Teruel, una ciudad que enamora

Enclavada en pleno Sistema Ibérico, la menor de las tres capitales aragonesas conserva hoy en día su encanto medieval. Crisol de culturas y poseedora de una historia tan extensa y épica como trágica y sangrienta, Teruel reserva a sus visitantes una amalgama de tradiciones, leyendas y joyas artísticas

Cruce de caminos. Mezcla de culturas. Tierra de leyendas

Musulmana, judía y cristiana; el visitante de Teruel tiene la posibilidad de disfrutar de las huellas que cada pueblo ha dejado en sus calles, sus edificios y sus monumentos. Sin embargo, el mestizaje de estas culturas manifestado en el estilo mudéjar es el símbolo que mejor representa a la ciudad. Así pues, son ejemplo de este estilo artístico y de visita imprescindible la Torre de la Catedral o la Torre del Salvador, entre otras.

Poca gente se atreve a trazar con exactitud la línea que separa la realidad histórica de la ficción en la historia protagonizada por Isabel de Segura y Diego de Marcilla, los amantes de Teruel. Se cuenta que tras regresar de la batalla y ver a su amada desposada con otro hombre, Diego murió de amor. Apenada por este acontecimiento e incapaz de reprimir sus verdaderos sentimientos hacia Diego, Isabel hizo lo propio.
Esta tradición popular, arraigada históricamente en el sentimiento turolense y aragonés no tuvo una manifestación y celebración popular hasta una fecha relativamente reciente, 1997. Hoy en día, el festejo ha adquirido un gran protagonismo en la cultura turolense. Cada tercer fin de semana de febrero, la ciudad y sus habitantes se sumergen plenamente por unos días en el siglo XIII, permitiendo a vecinos y turistas pasear por mercados medievales, contemplar justas entre caballeros y, por supuesto, admirar la teatralización de la leyenda de Isabel y Diego.

Teruel,destino que enamora

El clima frío e inclemente soportado por la capital mudéjar no es suficiente para doblegar el calor y el afecto que los turolenses ofrecen a sus visitantes en cualquier época del año. Orgullosa de su historia, de sus tradiciones, de sus leyendas y de su gente, Teruel es una ciudad que enamora.

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