La genómica está haciendo grandes avances en los últimos años, en lo que se refiere a obesidad están identificando cada vez más genes indicadores de riesgo, al punto que se especula con que dentro de unos años veremos en los hospitales y las farmacias test genéticos que nos permitirán conocer nuestra predisposición genética a sufrir obesidad.
Actualmente se han identificado entre treinta y cuarenta genes relacionados con la obesidad, aunque ninguno de ellos es determinante, si predisponen a que el individuo acumule kilos de más y se convierta en una persona con sobrepeso u obesa.
Estos test genéticos pueden resultar especialmente útiles en niños, ya que saber a una edad temprana que tiene predisposición a engordar puede ayudar a sus padres a controlar mejor su dieta. En cualquier caso, tanto en niños como adultos será interesante saber por qué motivos tiene esa tendencia a acumular grasa, para así poner en práctica los mejores remedios.
En Dieta y Peso nos hemos hecho eco de estudios donde se afirma que algunos genes que predisponen a la obesidad se manifiesta en mayor medida entre las personas con un menor nivel educativo, o en personas que duermen poco al verse afectado su ritmo circadiano. En ambos casos la solución es relativamente sencilla ya que se trata de instruir a las personas para que sean más conscientes de los alimentos que ingieren, así como explicar la importancia de respetar las horas de descanso.
Uno de los temas que más preocupa en la actualidad a las autoridades sanitarias de los paises occidentales es la creciente tasa de obesidad infantil, sobre todo porque en estos casos se adelanta el desarrollo de la diabetes o la hipertensión.
Además, el aumento de la obesidad entre las mujeres favorece que sus hijos tengan más probabilidades de ser obesos o predisposición a la obesidad, tanto por motivos genéticos como de hábitos de vida.
Visto en Europapress
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