, aproveché y marqué en el volante la opción de tiroides para que me lo analizasen, y en caso de que fuese positivo, poder acudir con ese valor al endocrino de nuevo.
Con la beta negativa de Campeón, mi TSH estaba sobre 0,8, más o menos, y cuando conseguí el positivo de Bolita, mi TSH estaba en 2,1, o sea, que sí, que se va de madre con el embarazo.
Pedí cita con la endocrino y me dieron fecha para dos semanas después. Eso me preocupó, ya que una TSH superior a 2,5 en el embarazo puede ser motivo suficiente para sufrir un aborto.
Ya que no tenía medios para hablar con un endocrino antes de esas dos semanas, consulté con mi doctora de la clínica de infertilidad, y me dijo que no me preocupase, que siguiese con mi dosis habitual, y que estando aún por debajo de 2,5 tenía margen de tiempo.
Por fin llegó la cita con mi endocrino hippy (la que lleva un piercing en la nariz y debe ser de mi edad más o menos), me recordaba a mí y recordaba mi caso. Me felicitó muy efusivamente y estuvo en silencio pensando un rato.
Al final decidió recetarme Eutirox 75mg, y me pidió que después de dos semanas tomándolo, volviera a medirme la TSH y se lo mandase a su correo electrónico personal para decirme qué hacíamos.
Qué maja, ¿no?
El hecho de no tener que pedir una cita con ella para enseñarle los resultados y poderlo hacer por correo electrónico hizo que me enamorase más de ella si cabe. Me encantan los profesionales tan humanos.
A las dos semanas hice lo que me pidió. Me analicé la TSH obteniendo un valor de 0,53.
Le mandé por correo electrónico el análisis y me respondió que era correcto, por lo que tenía que volver a analizarme la TSH entre finales del primer trimestre y principios del segundo (ya me dio volante también en aquella visita para este segundo análisis).
Ya me encuentro a principios del segundo trimestre, pero estoy tranquila porque en un análisis que me hice para esa odiosa clínica que llevaba mi embarazo el 18 de mayo, la TSH estaba en 0,86, por lo que es probable que aún tenga margen. No obstante, mi intención es ir a finales de esta semana o principios de la que viene, porque la tiroides no es moco de pavo, aunque haya muchos profesionales sanitarios que no le den la importancia que realmente tiene.
Y así es como controlo mi hipotiroidisimo subclínico en el embarazo. ¿Alguien más lo ha padecido a raíz de los tratamientos de reproducción asistida? ¿o por el contrario veníais de serie con él?
¡Contadme vuestros casos!