Los colegios españoles se han convertido en centros de tortura para los niños. Espero que algún día lo paguen.
Testimonio de una madre que nos ha escrito a Infancia y Verdad:
"Mi hija mayor tiene 6 años, empezó el colegio como casi todos sus compañeros, el 14 de septiembre.
El primer día fue duro pero decidimos que intentaríamos que
siguiera yendo y aguantar, aguantar porque todo el mundo te dice que sólo es por no
acostumbrarse.
Pero los problemas iban a peor, mi hija lo pasaba realmente mal con la mascarilla, le dolía la cabeza, se sentía mareada, no podía concentrarse, al sentir que se ahogaba se ponía nerviosa, le daba ganas de vomitar.
Para colmo, mi hija se resfrió y, al no poder tener una buena expulsión de los mocos, lo poco higiénico que es llevar una mascarilla estornudada todo el día, se lo comenté a su tutora, pero ésta sólo se limitó a dar aviso a sus superiores, no recibí más respuesta.
Tampoco recibí una confirmación cuando querían que hiciera educación física con mascarilla, sólo que lo comunicaba a sus superiores.
La segunda semana busqué ayuda de la pediatra, pero ésta se negó en rotundo a hacer un certificado, mi hija tenía vegetaciones adenoideal, diagnosticado hace años y sólo le dio un informe con este diagnóstico, nada más.
El primer día de la tercera semana fue la gota que colmo el vaso, mi hija rompió a llorar desconsoladamente porque no aguantaba más, el uso de la mascarilla y las medidas repetitivas y constantes de lavado de manos la estaban martirizando.
Decidimos no llevarla al cole hasta poder hablar con dirección, pero nuestra sorpresa fue que el centro tampoco podría ayudarnos si no presentábamos un certificado que confirmase la situación de nuestra hija. Pusimos una queja en el centro de salud de mi hija, nos llamaron y esta vez nos dieron un informe que pone que el uso de la mascarilla agrava los síntomas de salud de mi hija.
Presentamos esto por correo al cole y le dijimos que iría sin mascarilla y que no autorizábamos a la toma de temperatura y lavados de mano con hidrogel. Al principio la directora nos dijo que la aislarían y le pondrían una mascarilla en las entradas, salidas y espacios comunes, sin autorización ninguna por parte de nosotros, así nos negamos, que si queríamos que no le pusieran una mascarilla nosotros tendríamos que enviar un escrito desautorizando esa decisión.
Hicimos lo que nos pidió pero aun así tienen a mi hija aislada sin poder tener contacto alguno más que con una docente en un aula y un trozo de patio. Todo esto porque no lleva mascarilla y hasta que a la directora le digan si mi hija puede ir o no con sus compañeros, o si puede o no llevar mascarilla. Me pregunto, ¿Quién más que su madre tiene autoridad para decidir si mi hija lleva mascarilla?, creo que la respuesta sería un juez, pero hasta entonces nos siguen presionando y discriminando a mi hija.
El comedor escolar quiso tomar las mismas medidas, dejándola en la misma aula que la retiene el cole, después de hablar con la coordinadora cambió de decisión y con instrucciones de la directora y la jefa de estudios, le dijo que podían llevar al comedor pero a diferencia de los demás niños, debe de tener dos metros de distancia, deberá entrar cuando todos ya estén sentados y para que nadie se cruce con ella, saldrían por el lateral del comedor. Controlan cada movimiento de mi hija y la tienen asustada con la discriminación que le están haciendo. Me pregunta "Mamá, ¿soy mala?, creo que nadie me quiere en el cole."
Esta situación nos está afectando psicológicamente a toda la
familia. Intentamos estar serenos y armoniosos por nuestras hijas pero
necesitamos apoyo."