Así defino yo a las telas de sillones, cojines y mantas mulliditas de los sofás y las camas, textiles que invitan a relajarse.
Y es que no, todos los tactos no son iguales y todas las telas tampoco. Seguro que si os digo lana gruesa que pica, os recorre un nosequé por la espalda del rechazo, pero si os digo lana fina suave de mohair o angora, hacéis un gesto de sí, por favor y os lleváis la mano a la mejilla.
Como todo en esta vida, para gustos los colores, pero el tacto del algodón planchado, la lana fina, el terciopelo, el ante y las lanillas frías es algo que casi nadie puede resistir. Envolverte de esa suavidad es placentero y relajante y si esos tejidos nos gustan para nuestra ropa, ¿a que también nos gustan para nuestro hogar?
Este sofá invita completamente a dejarse atrapar por él, tiene aspecto, de suave, mullido y confortable, lo mismo que los cojines y la manta que lo cubren, nada en esa selección nos haría dar un salto del horror :).
No os perdáis ningún rincón de este piso tan bonito, tiene mil detalles y rincones donde inspirarse, incluidos los textiles. ¡Feliz martes!
Vía: Entrance