En Inglaterra sí que saben montárselo bien. Ya sabrás que este año la representante de Reino Unido en Eurovisión será la mismísima Bonnie Tyler, ¿verdad? Pues haciendo memoria he recordado cómo en la megafonía de Anfield, histórico estadio de fútbol de Liverpool, en cierta ocasión, tras ese himno de título You’ll Never Walk Alone cantado a coro por los aficionados ingleses, sonó Hey Jude de los Beatles. Y es que, por si alguien había pasado las últimas décadas secuestrado por los extraterrestres a años luz de nuestro planeta y aún no se había enterado, Liverpool es la ciudad que vio nacer al cuarteto más famoso de la historia del pop.
El tema fue grabado en 1968, el mismo año en que fue publicado como sencillo, convirtiéndose de esa manera en la primera pieza lanzada desde Apple Records, el sello discográfico creado por The Beatles —en el 68, para variar—. De la composición de la letra se encargó Paul McCartney, quien a pesar de haber elegido en un primer momento el título de Hey Jules, finalmente decidió cambiarlo porque Hey Jude sonaba mejor, así de sencillo.
De todas formas, ya fuera Jules o Jude, se trataba de la misma persona, del hijo de John y Cynthia Lennon, Julian. Resulta que al poco tiempo de la separación de la pareja, Paul —amigo de la familia, entre otras cosas— hizo una visita sorpresa a madre e hijo para interesarse por su estado y en especial el del niño. Pues bien, a raíz de aquéllo escribió la letra, dedicada a Julian y no a John Lennon como este creyó, y con la intención de que el pequeño no se preocupara por nada.
Existen unas cuantas anécdotas acerca desde la grabación de la canción, desde que se realizó coincidiendo con la del álbum The Beatles —más conocido por los castellanoparlantes como El álbum blanco— hasta que uno de los músicos de la orquesta que intervino en el proceso se negó a dar palmas y cantar. En cuanto a su publicación, Hey Jude contó con Revolution como cara B ante la disconformidad de John Lennon, quien opinaba que esta última debía ser la cara A, y no al revés.
Pero a pesar de la oposición de Lennon, el tema gozó de la aprobación del público y alcanzó el primer puesto de las listas de Reino Unido y de Estados Unidos. Al otro lado del Atlántico permaneció nueve semanas en lo más alto, lo cual le valió convertirse en el sencillo de la banda que más tiempo estuvo en esa privilegiada posición.