¿De qué manera una persona modelo en fortalezas te podría inspirar a ser tu mejor yo?
Claudia Morales Cueto
(Texto publicado originalmente en inglés
y reproducido con autorización de psychologytoday.com)
En este día de la fiesta de santa Teresa de Jesús (octubre 15), recuerdo cuando comencé a leer sus obras, en una etapa muy estresante de mi vida. Quería aprender cómo orar y encontrar serenidad. En ese tiempo era editora ejecutiva de cuatro revistas mensuales y mi hijo y mi hija estaban dejando de ser niños, comenzando a enfrentar los retos de la adolescencia. Era un tiempo de transformación. Los escritos de santa Teresa, la mística del siglo XVI, no sólo me enseñaron cómo abrazar el cambio y rezar en esa época difícil, sino también cómo vivir con plenitud. En otras palabras, ¡santa Teresa me enseñó cómo florecer!
Me pareció muy inspirador el hecho de que santa Teresa es una mujer con los pies en la tierra y aceptaba sus fortalezas con autenticidad. Esto ha contribuido al bienestar de muchas personas a lo largo de los siglos, hasta el día de hoy, y ha tenido un impacto distintivo para contribuir a un bien mayor.
He estudiado a santa Teresa de Jesús (también conocida como santa Teresa de Ávila, especialmente en los países angloparlantes) por casi dos décadas y he escrito cuatro libros acerca de esta inspiradora santa. Cuando estaba escribiendo mi primer libro, Vida que transforma vidas, que es una guía para leer el libro de la Vida de santa Teresa, algo me despertó especialmente la curiosidad:
¿Cómo pudo santa Teresa aguantar la burla y el rechazo de sus experiencias místicas, así como el haber escuchado repetidamente por parte de sus confesores que sus experiencias más personales y poderosas eran demoniacas? ¿Qué fortalezas de carácter la habrían ayudado para soportarlo y prosperar?
Decidí usar mi conocimiento de su vida, personalidad y escritos para hacer el VIA Survey , que evalúa las fortalezas de carácter, desde su punto de vista. Pensé que esto revelaría el núcleo de sus fortalezas de carácter y me ayudaría a entender la fuente de su resiliencia. Si una mujer puede levantarse una y otra vez y prosperar en el camino —a pesar de numerosos obstáculos— debe de ser una mujer que está usando sus fortalezas de carácter de manera robusta.
Esto es verdad en el caso de santa Teresa.
Comenzaré por nombrar sus fortalezas. Al usar esta táctica con el VIA Survey, sus fortalezas más altas —las fortalezas insignia de santa Teresa de Jesús— fueron valentía, amor, equidad, perdón, gratitud, honestidad y esperanza. Me enfocaré en tres de estas fortalezas insignia y la forma en la que las usó en su vida: valentía, amor y esperanza.
Una mujer valiente
Valentía significa no arredrarse frente a las amenazas o dificultades y defender lo que es correcto aunque exista oposición. La valentía puede ser física, psicológica y moral. Santa Teresa de Jesús luchó muchas batallas, tanto interiores como exteriores. Su valentía, combinada con una notable honestidad, la llevó a someter sus experiencias místicas a varios teólogos. Estos expertos, uno tras otro, dudaron de su mérito e inclusive le prohibieron orar y estar sola por meses, pues atribuían sus experiencias divinas a fuerzas del mal.
Fue suficientemente valiente para obedecer, pero también tuvo el coraje para seguir buscando otros asesores, en una época en la que la Inquisición era implacable. Su tendencia natural era ser querida, pero tuvo que luchar contra este deseo para ser libre y cumplir con su propósito: una vida dedicada a la oración y al amor. Este fue el propósito que encendió la chispa de su transformación personal y más tarde inspiró su deseo de fundar un monasterio en 1562 y algunos años después la lanzó por los caminos de Castilla, España, para fundar muchos otros. En 1575 su reforma fue prohibida y sus superiores (el Capítulo General de los Carmelitas) le ordenaron permanecer en el convento de su elección, a manera de cárcel.
Sin embargo, santa Teresa se defendió. Mostró una valentía moral para pelear por lo que ella creía que era correcto. A pesar de no poder salir de su convento, escribió abundantes cartas a los monasterios que había fundado, a sus aliados, amigos, familia y asesores para mantener encendida la chispa de la reforma. Sus acciones no fueron ofensivas o agresivas, sino que ejercitó el perdón, la inteligencia social y una defensa activa de sus ideales. Ella explica: “Si Dios no diera los buenos amigos que nos dio, todo no era nada”.
Una mujer de amor trascendente
Santa Teresa de Jesús es la fundadora de la Orden de los Carmelitas Descalzos (monjas, fundadas en 1562; y es la única mujer que ha fundado una orden para hombres, los frailes en 1568). Además, ella ha inspirado numerosas comunidades espirituales en las que se practica la oración contemplativa. Fue la primera mujer en ser reconocida como Doctora de la Iglesia (1970) porque sus escritos tienen lecciones valiosas para los fieles acerca de cómo orar y amar.
Para santa Teresa, la oración no es un ensimismamiento o complacencia personal, sino una relación amorosa con Dios, que nos permite salir de nosotros mismos por medio del servicio y de la donación. Santa Teresa enseña que la oración es una manera de perfeccionar el amor, y que la práctica del amor contribuye a la profundidad de la oración.
Santa Teresa afirma que el “negocio” de la oración no está en el pensamiento, la capacidad intelectual o el saber académico. Por el contrario, ella enfatiza que así como todas las almas son capaces de amar, todas son capaces de orar. Como es una relación personal con Dios, la oración se define por la mutualidad, no por las ideas o el razonamiento. Como experta en la naturaleza humana, santa Teresa señala que si nos molesta pasar de la oración al servicio a los demás es porque buscamos más nuestra propia satisfacción o porque en la soledad hay menos ocasiones de ofender a Dios. Sin embargo, nadie puede estar cierto de sus virtudes si éstas no se han probado. Ella añade: “ se nos da a entender quién somos y hasta dónde llega nuestra virtud”. En soledad, el autoengaño es fácil; en la vida en común nos damos cuenta de la verdad acerca de nosotros mismos.
Una mujer de esperanza confiada
¿Cómo puede una monja que no tiene dinero ni posición social establecer 17 conventos de monjas y 2 de frailes en tan solo 20 años?
En su libro de la Vida santa Teresa escribió: “Siempre está bullendo el amor y pensando qué hará”.
Claramente, el corazón de santa Teresa rebosaba de amor. Ella deseaba compartir su experiencia de oración y crear comunidades con un estilo de vida centrado en el amor, la humildad y la libertad. Santa Teresa vivía con esperanza, una fortaleza cognitiva, emocional y motivacional abierta hacia el futuro. No es una fantasía ilusa porque la esperanza está fundada en la noción de que los buenos eventos serán más probables si uno hace todo lo que puede. De esta manera, santa Teresa combinó su fortaleza de perseverancia (su 8º fortaleza más alta) con su fortaleza insignia de esperanza para lograr cada una de sus 19 fundaciones, así como para escribir de manera prolífica cartas y libros. Ella se dispuso con todo su ser a Dios y para servir a su comunidad, y expresó un fuerte sentido de agencia.
Ella creía que lo que detiene a Dios para mostrar sus grandes y maravillosas obras es nuestra falta de determinación. Por ello, la perseverancia y la esperanza son cruciales. Su esperanza estaba motivada por su confianza en Dios y basada en su propia determinación y en las palabras divinas que escuchó cuando estaba estableciendo su primera fundación: “entra como puedas”. Para ella esta frase significaba que debía hacer todo lo que pudiera para alcanzar sus metas y, al mismo tiempo, ser flexible para ajustar el camino para lograrlo.
Conclusión
Hace décadas, era común tener amigos por correspondencia. Recuerdo haber tenido varios amigos por carta cuando era niña. Con Teresa, en cambio, he desarrollado una amistad por medio de sus libros. Al examinar de cerca sus escritos, he viajado en el tiempo y caminado con ella por los caminos de la Castilla del siglo XVI. Ella se ha hecho presente para mí y me ha marcado profundamente aquí, en el siglo XXI, como guía y madre espiritual.
Más aún, ella me ha enseñado que las florecitas de las virtudes necesitan ser regadas, las malas hierbas tienen que ser arrancadas y la vida floreciente es una de autenticidad y bondad cimentada en la encarnación de las fortalezas.
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Acerca de Claudia Morales Cueto
Claudia Morales Cueto es exalumna de una escuela teresiana, esposa y madre. Tiene una Licenciatura en Comunicación por la Universidad Iberoamericana (Ciudad de México) y un Diploma en Psicología Positiva por la misma institución, así como una Maestría en Liderazgo Positivo por la Universidad Tecmilenio (México). Es autora de cuatro libros que sirven como guías para entender las obras de santa Teresa de Jesús (más en https://www.facebook.com/AmigosdeTeresa/). Como escritora, editora y maestra, su práctica profesional une su interés en la comunicación, la psicología positiva y la espiritualidad. Es una instructora entrenada en MBSP (Mindfulness-Based Strengths Practice, Práctica de Fortalezas Apoyada en Mindfulness) y guía estos cursos en México.Referencias
Álvarez, T. (2004). Santa Teresa, Obras Completas. Burgos: Monte Carmelo
Morales Cueto, C., Castro Yurrita, E. (2010). Vida que transforma vidas. Mexico: Editorial Santa Teresa.
Niemiec, R. M. (2014). Mindfulness and character strengths: A practical guide to flourishing. Boston: Hogrefe Publishing.
Seligman, M. E. P. (2011). Flourish. New York: Free Press.
Tarragona, M. (2012). Positive identities: Narrative practices and positive psychology. Oregon: Positive Acorn Publications.
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