Remato la incursión en las Tierras de Sangre: la obsesión con lo judío. Ahí está el caso Slánsky, Durante el juicio-farsa contra la cúpula del Partido Comunista Checoslovaco, 11 de los 14 acusados eran
de origen judío y fueron identificados como tales en las actas del juicio. La
palabra cosmopolita se empleó durante toda la farsa como si fuera un término legal de significado
conocido por todos. Once de los acusados fueron condenados a muerte sus cuerpos incinerados, utilizándose sus cenizas para rellenar las grietas de un camino
Llovía sobre mojado y solo la muerte del criminal en marzo de 1953 evitó una represión anti judía en todo el bloque soviético. Ya en agosto de 1952 13
ciudadanos soviéticos habían sido ejecutados en Moscú acusados de espionaje para los
Estados Unidos sobre la base de acusaciones de cosmopolitismo y sionismo. En
diciembre de aquel año Stalin había afirmado que “todos los judíos son nacionalistas y
agentes de la inteligencia estadounidense”