Seguro que recordáis aquella chaqueta de Sastrería 91 de la que hicimos un reportaje con varios capítulos y todo el paso a paso del proceso de confección artesanal hace ahora casi un año. Pues bien, hace unos meses le comenté a Paul que aunque la chaqueta se creó inicialmente con la idea de ser una prenda polivalente e independiente, me estaba seduciendo cada vez más la idea de tener un pantalón a juego para cuando me hiciera falta un traje algo más desenfadado. -Al estilo de aquellas combinaciones que descubrimos en el articulo Más allá del traje-.
En uno de nuestros desayunos en Embassy, definimos la idea que tenía en mente para este pantalón. Algo sencillo.
En este caso, y a diferencia de la chaqueta, convenimos en que la confección de este pantalón sería Made To Measure, pero con ciertos detalles especiales, además de los ojales a mano.
Y al cabo de algo más de un mes, en cuento cuadramos nuestras agendas, y sin saltarnos nuestra habitual cita matutina, me dispuse a pasar por el número 14 de la céntrica calle madrileña de Rodriguez San Pedro, para probar el pantalón.
Una vez calzado el pantalón me resultó especialmente cómodo desde el primer momento. Ceñido en las piernas, y con la suficiente holgura en cintura y cadera. Lo dicho, muy cómodo. Como podemos ver en la imagen de arriba, Paul parecía preocupado por cierta arruga que generaba el pantalón al apretar los ceñidores laterales, dispuestos en el nacimiento del bolsillo hacia atrás.
Le insistí en que no era algo que me preocupase. Cuando encargo algo a medida no busco una prenda perfectamente lisa en cada esquina y frente al espejo. Busco comodidad y una prenda con vida, que se adapte a mi cuerpo, y si para ello tiene que hacer una arruga que la haga.
Me explico: quizás para un traje formal exigiría un nivel de detalle mayor, pero teniendo en cuenta que por mi forma de vestir y en concreto lo que buscaba en este pantalón, prefiero que tenga ese punto desenfadado y, por decirlo de alguna forma, imperfecto. Otros buscarán otra cosa, yo busco eso.
Ya que estaba por allí, Paul me enseño la nueva mesa de corte que habían instalado justo en el escaparate. Ya que él está empezando a cortar ciertos patrones para los clientes de medida artesanal, con el ánimo y ganas por aprender que le caracterizan.
Una vez ya en casa, repasamos algunos de los detalles de este pantalón.
Como ya habréis visto este pantalón es de cintura alta, limpia y preparada para llevar con tirantes. Además le comenté a Paul que buscando cierta similitud con las curvas de la solapa, bolsillo y demás detalles de la solapa, me gustaría que el cinto con cierre desplazado tuviese su extremo terminado en curva. Y como podéis ver bajo estas líneas no hubo problema en incluir este detalle.
Si nos fijamos comprobaremos que los ojales están realizados a mano, para hacerlos más acordes a la confección de la chaqueta.
También encontramos en ls siguiente imagen ese pequeño bolsillo monedero con carterilla también curva que nos evoca a esos pantalones de otra época.
Incluyen botones para tirantes, además de la terminación en forma de V para facilitar el ajuste al tender a elevarse el pantalón con el uso de estos.
El forro del pantalón, a pesar de no ir en consonancia con la chaqueta -algo que particularmente no me importa-, me pareció muy bonito y acorde con un pantalón con cierto aire sport.
Como podemos ver, una vez más y como no podía ser de otra manera, recurrimos al mismo tejido gris del catálogo Royal 12 de la firma británica Dormeuil.
Los ceñidores laterales estaban situados en un sitio diferente a los habituales. Naciendo en la costura del bolsillo y mirando hacia atrás. Disposición que me gustó por original, pero si que es verdad que formaba esas arrugas de las que comentábamos antes. Algo que si bien a mi no me preocupa por la naturaleza del pantalón, quizás a otra persona si que pueda resultarle poco elegante.
Los bajos con una vuelta de 5 cm y un ancho de 19 cm, me han parecido perfectamente equilibrados y muy del estilo de lo que suelo usar habitualmente.
Pero veamos un poco mejor cómo quedan puestos...
Y finalmente formando ese traje desenfadado que colateralmente queríamos conseguir…
Una vez más Sastrería 91 demuestra que está a la altura de las expectativas y, gracias a ellos, ahora dispongo de un traje polivalente, perfecto para mi estilo de vida algo más desenfadado, y tal y como buscaba.
¡Seguimos con el Martes!