Aunque llevemos 2 días de sol… aun nos quedan días de lluvia. Aunque tengamos ganas de calor y patios, aun nos quedan momentos previos al verano. Y si… por poco que nos guste seguiremos sacandole aun mas partido a las terrazas de invierno, antes que cambiar drasticamente de bota a chancla (al menos por esta zona).
Y es por ello, por lo que hoy, al enamorarme perdidamente de este patio, no se me ocurrió mejor forma que ponernos un poco románticos, melancolicos, y buscando la inspiración en este espacio que no tiene ningún desperdicio. Una casa en la ciudad británica de Londres, pero que nos va a trasladar a un estilo clásico francés, casi de la época dorada.
Protagonizado palacete plagado de espacios y tips atemporales, que se deja admirar por su amplitud (quien la tuviera) y por esas combinaciones de piezas grandes, ,coloridas, y casi tiradas en mitad de los espacios.
Un lugar donde se permiten los excesos, las lámparas imponentes y los rodapies de aproximadamente 20 cm. (ni mas ni menos). Sin duda, un lugar en el que se clama al silencio, y que me parece perfecto para descansar. (y si no… no os perdais su piscina)
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