Lo de hacer películas en Europa parece que puede venirme bien porque en Estados Unidos, por un motivo u otro, reclaman su cuota de participación. Me dicen: "Mira, nosotros no somos el banco, sin más. Queremos estar presentes en el casting, queremos leer el guión, queremos saber lo que tenemos entre manos", y yo no puedo trabajar de esa manera. Esos hombres de negocios de Estados Unidos se creen mentes creativas, y son todo lo contrario. Dice que actúan en pos del éxito económico de las películas, pero el éxito económico que tienen se debe casi siempre a una cuestión de suerte. Producen una gran cantidad de filmes de los cuales algunos funcionan pero el resto no, y creen realmente que hacen una contribución creativa cuando no son más que obstáculos tolerados por personas creativas que no están en condiciones de decirles que se vayan a paseo. No tienen ni idea de escribir un guión, de dirigir ni de actuar y aún así quieren meter baza. Sin embargo, en Europa no están acostumbrados al sistema de funcionamiento de los estudios y nadie se cree un experto.
ANTONIO MARTÍN DE LAS MULAS