El día que Elizabeth Keen (Megan Boone) va a iniciar su carrera en el FBI, el criminal más buscado de todo Estados Unidos, Raymond Reddington (James Spader), se presenta en el FBI para decir que solo hablará con ella. Raymond ofrece al FBI un trato jugoso: su inmunidad a cambio de una lista con una gran cantidad de terroristas que él ayudará a encarcelar.
La crítica
Recuerdo el día que me fijé en esta serie, en el estilazo que tenía James Spader en una de las portadas de la serie. Me llamaba a gritos, me decía "dame una oportunidad". Tres meses después, me he visto todas las temporadas y pido a gritos que sea 28 de septiembre para poder disfrutar más de el show que nos ofrece la serie de NBC.
El hilo argumental de la serie es de lo más sencillo: el famosísimo Raymond Reddington, interpretado por un espectacular James Spader, ayudará al FBI a cazar a los más buscados del país en una lista confeccionada por él mismo: The Blacklist. Bajo dicha premisa, todos y cada uno de los personajes tendrán sus secretos a descubrir y los veremos involucrados en diferentes tramas de lo más interesantes.
El formato de dicha serie es el ya conocido por muchos: un caso, un capítulo. Repite la fórmula de otras series que ya hemos reseñado, como 'Castle' o 'El mentalista', solo que va un paso más allá: hay más argumento. Con esto me refiero a que no solo se trata de ir resolviendo casos y tener un argumento de fondo que no sea notorio, sino que es al revés: los casos complementan el verdadero argumento que hay de fondo.
A medida que avanza la serie, dicho argumento degenera más por completo, abriendo diferentes frentes con diversos de los personajes del reparto y dándoles el respectivo protagonismo en el momento adecuado. Quiero incidir en esto en concreto, puesto que a diferencia de muchas otras series de este estilo, los personajes secundarios tiene muchísimo peso y los hay de todos los colores.
Tenemos a los ayudantes de Raymond, que bien pueden ser un enano que trabaja como funcionario del estado que aporta un tono de humor genial o el fiel compañero de Raymond, el cual sufre por él a diario. Por el lado de los buenos, todos y cada uno de los personajes que componen la unidad secreta que ayuda a Raymond son ese trocito humano que tenemos todos y que, en más de una ocasión, nos veremos reflejados. Lo más curioso de este dato es que hasta pasada la primera temporada, los personajes secundarios no toman el papel que tienen en la actualidad. Como en muchas series, empiezan en el fondo pero la propia serie evoluciona y les da más peso a los secundones.
Pero si alguien se lleva la palma, es el gran Raymond Reddington. Ese hombre es Dios. Lleva consigo carisma para dar y regalar, será querido por todos gracias a su alarde y sus momentazos capítulo tras capítulo. Como no, el merito es, además de los guionistas, de los que hablaré ahora, del genial James Spader. Nominado dos veces consecutivas en los Globos de Oro (2014 y 2015), deja el personaje en lo más alto. A lo largo de la serie lo veréis haciendo de todo: riendo, llorando, cabreándose e incluso siendo torturado. Si este hombre no merece todos los elogios como actor, ya no sé en que creer.
Eso sí, si el protagonista de la serie, es un villano, o mejor dicho; EL VILLANO, los antagonistas de la serie deben de estar a la altura. Y como no: lo están. En cuatro temporadas he visto absolutamente de todo pero nunca se me ha pasado por la cabeza: este será el tope, porque siempre sacan algo mejor.
No obstante, como bien he dicho, la magia del personaje de James Spader no solo radica en su actuación (que repito, es de diez), los guionistas hacen lo que quieren con él. Mueven el argumento que da gusto, te engañan y, sobretodo, tienen mucha mala leche. Con esto vengo a referirme que harán sufrir al espectador desde el comienzo, con cantidad de situaciones que no esperaríamos y que nos harán estremecernos.
En contraposición a lo anterior, los guionistas tienen una pequeña pero notoria pega, que no es más que dar vida a personajes que parecen subnormales. ¿Por qué? Porque algo que es un secreto a voces parece ser que los protagonistas a veces no logran ver y esto lo veréis a la mínima, porque es el argumento principal de la serie. Por culpa de este pequeño lastre, la serie se ve conducida a ser algo previsible en ocasiones de lo más estúpidas, aunque recalco que los guionistas hacen muchísima magia y en más de una ocasión nos quedaremos mirando nuestras pantallas pensando: "me acaban de violar la mente por todos los orificios posibles".
Con lo cual, 'Blacklist' no es la mejor serie de la década, lo reconozco, pero seguramente sea la mejor en lo suyo. Tiene momentos de todos los gustos, colores y sabores, para cautivar a todo tipo de publico (he recomendado la serie tres veces y he acertado las tres). Su única pega es que peca de la ingenuidad que se les da a sus personajes en muchas ocasiones, pero no es algo que se tenga en cuenta de manera exagerada.
Información de más
- Nominada dos veces en los globos de oro.
- La fecha de nacimiento que aparece en los carteles de "se busca" de Raymond Reddington data el 7 de febrero de 1960, día que nació James Spader.
- Dado el éxito que cosechó la serie, se estrenó un spin off de la misma: 'The Blacklist: Redemption'.
- El toque del sombrero del personaje de Red fue idea del propio James Spader.