Revista Educación

Termodinámica

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Termodinámica

Con 43 años recién cumplidos aún sueño de tanto en tanto con la selectividad. Pesadillas, que siempre es peor el sueño que lo que fue la realidad. Supongo que porque cada vez estoy peor preparado para aquel examen. No domino la materia. Ninguna. Ni siquiera recuerdo bien qué cayó en los exámenes. Así que en cada sueño se repite la lotería de las preguntas. Recientemente tocó el segundo principio de la termodinámica. ¿Di eso en COU? Yo qué sé. Pero una vez despierto, el ansia me obliga a consultar la wikipedia. Según ella este principio es el que marca en qué dirección ocurren los procesos termodinámicos (la vida, por ejemplo). Y esta dirección es, siempre, aquella en que crece la entropía. Y no otra dirección. Buah, la entropía. Ni leyendo la wikipedia en el par de idiomas en que me atrevo he logrado volver a entender (¿alguna vez lo entendí?) qué es la entropía*.

Pero como aquí hemos venido a jugar no veo obstáculo para intentar explicarlo. Así, sin entrar en demasiado detalle, la entropía sería el desorden del sistema. O, con algo más de precisión, la probabilidad de los estados del sistema. Vamos, la destrucción de información del sistema. A ver ahora: en un sistema aislado, los procesos termodinámicos (la vida, por ejemplo) transcurrirán de manera que el desorden crezca, que los estados más probables ocurran, que la mínima cantidad de información se mantenga. La química, la física, el universo (la vida, por ejemplo) tenderá siempre a transformarse en aquello menos ordenado, menos improbable, menos cargado de información. Todo intento de conseguir orden es improbable y necesita de intervención externa, de un esfuerzo, tanto más grande cuanto más lejos de la tendencia natural se quiera ir.

Aquí es donde me venció de nuevo el sueño, que es a lo que tiende mi cuerpo cuando no duerme bien. Y en la duermevela me dio por pensar qué raro es que entropía y empatía sean palabras tan parecidas (soy de ciencias puras y no me examiné de literatura en selectividad). Tan parecidas que se me llegaron a entremezclar. Pensé que, quizá, la empatía es natural. Que gastamos mucha energía en compartimentar, que nos preñamos de discursos para explicar prejuicios por no admitir que solo tenemos miedos. Miedos que además preferiríamos eliminar. Que la tendencia de nuestros sistemas es, en cambio, entender y sentirnos. Reposar. Que lo más seguro, lo más probable, lo más estable, es comprendernos. Que las fronteras, las físicas y las mentales, requieren de una inversión energética que nos consume. Que podemos dedicar nuestra vida a mantenernos puros, únicos e intransigentes. Pero a la termodinámica (a la vida, por ejemplo) no se le derrota.

Menos mal que no contesté esto en el examen.

Creo.

Termodinámica

*si de verdad estás interesado, Javier Santaolalla es más guapo y lo explica mejor en este enlace.


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