Revista Opinión
Mis piernas como dos torres gemelasse derrumban al vuelo de tu falda,tus pechos con sus dos capuchas negraslos tengo clavaditos en la espalda.
Tú, niña terrorista, me disparascon balas de petunias malheridas,jamás fue la maldad más anheladani fue la malquerencia más querida.
Brigadas rojas corren por tus venas,hay un tigre tamil en tus cabellos,dos muyaidines moros son tus ojos.
Secuéstrame a la hora de la cena,senténciame o enrólame con ellos,seguiré tu sendero luminoso.