Debo reconocer que de este duo poco más conocía que el nombre. Había cosas que si, pero en ocasiones la voz demasiado operística para mi gusto de Billy me echaba para atrás.
Hace unos dias me encontre´en una tienda de segunda mano este disco por dos euros y me decidí a llevarlo a casa.
En casos así, aunque no te guste mucho, o sólo te gusten dos o tres temas pues ya llega pues la inversión no es apenas nada.
Aquí ya estaba sólo MacKenzie con el nombre y según lei no es lo mejor que hizo bajo Associates pero la verdad es que a mi me gusta el resultado final.
El disco se editó en el 85 y tuvo un costo de 250.000 libras. Varios producotres y diversos músicos para ejecutarlo. Finalmente el disco entró en las listas inglesas pero de manera tímida y no cumplió las espectativas creadas a la compañía.
Entro los producotores podemos ver a Martin Rushent y a Martin Ware (B.E.F, Heaven 17) entre otros.
Ocho temas componen este disco que tiene un sonido abiertamente electrónico. Vamos, sonido Synth Pop pero más elaborado si queremos decirlo de alguna manera.
Si tenemos que ponerle una pega al disco, bajo mi punto de vista, no son los temas en si que en general están muy bien, pero si que el minutaje en algunos casos es excesivo. Partes instrumentales que no llevan a ningún lado y que temas de más de 6 minutos como son Perhaps o Schampot en la cara A con un minuto menos habrían quedado redondas porque las dos canciones son muy buenas.
En Wating For The Loveboat sin embargo el minutaje le sienta muy bien. Momentos que, curiosamente, sin estar producida por Martin Ware si que tiene un estribillo Heaven 17.
La cara b comienza con la emotiva Thirteen Feelings con unos arreglos excelentes que refuerzan el resultado final.
The Stranger In Your Voice es intensa gracias a la voz de Billy y ese ambiente que los teclados crean. Atmósferas desgarradoras y tristes.
The Best Of You también tiene buenos arreglos y nos invita a bailar anque se de manera un poco trágica.
Un buen disco aunque no sea lo mejor que editaron a lo largo de su carrera.
Pero escucharlo de vez en cuando nunca viene mal.