Publicado por: Penguin Random House, Roca Editorial el 01/09/2017
ISBN: 9788417167219
Genero: Realismo
Páginas: 240
El verano no podía terminar de peor manera: por error, Keeley se lleva el celular de otra persona. Pero la situación se agrava cuando se da cuenta de que se trata de Talon, un repulsivo y egocéntrico compañero de escuela, quien a su vez se ha llevado el suyo. A regañadientes, acuerdan que durante esa semana cada uno conservará el teléfono del otro e intercambiarán mensajes.
Conforme Keeley va conociendo mejor a Talon, empieza a sentirse atraída por él. En el fondo, Talon es mucho más que un chico arrogante y engreído. Además, chatear con él le permite alejarse de la sombra de su popular hermano y descubrir que, a través de sus mensajes, puede ser la persona que siempre ha querido ser.
Pero cuando finalmente se encuentran para devolverse los teléfonos, comienzan los chispazos: mientras Keeley ha sido muy sincera, durante todo este tiempo Talon ha estado guardando un secreto.
¡Holaaaa amigos! Hoy vengo con uno de esos libros que le da un respiro al alma. Realmente venia de unos meses un tanto intensos, en los que no había podido leer mucho pero que decidí terminar esa mala racha leyendo un libro corto, de esos que te ayudan a olvidarte de lo demás pero que no te dejan una profunda reflexión ni con ganas de seguir leyendo, es un libro para pasar el rato y cumple perfecto con esa idea.
Sabia de lo que trataba por su portada y su título así que la autora no me defraudo. Keeley se olvida su teléfono en un centro comercial y un chico misterioso lo encuentra. Cosas que pasan… el problema es que este chico se quiere hacer el interesante sin darle pistas sobre quién es y sin la menor intención de devolverle su teléfono sin antes divertirse.
Por supuesto es súper gracioso ver sus charlas de adolescentes, en las que hay bromas, coqueteo y mil emoticones, hasta que llega el momento de devolverse sus pertenencias.
Me gustó la trama, me gusto lo fácil que se lee, las formas de los mensajes, la edición es muy buena y el final es, predecible, pero muy muy lindo.
Lo recomiendo para aquellos que como yo disfrutan el género, y les ayuda a distenderse y aflojar con la vida cotidiana que se pone pesada. Nada del otro mundo y eso lo hace muy cómodo.