A Brief History of Love era un álbum tan bueno que -sin quererlo- arrastró a The Big Pink al borde del precipicio. El segundo trabajo de cualquier banda es la prueba de fuego, la confirmación del bluff o de la perspectiva, la carnaza sobre la que se lanzarán críticos y parte del público, la certidumbre de hasta donde puede crecer una banda.
The Big Pink militan en 4AD, un sello donde lo que antaño se editaba siempre (o casi siempre) ha sido sinónimo de temeraria calidad, la garantía de que te ibas a encontrar con una banda desafiante; hoy en día están recostados sobre una postura de riesgo minúsculo sin descuidar la calidad, lo vemos en bandas como The National o St.Vincent. Cuando escuchas Future This no puedes evitar la sensación de que 4AD no se expone y juega sobre seguro; en este sentido, se vuelven a visitar los lugares que ya se recorrieron en A Brief History of Love.
A pesar de que parecen haber encontrado la fórmula, Future This aparece más ecléctico en comparación con su anterior trabajo, la guitarra pierde presencia y una fina bruma de psicodelia electrónica se expande a lo largo del trabajo al tiempo que se mantiene el estilo shoegaze de la primera entrega. Sin embargo, la (poca) creatividad musical (añadida) queda enterrada bajo el monocromo registro de voz de Robbie Furze.
Cada uno de los temas de Future This está blindado por brillos synthpop y no deberían tener excesivos problemas para dar el salto a las emisoras pop con estribillos que funcionan como arpones y quedan anclados en la memoria; ello lo convierte en un álbum muy fácil de escuchar y que permanece compacto en todo momento pero, por aquí, no podemos dejar de tener la sensación de que The Big Pink podría haber hecho algo más. El potencial se intuye, pero este segundo trabajo nos convence de que The Big Pink es una de esas bandas que sólo dará el paso adelante cuando se le exija algo más. ¿Quizá en el tercero?