A lo largo de su filmografía, los hermanos Ethan y Joel Coen han demostrado una fuerte influencia no sólo del género negro, sino también del western: los protagonistas de sus historias suelen ser individuos de la América profunda que arriesgan todo por un sustancioso botín, envolviéndose en una espiral de equívocos y autodestrucción en la que el paisaje actúa como un personaje más.
Ya sean los calurosos desiertos de Texas de Sangre Fácil, la gélida Minnesota de Fargo, la extraña fauna que puebla el estado de Mississippi en O Brother!, el barco casino de Ladykillers o la violenta frontera con México de No es país para viejos; el paisaje siempre contribuye a la soledad e incomodidad que experimentan los avariciosos y peculiares personajes que pueblan las películas de estos dos hermanos.
Finalmente, los Coen decidieron rodar un western en el sentido estricto de la palabra, para lo cual eligieron filmar un remake de la película True Grit (conocida aquí como Valor de ley). Dirigida por Henry Hathaway y adaptación de la novela homónima de Charles Porter, True Grit nos cuenta el viaje que emprende la joven Mattie Ross buscando vengarse del hombre que asesinó a su padre. Además de otorgar a John Wayne el Oscar por su interpretación del viejo Marshall Rooster Cogburn, esta amena película mezclaba ingenio, humor y aventura, y contaba con la participación de unos jóvenes Dennis Hopper y Robert Duvall.
Estrenada a finales de 2010 en EEUU (aquí tiene previsto su estreno en febrero), la versión de los Coen de True Grit promete ser fiel a su peculiar estilo, como ya demostraron ser capaces de hacer en el caso del remake de Ladykillers.Por si esto fuera poco, en el reparto nos encontramos con Matt Damon, Josh Brolin y Jeff Bridges, este último en su segunda colaboración con los Coen tras la mítica El Gran Lebowsky.
Hora de desempolvar los sombreros y ensillar a los caballos.