Es sabido que uno de los conceptos clave del Liberalismo económico es la libre competencia en un mercado donde concurren la oferta y la demanda.
En esa tarea parece que andan aplicadas las dos grandes multinacionales de la locura y el terror: Al Qaeda y el Estado Islámico que compiten por controlar el yihadismo internacional; parece que quienes las financian les exigen objetivos, les pagan según el número de víctimas.
Tienen “filiales” y sedes territoriales. Ahora el epicentro se sitúa en Siria, un país roto para el que nadie parece atreverse a buscar soluciones.
No necesitan motivos para matarnos y seguirán atentando contra nosotros pero también me parece una frivolidad innecesaria ofrecerles pretextos.