El negocio iniciado por dos hermanos allá en los años cuarenta, se ha convertido en un fenómeno mundial con más de diez mil restaurantes franquiciados en unos ciento veinte países. Encontrar un Mc Donald’s en San Petersburgo o Bangkok tiene poco de extraño, pero me ha sorprendido que el precio de su producto más famoso sea un índice económico significativo. Así es, según lo que cuesta el Big Mac en los diferentes países, tenemos una idea de su economía, algo así como el Ibex 35 o el Dow Jones, pero en carne picada a la brasa, sorprendiendo lo barata que sale en Africa del Sur, entre otros países. Que los nórdicos fuesen los más caros, era esperable, pero en la parte baja de la lista hay sorpresas; nosotros los españoles quedamos diluidos en la eurozona, eufemismo que nos permite no hacer un ridículo exceisvo junto a nuestros vecinos centroeuropeos. Lo que seguro disponemos en estra desgastada piel de toro, es deuna extraoridinaria calidad en la comida, incluso en las hamburguesas prefabricadas.