Esta semana ha sido de esas en las que no sales de una y entras a otra cosa. Todo ha avanzado rápido y tal como vi en un video, parece que la vida fuera un juego de "piensa rápido y escapa de los maceteros que te va lanzando la vida".
Si bien tengo un dentista con mano de ángel, las anestesias siempre me han dejado un poco atontada y se hace más difícil cuando recibes una llamada llena de frustraciones, rabia, miedos y llanto porque el amor de la vida de una amiga había terminado con ella. Le dijo la verdad con una justificación tan real, pero tan cruel a la vez, que a veces creo que hubiese sido mejor que le dijera que simplemente no la quería. ¿Para qué terminar dejando de recuerdo una justificación tan terrible? Así terminaron 8 meses de crisis y varios años de una relación que desde fuera, se veía perfecta.
Por otro lado, me sorprendió la capacidad de autocrítica de una amiga mexicana, que anoche me dijo que había descubierto el engaño de su pareja y que venía ocurriendo hace más de dos años; tienen un bebé hermoso juntos, quien ahora es el motor que la mueve para salir lo antes posible de esa depresión que le dejó el quiebre y el término de un proyecto de vida tan grande, como el que ella tenía.No sé si es el verano el que trae estas decisiones rápidas, porque en invierno siempre ocurren menos quiebres. ¿Será por la estabilidad y lo lentos que se ponen los días fríos? ¿Porque no quieren pasar las noches solos? ¿Porque en días grises es mejor tener a alguien en lugar que a nadie? ¡No tengo idea! Pero llega el verano y las trenzas de muchos caballeros se sueltan, se emocionan con poleritas transparentes y shorts realmente sugerentes, se vuelven locos con los bronceados extremos y caras nuevas, olvidan temporalmente sus compromisos y se lanzan como si fueran unos solteros que tienen todo permitido. No se ve mucho arrepentimiento, se les ve felices con sus nuevas historias y aún así tienen energías para seguir molestando las vidas de sus ex, como que avanzan con un pie en el pasado, y eso a las pobres las deja débiles, desconfiadas, heridas y con baja autoestima.Eso es lo habitual, pero esta vez me tocó aprender que mis amigas ¡son la excepción a la regla! Sacamos cosas en limpio y soñamos alto:- Valoraron más la verdad (aunque fuera cruel) en lugar de hacerse dependientes de un engaño crónico.- Asumieron sus responsabilidades en el quiebre, porque el concepto de relación o pareja aplica para los momentos buenos y también para los momentos malos. Es importante asumir las responsabilidades e identificar los hechos puntuales, porque de ahí sacaremos las lecciones valiosas del futuro y que nos llevarán a vivir una historia seguramente mejor.- Decidieron quedarse con lo bueno de la relación, aprendieron de lo malo y mostraron su mejor versión en los momentos finales con sus novios. ¡Siempre dignas!- Entendieron que la vida es de etapas, que si termináramos odiando y sufriendo por cada quiebre, no podríamos salir de la casa, ¡ni interactuar con nadie! Porque a fin de cuentas, la vida es ir y venir, aprovechando de disfrutar cada camino de ida y vuelta, sin importar el resultado.- Soñaron con lo que harán ahora, definirán sus metas para el próximo año, y fue ahí donde volví a escuchar carcajadas, sentir esperanzas y sueños, relajo y motivación.- ¡Mantuvieron una altura de miras impresionante! Porque en lugar de descuerar al difunto, hablamos de sus metas, capacidades, objetivos, aprendizajes y premios (porque por cada etapa superada hay un premio más que merecido).Y sí, creo que a veces el mundo avanza tan rápido que esas señales de que algo anda mal pueden camuflarse con la vida social, trabajo, deporte, familia y problemas cotidianos. Por eso, el aprendizaje más importante es llevar un control diario de nuestro barómetro emocional. Si al final, nuestra guatita siempre nos advierte cuando algo anda mal, nuestra respiración agitada nos lo recuerda bien seguido y los comportamientos a veces dicen más que las palabras.Es libertad de cada una ver con qué actitud terminan una relación y con qué cara comienzan la etapa siguiente en sus vidas. Pero si hay algo que tengo bien claro, es que resulta mejor reinventarse y recuperar valores perdidos, en lugar de resignarse y decidir vivir de los engaños.Si están pasando por un conflicto similar, ya sea con sus parejas, en el trabajo o con algún familiar... tomen su tiempo, preparen una tina con rodajas de limón y alguna sal relajante. Con la calma inevitable que ese baño entrega, decidan si quieren salir de ese cuadro como unas divas o como unas brujitas. Lo que viene de ahí en adelante, se convertirá en una sorpresa tan fabulosa que no habrá cabida para pensamientos o sentimientos negativos, total, hay un mundo completo esperando por nosotras para lanzarnos con los brazos abiertos a una nueva aventura. Esta vez, un poco más sabias que antes :)Les dejo un abrazo enorme, con especial agradecimiento a estas dos amigas, que esta semana me enseñaron sobre la actitud correcta con la que se puede enfrentar un quiebre en este verano.