El año 2024 termina con millones de españoles cabreados, "hasta los congojos" (cojones u ovarios, según sexo). El sanchismo nos ha maltratado, expoliado, humillado, dividido, enfrentado y avergonzado con sus indultos y amnistías a indeseables, su asalto al Poder Judicial, su corrupción galopante y sus impuestos abusivos. No es difícil enumerar la lista de los cientos de atropellos y comportamientos antidemocráticos, sucios, canallas y delictivos del actual poder político español, impregnado hasta las trancas de maldad y corrupción. Con este artículo queremos despedir el año y enumerar sólo algunos de esos cánceres que están destrozando y pudriendo la salud, la prosperidad, la paz, la convivencia y el futuro de los españoles. Millones de ciudadanos estamos hartos de tanta iniquidad y abuso, de que nos gobiernen delincuentes y chorizos, de que nos invadan, de que la cobarde y débil oposición del PP no sea capaz de representar una alternativa, de que nos cobren impuestos injustos y confiscatorios, de que nos endeuden por generaciones enteras, de que sean premiados los canallas y castigados los héroes, de que maltraten a país, de que roben, de que quienes cobran los impuestos no sean de fiar, de que indulten a golpistas y delincuentes, de que protejan a los ladrones de viviendas (okupas) y de cientos de canalladas, suciedades y bajezas, todas ellas promovidas o perpetradas por los que gobiernan la nación, mala gente que está obligada en democracia a ser ejemplar. ---
Hasta los congojos de que asesinen la democracia, acuchillen los valores, se alíen y den poder y dinero a los que odian a España,
Hasta los congojos de ser gobernados por marxistas a los que los votantes no otorgaron la mayoría en las urnas, encaramados al poder gracias a que son apoyados por partidos minoritarios golpistas y amigos del terrorismo, ajenos a la Constitución y llenos de odio a España.
Hasta los congojos de que el destino de España lo trace un prófugo llamado Puigdemont y de que quienes dicten la política sean un ex terrorista llamado Otegui y un catalán republicano, lleno de odio a España, llamado Oriol Junqueras.
Hasta los congojos de que Hacienda recaude con odio y arbitrariedad, de que el fisco perdone a los corruptos, sobre todo si son socialistas, de que el partido socialista entero se haya entregado a los tipos más sucios y corruptos de la política europea.
Hasta los congojos del sectarismo, del amiguismo, del nepotismo, de que destrocen la igualdad entre las regiones y pueblos de España y de la utilización del dinero público para pagar putas, queridas, drogas y voluntades.
Hasta los congojos y avergonzados de que el gobierno desprecie y maltrate a la empresa privada, creadora de riqueza, y que martirice y expolie a los emprendedores autónomos, que son la espina dorsal del sistema productivo.
Hasta los congojos de que el poder apadrine y propague la mentira, el engaño y la estafa, de que sea enemigo de la verdad, de que compre medios de comunicación y periodistas corrompidos para mentir y engañar, de que gobierne desde las sombras y la opacidad, de que falsee la realidad gracias a sus coros sometidos de periodistas y comunicadores, todos ellos mamporreros de la opinión falseada.
Hasta los congojos de que oculten que casi la totalidad de los crímenes y delitos cometidos en España sean obra de inmigrantes que llegan violando las fronteras indefensas, sin control alguno, mimados por el gobierno y tratados mejor que millones de españoles vulnerables.
Hasta los congojos de que España pierda prestigio y respeto en el mundo y de que seamos tratados como un problema internacional y como país mentiroso y poco fiable en los grandes foros y organizaciones mundiales.
Hasta los congojos de que el hipócrita y traidor gobierno de Pedro Sánchez mantenga relaciones amistosas medio ocultas con Cuba, Venezuela, Irán, Colombia, Brasil y otros países cuyo denominador común es que están gobernados por tiranos parecidos a Pedro Sánchez.
Hasta los congojos del sectarismo antidemocrático de nuestra política exterior, capaz de rechazar y combatir la libertad y el verdadero progreso en países como Argentina, donde el libertario Milei derrotó a un peronismo que se parecía, como dos gotas de agua, al sanchismo.
Hasta los mismísimos congojos de que nuestros aliados estén incómodos con España y hayan decidido ocultar al gobierno de Sánchez información sensible, sencillamente porque no se fían de esa gente.
Hasta los congojos del sometimiento humillante de nuestro gobierno a Marruecos y a su corrupto sultán.
Hasta los congojos y asqueados de que nuestros dirigentes políticos, en lugar de ser ejemplares, sean un escándalo constante de bajeza, desvergüenza y maldad.
Hasta los congojos de que los jóvenes no encuentren viviendas asequibles porque el gobierno no las construye y de que los miserables que nos gobiernan culpen a los propietarios de ese drama.
Hasta los congojos y profundamente asqueados por tener que soportar en el poder y tipos tan despreciables y sucios como Pedro Sánchez, verdugo de España,, sin que ni el Rey, ni las FF.AA. hagan nada por defender nuestra nación.
Hasta los congojos, hartos y asqueados de vivir en un país donde el respeto, la ética, la decencia, la verdad y otro muchos valores han sido asesinados por los gobernantes.
Hasta los congojos y en la frontera del vómito ante una oposición blanda y fracasada, que admira en secreto al socialismo corrupto y que no es capaz de proyectar hacia los españoles ni una sóla gota de ilusión y esperanza, ayudando con su cobardía e ineptitud a que la desesperación inunde la desgraciada sociedad española.
Tanta frustración, angustia y asco sólo conducen a la rebeldía, a luchar con todas nuestras fuerzas, aunque dentro de las leyes, contra un gobierno y un conjunto de políticos degenerados que, sin duda, son los peores enemigos de España.
Francisco Rubiales
Revista Opinión
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