Un libro que demuestra aquello tan recordado de que lo no son cuentas, son cuentos. Y las cuentas de las tierras de sangre son estremecedoras, y clarifican también responsabilidades dentro del las dos monstruosas tiranías que fueron aliadas durante casi dos años desde el inicio de la guerra. Atentos a los datos más generales:
- De los casi catorce millones de personas que fueron asesinadas entre 1933 y 1945 en las tierras de sangre, casi un tercio lo fue a manos soviéticas.
- Durante la década de los treinta, y antes del inicio de la guerra, el Estado soviético era el único Estado genocida de Europa y había asesinado, por hambre o por fusilamiento, a más de un millón de personas.
- La población judía en Alemania cuando Hitler llega al poder en 1933 apenas supone el 1% del total. De hecho, la gran mayoría de los judíos víctimas del holocausto fue asesinada cerca de dónde habían vivido, en Polonia, Bielorrusia, Ucrania y los países bálticos.
- No en vano, al empezar la guerra vivía en Polonia casi tres millones de judíos. Después de la guerra quedaban pocas decenas de miles.
Así de tremendo.