Territorio artlanza, la escultura más grande del mundo

Un domingo de invierno bajo un cielo empedrado nos acercamos por la Bu-904 al tranquilo pueblo de Quintanilla del Agua, entre Lerma y Covarrubias en la provincia de Burgos a unos 35 kilómetros de la capital. Nadie imagina, que tras cruzar la típica valla que da acceso al jardín de una casa cualquiera, uno se va a encontrar con semejante obra de arte. Nada menos que un pueblo dentro de otro, todo ello a escala 1:1. Esto es Territorio Artlanza, la recreación de un pueblo medieval, fruto del trabajo diario de un escultor burgalés desde el año 2.006. Acompáñanos a conocerlo.

Felix Yáñez nació en Quintanilla del Agua (Burgos) en 1960. A los dieciocho años comenzó a trabajar el barro y es a lo que a destinado su vida. Yáñez extrae la materia figurativa de la vida cotidiana de su pueblo, de las esperanzas y desventuras de las gentes. Crea rostros de exquisita finura, a la vez llenos de dulzura y de aguda penetración psicológica. En un mundo en el que cada vez más se recurre al "usar y tirar", Felix Yáñez recoge lo que otros tiran y nos descubre que es posible encontrar belleza en los lugares más insospechados.

Se ha pasado la vida recorriendo las diferentes ferias de artesania vendiendo las piezas que crea. Con la llegada de la crisis y la consecuente bajada en las ventas, empezó a dar rienda suelta a su imaginación.

En los últimos diez años este artesano anda inmerso en la construcción de un pueblo burgalés, a escala real, de la ribera del Arlanza. Utiliza los materiales reciclados que encuentra en las escombreras de los pueblos vecinos, puertas, ventanas, tejas, madera, etc. Es el proyecto cultural denominado "Territorio Artlanza".

Con más de 8.000 metros cuadrados utilizados, es la escultura más grande del mundo creada por una sola persona. Felix nos cuenta que todos los días hace un poquito, extiende sus manos para indicarnos que como medio metro.

Lo primero que construye es la fachada sur y el edificio de correos de la Plaza de San Pedro, con la intención de crear un rincón para salir en verano y de paso, tapar la leñera.

Entre 2.007 y 2.008 construye las fachadas del resto de la plaza. Aparte de la construcción, Félix va poniendo elementos decorativos aquí y allí. Bicicletas, ropa tendida en balcones, macetas, carteles, etc.

Y así, según van pasando los años continua poco a poco construyendo un pueblo, su pueblo. Sin planos, pues no es una obra de arquitectura, sino una escultura.

Lo que hoy es una fachada nada más, mañana puede abrir una puerta y construir el interior para albergar, un pequeño museo o tienda. Tiene varios: etnográfico, de fotografía, las escuelas, tanto la de chicas como la de chicos, taberna, panadería, sastrería, herrería, varias posadas, una bodega, etc.

Su pueblo tiene ayuntamiento, pero no alcalde, tiene iglesia, pero no hay cura. Su imaginación le hace ir abriendo nuevas calles, plazas y todo aquello que se le va ocurriendo.

Un río con su puente de piedra hecho con cantos rodados del arlanza.

Todo pueblo medieval que se precie, tiene que tener su corral de comedias y este no iba a ser menos. En su origen los patios interiores de vecinos se llenaban de vida y diversión con el buen tiempo, y así acabaron convirtiéndose en Corrales de Comedia. En el año 2.010 se inauguro este y le puso el nombre de Felipe Segundo en homenaje a sus abuelos. En verano cobra vida con representaciones teatrales, flamenco, música tradicional, etc. Más información aquí.

Lugar que no deja indiferente a nadie y al que se puede volver cada cierto tiempo, porque siempre habrá algo nuevo.

HORARIOS Y PRECIOS:

Todos los días de 11:00 a 15:00 horas y de 17:00 horas hasta anochecer.

Precio visita: 4€ Adultos y 1€ (Jóvenes de 5 a 15 años)