Revista Cultura y Ocio
Mucho se habló en su día sobre rumores de una posible reunificación de los Beach Boys, que se llevaron a cabo en 2012, con disco nuevo, para el que Mike Love reclutó a Brian Wilson con la excusa de reunirse otra vez y tal, primero regrabaron Do it again y luego grabaron That's why God made the radio, como disco nuevo. La formación era Brian Wilson, Mike Love, Alan Jardine, Bruce Johnston y el rescatado David Marks. Brian Wilson produjo el álbum, y se notaba claro que si, pero hemos de recordar que Brian sigue enfermo y se ausenta en las actuaciones, a pesar de estar mucho mejor que antes. Luego había gira, en principio programada de 50 conciertos, que duró con Brian hasta que Love quiso, en definitiva fue una sutil utilización del genio de Brian para luego darle la patada.Es curioso como un tipo como Mike Love, primo de los Wilson, a parte del propio padre de Brian, hayan sido los personajes más lamentables y chupasangres que ha tenido que soportar este genio de la música, por no hablar de Eugene Landy, ese "doctor" que casi le mata.Y ojo, hablamos de un disco, este de 2012 que empieza muy bien, tiene un claro bajón y acaba de manera gloriosa, en ese sentido se diferenciaba de las últimas cagadas de los Beach Boys con Mike Love al frente, bastante evidente, sabida su inferioridad compositiva con respecto al fundador del grupo.
Think about the days comienza el trabajo, con esos coros made in Wilson, ningún reproche, corto comienzo en gran nivel, acompañado del piano glorioso. Y llega el single que da título al disco, That's why God made the radio un muy buen tema pop con una letra vulgar, pero que vuelve a recuperar un gran single para la banda. Isn't it time es una delicia pop donde la voz es alternada por Brian y Mike que sorprende por su bella factura y frescor. Spring vacation baja el nivel, solo salvada por una buena letra, algo irónica y la voz de Al Jardine. The private life on Bill and Sue es una pastelada que hace pensar en que puede que el disco no remonte el vuelo, a pesar de cantarla Brian. Shelter hace respirar al álbum, sin ser ninguna maravilla, es un tema efectivo y resultón gracias a la voz de Brian. Daybreak over the ocean es una cancioncita de Mike Love, que en fin, ni para rellenar los discos vale. Beaches in mind se hunde en el lodazal, estamos en un posible punto de no retorno.Pero cuando parecía que esto no tenía remedio Strange world salva los muebles, con ese piano, la voz de Brian, muy buena línea melódica y un tema excelentemente producido. Y llega la triada final antológica del álbum, por la que vale la pena tenerlo, como es mi caso, que comienza con From there to back again un baladón escandaloso, con la voz de Jardine excelente mientras que a mitad del tema las armonías vocales dominan antes de que llegue la voz de Brian, gloria para los oídos. Por si fuera poco Pacific Coast Highway, sin descanso, es otra joya de nivel melódico colosal y con Brian al mando vocal. Remata la triada Summer's gone una suite melancólica sobre el final del verano y el paso del tiempo, ¡¡¡qué maravilla por dios!!!
Este álbum no es un mal trabajo, sin ser nada del otro mundo por fin era un disco defendible de la banda después de muchos años de nada reseñable, pero claro, para eso hubo de recuperarse a Brian, el único miembro fundador con un nivel compositivo superior y superlativo y eso se nota.
Este post fue escrito por mi en Exile SH Magazine y ahora reposa en mi espacio.
Os dejo con el tema From there to back again.