Revista Cine

The Avengers: Los Vengadores

Publicado el 30 abril 2012 por Diezmartinez

The Avengers: Los Vengadores
Después de casi un lustro de estar rizando el rizo, con las sucesivas presentaciones en sociedad de los emblemáticos súper-héroes marvelianos -Iron Man: el Hombre de Hierro (Favreau, 2008) y secuela (Favreau, 2010),  Hulk: el Hombre Increíble (Leterrier, 2008), Thor (Branagh, 2011) y Capitán América: el Primer Vengador (Johnston, 2011)-, he aquí finalmente The Avengers: los Vengadores (The Avengers, EU, 2012), la esperada reunión en la que, a los súper y anti-héroes ya mencionados, se les ha agregado el letal arquero Hawkeye y la sexy asesina Black Widow, ya vistos en alguna de las películas anteriores.    Esta media docena de “vengadores” son reunidos por Nick Fury (Samuel L. Jackson), cabeza de la misteriosa SHIELD, pues el maléfico y ególatra Loki (Tom Hiddleston ganándose la papa), el hermano adoptado/resentido de Thor (Chris Hemsworth), ha llegado de Asgard para apoderarse de un chunche muy importante llamado Tesseract que, por lo que entiendo, es el portal para entrar a otra dimensión y, de pasada, una fuente inagotable de energía.    Loki viene a la Tierra a sojuzgar a toda la humanidad con la ayuda de un ejército de “chitauris” que, fuera de ser bastante feos, no resultarán gran amenaza al final de cuentas, pues terminarán siendo pan comido para los vengadores después que éstos se ponen de acuerdo y dejan de estar cabuleándose uno al otro (“Mi escudo es más grande que el tuyo”, “Yo me enojo y no hay quien me aguante”, “Yo soy más listo que todos ustedes juntos”, “Mi papá gana más dinero que el tuyo”).    Debo confesar que no me di cuenta de la duración de la película sino hasta que salí del cine: casi dos horas y media durante las cuales no me aburrí demasiado gracias a un generoso vaso mediano de palomitas con chile jalapeño y las modestas pero consistentes virtudes de la cinta. A saber: las ingeniosas one-liners que suelta de principio a fin Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.); la seria interpretación de Mark Ruffalo como el tímido Dr. Bruce Banner, temeroso de convertirse en “el otro tipo”;  la oportunidad de lucimiento –en más de un sentido- que le dan a la siempre bienvenida Scarlett Johansson; y un muy coherente tono de comedia relajienta que el director Joss Whedon logra sostener, incluso en la archiconvencional resolución en la que todos los súper-héroes están colocados alrededor de uno de ellos, inconsciente, acaso muerto, hasta que Hulk rompe el encanto con chico gritote que despierta a todos (“Díganme que ninguno de ustedes me besó”).    Ya lo he dicho en otras ocasiones: las películas basadas en cómics –y los cómics en sí- nunca han sido una prioridad para mí. Por lo mismo, mi conocimiento al respecto es muy limitado. Sin embargo y más allá de filias, fobias y fanboyismos, no veo en The Avengers: los Vengadores a esa obra maestra del cine-de-súper-héroes-de-cómics que algunos han apuntado todo este fin de semana. Si de cine se trata, creo que cualquiera de los siguientes filmes es muy superior a The Avengers: el primer Superman de Donner, los dos Batman de Tim Burton, los Hombres Arañas de Raimi, el primer filme de X-Men, el segundo Batman de Nolan y dos películas que, curiosamente, no están basadas en ningún comic: Darkman: el Rostro de la Venganza (Raimi, 1990) y, por supuesto, El Protegido (2000), la mejor película de Shyamalan.

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