El héroe vuelve, por primera vez.
Hace una década llegó a los cines Spider-Man, una aventura que firmaba Sam Raimi y que protagonizaba Tobey Maguire, ahora es el momento de una nueva adaptación de la mano de Marc Webb y Andrew Garfield dando rostro al héroe.
La historia es bien conocida y está en el imaginario colectivo. Un joven llamado Peter Parker pierde a sus padres y pasa toda su infancia con sus tíos, Ben y May. En la adolescencia es picado por una araña mutante (radiactiva, manipulada genéticamente o lo que toque) y le dará sorprendente poderes, pero el asesinato del hombre que le ha criado le enseña que tiene una gran responsabilidad, dedicando así su vida a defender a la gente.
Parece una pesadilla recurrente y siempre sabemos que, da igual todo lo demás, pero el personaje de Ben Parker morirá puesto que es una de las bases sobre las que se asienta Spider-Man, haciendo que el muchacho deje de lado sueños más egoístas para convertirse en un justiciero enmascarado. En esta película comienza más por una cuestión de venganza, pero todo cambiará cuando tenga que enfrentar al científico Curt Connors, viejo amigo de su padre y ahora una terrible amenaza para la ciudad de Nueva York al haberse convertido en El Lagarto (y conservar su increíble inteligencia).
Peter descubre sus poderes.
A lo largo de casi dos horas se salpica al aficionado de referencias, partiendo de una amplia base del universo Ultimate, de peleas y de un nuevo arácnido en el que realmente nos creemos que puede ser un adolescente, algo que es importante para entender el porqué se comporta de la forma que lo hace y que no siempre resulta fácil de contemplar desde esta perspectiva en los cómics originales.
Uno de los aciertos, al igual que en la anterior saga, es dejar las actuaciones de los tíos de Peter Parker en manos de veteranos y grandísimos actores. Así tenemos que hace diez años fueron Cliff Robertson y Rosemary Harris, para pasar ahora la antorcha a una versión más joven que interpretan Sally Field y el siempre enorme Martin Sheen, lo que ya es motivo suficiente para ir a ver esta película. El alto listón que dejan solo llega a alcanzarlo Curt Connors con un atormentado Rhys Ifans dándole cara, un nombre que quizá resulte algo más desconocido pero del que algunos nos enamoramos al hacer del excéntrico Spike en Notting Hill, sin olvidar a la dulce Emma Stone que con sus faldas y botitas nos hace creer que estamos (casi) realmente ante la Gwen Stacy de las viñetas y que temamos todo el metraje su posible y bien conocido destino.
Spider-Man y Gwen (Emma Stone).
Y ahora llega el momento de la única pregunta que muchos se estarán haciendo, ¿merece la pena ver una, quizá, innecesaria, nueva versión de Spider-Man en el cine? La respuesta es sí, siempre que se sea muy consciente de estar ante un producto destinado a un público juvenil, uno en el que hace una década podíamos (justitos) incluirnos pero que ya no es así hoy en día. Esto no es ni bueno ni malo, es un sencillo hecho que debe tenerse en cuenta y es que al contrario que las películas de Marvel Studios aquí no se busca tanto el beneplácito del aficionado de toda la vida y más el empezar una franquicia que explotar durante años igual que lo fue la anterior.
Con todo hay que decir que estamos ante un filme sincero, que solo da lo que promete su trailer (y el que salga decepcionado, que los habrá, es más por un problema de sus propias cábalas e imaginaciones que de otra cosa), cumple con el fin que tiene de entretener y de crearse un nuevo séquito que irá a ver las siguientes entregas. Una película de rápido consumo y de olvido igual de rápido, un producto hecho para estar dos horas sin pensar en nada más que en la pantalla de cine y en las palomitas que tengamos entre las manos.
El temible lagarto.
The Amazing Spider-Man no pasará a la historia siendo una de las grandes películas de superhéroes, quizá por pillarnos ya con más edad de la que tiene su público objetivo o por no poder sorprendernos igual que hace una década, pero es una cinta muy válida y nos arrepentiremos si no la vemos en pantalla grande.
Doc Pastor
Escribo de cine, cómic y lo que haga falta. Fundador y Director Editorial de Ruta 42, redactor en el periódico AQUÍ en Valladolid y en viva minimagazine, jefe de prensa en la Revista LaRAÑA. Mi perrito se llama Loki.
Blog - Facebook - Más publicaciones