Texto 18: Pedro Almodovar reflexiona sobre el Festival de Cannes

En este texto de 7 de mayo de 2.008, Pedro Almodovar nos regala unas interesantes reflexiones sobre el mundo del cine y los festivales. Los éxitos comerciales de cada año dependen mucho de la maquinaria promocional que los relanza el estrellato. Los festivales actúan como piezas del engranaje de esa maquinaria total. Los festivales en tanto que instrumentos promocionales, son coautores de ese magnicidio que se perpetra contra el séptimo arte. Algo tan puro no debería jamás hallarse sometido a los imperativos del marketing promocional. Por eso me ha parecido interesante traer a colación este texto que dice lo siguiente: 

Cannes es un festival donde se especula mucho, se cotillea más, se condenan a las películas participantes al fracaso o al éxito, con razón o sin ella. Pero también es cierto que independientemente a las envidias, los intereses comerciales, las opiniones afectadas y poco reflexionadas de los críticos y al sensacionalismo propio del ritmo vertiginoso del festival (un festival de cine es siempre el peor lugar para ver una película con el relajo necesario. Si una película te gusta tienes que verla otra vez, y si no te gusta también), a pesar de todos estos inconvenientes, el festival es el primer gran trampolín del año, el primer y más importante grand slam, que cada año decide sin margen de error los títulos que triunfarán en el mercado mundial en la temporada siguiente. Digamos que marca, más que ningún otro festival, las grandes tendencias cinematográficas de la temporada siguiente tanto en las películas producidas para el gran público como para las antiguamente llamadas de Arte y Ensayo. Y esto ocurre de espaldas al dictado del Palmarés.

ANTONIO MARTÍN DE LAS MULAS