Revista Cultura y Ocio

The Act of Killing

Publicado el 19 febrero 2014 por Monotematicosfm @curnom

The Act of Killing
Cuando vemos documentales tan terribles y duros como S21 la máquina roja de matar, resulta imposible no plantearse si es moralmente correcto llegar a los extremos que en ella se alcanzan, si está justificado hacer recrear el sufrimiento que padecieron los pocos supervivientes de la matanza de los jemeres rojos. Lo más escalofriante de este filme, muy posiblemente, sea la reacción de los carceleros al rememorar su rutina diaria, no parecen ser concientes del horror al que sirvieron ni de todas las muertes y padecimientos que causaron. Con asesinos tan inconscientes y simples como estos es fácil que se nos venga a la mente la famosa "banalidad del mal" de la filósofa Hannah Arendt, algo íntimamente relacionado también con el desconcertante, monstruoso y absolutamente genial The Act of Killingde Joshua Oppenheimer.
En Indonesia, a mediados de los años 60 el gobierno comunista que estaba instaurado fue brutalmente derrocado por un golpe de estado militar. Los soldados asesinaron a sangre fría a miles de comunistas de las formas más violentas y despiadadas imaginables. Varias décadas después, el norteamericano Joshua Oppenheimer propone a los asesinos realizar una película en la cual ellos recreen sus crímenes. Tanto los testimonios de sus protagonistas como el rodaje del film serán registrados por el documentalista conformando un paisaje desolador y terrorífico.
The Act of Killing llegó respaldada por los elogios de Werner Herzog, que aseguraba no haber visto un film tan "potente, surreal y aterrador en la última década", a los que se sumaron multitud de críticas y premios que encumbraban la obra. Todo más que merecido. El trabajo de Oppenheimer es absolutamente magnífico, un acercamiento inteligente, arriesgado y contundente a la maldad suprema y a la falta de humanidad. No necesita juzgar a los criminales, ellos se condenan solos con algunos de los testimonios más escalofriantes que recuerdo haber oído jamás. Los gangsters indonesios cuentan con orgullo y divertidos los brutales asesinatos que han perpetrado, y el documentalista sabe como captarlo todo interfiriendo única y exclusivamente en momentos puntuales para tratar de hacerles recapacitar sobre lo que hicieron, lo que por lo general resulta infructuoso. Oppenheimer sitúa su cámara mostrando el proceso de creación de la película que los asesinos están rodando, dejando claro en todo momento que su intención es enseñar de la forma más transparente posible los testimonios de estos monstruos.
El director sabe que la realidad muchas veces supera la ficción, y esta es una de esas ocasiones. Resulta tan terrible, descarnado e increíble lo que documenta que tenemos la sensación de estar experimentando una vivencia plenamente surrealista, lo que aprovecha el artista para reforzar aún más el carácter onírico de lo que cuenta, con fantasmas del pasado que atormentan a los asesinos o la bella imagen de un gigantesco pez de cuya boca sale una pasarela en la que danzan unas bailarinas poco diestras. Pero aún se le puede dar una vuelta de tuerca más, y es que uno de los monstruos inhumanos, que incluso se pavonea orgulloso de sus crímenes, llega a confesar que se arrepiente de todo lo que hizo y que le atormentan los rostros de sus víctimas. Lo cual, por supuesto, no lo exculpa ni lo más mínimo.
Se abusa en exceso de afirmar que algo no tiene precedentes, que instaura un punto de vista novedoso y nunca antes visto, pero The Act of Killing forma parte de este reducido grupo de cintas realmente innovadoras. Una pesadilla delirante, hipnótica, escalofriante y demoledora que realmente deja poso, permaneciendo muchas de sus imágenes y testimonios en nuestra memoria mucho tiempo después de haberla visto. Una obra maestra poderosa e imprescindible.
Avalon edita The Act of Killing únicamente en DVD, con toda la buena calidad que el documental permite de por sí, y con dos discos conteniendo el montaje cinematográfico y el del director. Ambos presentan diferencias más allá de la inclusión de escenas adicionales en el segundo, por lo que resulta muy interesante y enriquecedor visionar ambos.  


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