El siguiente testimonio es de un niño de tan solo 7 años muy valiente que afronta todo con entusiasmo. Llegó con un problema visual importante, nada vemos que unos nervios oculares inmaduros, con baja agudeza visual a pesar de su gafas y usando parche 6 horas en el colegio. Lógicamente esto le afectaba a su día a dia EN TODO, en el desarrollo de su aprendizaje, en la lectura, la escritura, sus juegos, sus relaciones sociales, su autoestima, la atención... Los padres no sabían qué podrían conseguir con la terapia, pero cualquier mejora era bien recibida.
Todos los padres se dan cuenta cuando acaban el tratamiento el gran esfuerzo que les ha supuesto, pero cuando acaban, todos piensan lo mismo, ese esfuerzo ha merecido la pena.
Esto nos cuenta su madre:
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¿Cómo calificaría nuestro paso por “Consciencia Visual”? Sin ninguna duda muy positiva.
Cuando mi hijo contaba con tan solo 2 meses, yo ya sabía que algo no iba bien, que su mirada estaba vacía y aunque todo el mundo me decía que eran cosas mías, yo lo tenía muy claro. Así que desde que cumplió los 3 meses, estuvimos de médico en médico para ver qué le ocurría.
Diagnóstico: "Nervios ópticos inmaduros" (actualmente sé que es hipoplasia del nervio óptico).
Desde entonces, hemos llevado revisiones cada seis meses en oftalmología y aunque mi hijo mejoró, cuando contaba con 7 años nos decidimos a visitar, por fin, un lugar en el que recibiera terapia visual y ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado al respecto.
El día que le realizaron las pruebas, no salía de mi asombro ¡Cómo no me había dado cuenta de todo lo que no alcanzaba a hacer ni hijo en el área neurofuncional, de reflejos y obviamente visual! He de admitir que para mí fue como un jarro de agua fría el ver las letras que volteaba, que no era capaz de ponerse a la pata coja, que no agarraba bien las cosas… En fin, una serie de cosas que me desmoralizaron muchísimo. Confieso que lloré bastante al ver los resultados del informe y me costó asimilarlo, pero… Y siempre hay un pero, las profesionales de este centro (mil gracias a Laura por su eterna paciencia con mi hijo), han conseguido que mi hijo alcance una agudeza visual muy alta para el problema que tiene (con nistagmo incluido), y otros logros de los que estamos muy satisfechos.
No obstante, me gustaría dejar constancia de que es un proceso duro, en el que hay que trabajar mucho (y ahí tengo que reconocer que mi niño se ha esforzado), no sirve sólo el ir a las citas, recoger las actividades y llevarlas a casa dejándolas en un cajón.
En definitiva, agradecer al centro por su trabajo, a Laura por su infinita paciencia y su profesionalidad, su interés en todas las áreas de mi hijo (incluidas las que no afectaban sólo a la visión) y porque han conseguido que mi hijo obtenga los mejores resultados que podría conseguir en consonancia a su problema.
Esperamos seguir trabajando y mantener los logros conseguidos e incluso superarlos si es posible.
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Laura:
"Los padres del protragonista de esta historia ya llevaban mucho tiempo intentando que su hijo consiguiese mejorar su visión antes de llegar a nosotras. Son unas personas muy responsables y al empezar a trabajar se lo tomaron muy en serio. Querían que su hijo mejorase todo lo posible en cada ámbito. Todos han trabajado con total motivación. Y el niño, especialmente cariñoso, está dispuesto a conseguir todo lo que se propone. Todo el esfuerzo tan grande que han hecho cada día ha tenido su recompensa, consiguiendo mejorar la tan ansiada agudeza visual y otras miles de cosas con las que su hijo está mucho más feliz. ¡Bravo familia! ¡Lo habéis conseguido! ¡Ha sido un placer ayudaros en esta etapa! :D"