Brian Wilson me robó el corazón cuando descubrí Pet Sounds. Los que me conocen saben que considero la obra maestra de los Beach Boys como el mejor album de pop de todos los tiempos. Tras aquel descubrimiento atravesé una etapa medio obsesiva con el grupo de California y con Wilson en particular. Hoy día, pasado el subidón de aquellos primeros descubrimientos, sigo manteniendo que Wilson ha sido uno de los grandes genios musicales del siglo XX y que lamentablemente, sus enfermedades mentales y sus altibajos anímicos, nos privaron de mas discos y canciones memorables. Pero menos es nada, y su legado creo que sigue siendo deslumbrante, sobre todo en aquella época de mediados de los sesenta donde su inspiración alcanzó cotas sublimes.
Cuando empecé a descubrir los "otros discos" de los Beach Boys anteriores a Pet Sounds, me sorprendió encontrarme con discos que poco tenían que ver con la cima del 66. Discos en donde no había una estructura clara y donde sobresalían las canciones mas comerciales y brillantes por encima de otras claramente prescindibles. Pero hubo un momento en que esa sensación de desequilibrio, cambió. Y fue cuando escuché el album The Beach Boys Today! (1965). Un disco que me descubrió a un Brian Wilson en pleno proceso de madurez creativa. Es el album, dentro de aquellos años, que supuso un cambio verdaderamente cualitativo y de tendencia en su forma de componer música. Algo así como el equivalente al album Help! para los Beatles. Un puente entre la inocencia de sus albumes primerizos y la complejidad y excelencia de Pet Sounds. Entre medias de ambos discos, los Beach Boys grabarían dos albumes mas Summer Days (And Summer Nights!!) y Beach Boys' Party!,
que tampoco deberíamos pasar por alto (ahí están joyas como California Girls, entre otras), aunque a gusto personal, me parecen mas deslavazados que el Today! o Pet Sounds.Dejando al margen su ridículo título, que no hace justicia al contenido y que era un mal que sufrían muchos discos de la época, The Beach Boys Today! es un album cuyas dos caras se hayan muy diferenciadas entre sí. Mientras la primera contiene canciones fácilmente asimilables a la primera escucha (la algo cansina Help Me Ronda compuesta por Al Jardine, Good To My Baby, la excelente When I Grow Up To Be A Man...), la segunda recoge varios de los momentos mas brillantes en toda la carrera del grupo en general y del mayor de los hermanos Wilson en particular. Por eso, esta entrada esta pensada, sobre todo, para reivindicar ese lado B del album.
Siempre he visto esa segunda parte del disco como el verdadero inicio de la época dorada de Brian Wilson como compositor y la génesis real del concepto Pet Sounds que materializaría al año siguiente. Esta opinión la he podido corroborar posteriormente en biografías como la que repasaba Manuel hace un tiempo. Aunque el tú a tú en las labores de composición con su primo, el inefable Mike Love, todavía era capaz de brindar grandes momentos, es evidente que las canciones tienen, mas que nunca, todo el aroma y la esencia de Brian. Y es este, quien ya, plenamente consciente de su innato talento, empieza a volar solo (liberado por fin de la autoridad paterna) y con ayuda, porque no decirlo, de las drogas (llevaba unos meses consumiendo LSD sin ningún control), llegando a confesar públicamente y unos cuantos años después que compuso las canciones de este disco completamente colocado.
Please Let Me Wonder, el tema que abre esa sensacional cara B, es sencillamente arrebatador. Una de mis canciones favoritas de todo el repertorio de los Beach Boys, y que sitúo armónicamente a la altura de lo mejor de su legado (California Girls, God Only Knows, Caroline No). Es increíble escuchar la voz de Brian, pura, luminosa y nada afectada por los excesos. Podemos decir lo mismo con la siguiente de la colección: la excepcional adaptación del clásico I´m So Young. La tercera canción de esta memorable tanda la representa Kiss Me Baby. De nuevo, otra joya que tiene todo el aroma de la clásica balada sentimental del mejor Brian Wilson, que también lidera la canción en las voz principal. La madura She Knows Me Too Well es quizás la mas compleja de las cinco y la que cuenta con una mayor sofisticación armónica. Nuevamente, es Brian el que sobresale en las voces, cantándola con pleno sentimiento. Y por último, In The Back Of My Hand, esta vez con el cálido y tierno Carl Wilson en la voz principal. Una maravilla. Son muchos los analistas de la obra de los Beach Boys y de Brian Wilson en particular, quienes señalan a estas cinco canciones como la cima creativa de su autor, situándolas incluso, por encima de lo que vino después (Pet Sounds). Como todo, son meras opiniones, pero lo que yo tengo claro es que una vez que escuchas este disco y sobre todo, esa enigmática segunda cara, es cuando empiezas a constatar el talento inmenso de Brian Wilson para la música.