Director: Chuck Russell
Sí señor, llegamos a los remakes ochenteros. Primero el de "The Blob". El director de esta desaforada versión es el mismo de "La máscara" (aquella con Jim Carrey), "El Rey Escorpión" (aquella con La Roca), y lo último que ha hecho es una de acción con John Travolta. Excelente currículum.Si hemos de comparar, lo que agrega esta versión de "The Blob" es espectacularidad. Y mejores efectos, claro, aunque no es eso exactamente lo que me inclinaba a su favor. Era la energía. Y es que estamos en un pueblo empobrecido, de esos que dependen exclusivamente de alguna actividad (en este caso el turismo de nieve: centros de ski, cosas así) que ya no pueden efectuar por alguna u otra razón (mucho calor, no cae nieve, adiós ski, turistas y dinero). Tenemos varios personajes arquetípicos, sí, pero bien dibujados dentro de su esquematismo: simpáticos, agradables, convincentes. Y casi de inmediato llega esa cosa viscosa y comienza su cacería, su aniquilación. Y de qué manera lo hace, viejo: sin piedad, de forma implacable, salvaje, con una furia atávica e irracional, furia pura y dura, sin distinciones de ningún tipo en lo que respecta a buscar presas, que devora cualquier cosa (hasta personajes que uno pensaba iban a durar más en el metraje) de maneras brutales y sangrientas (pues no sólo "traga", sino que también quema y pulveriza), dignos de los mejores fatalities de Mortal Kombat. Y no se detiene, es como una maldita estampida de asesinatos cada vez más grotescos y deliciosamente exagerados. Pero, curiosamente, a la película le pasa lo mismo que a la masa: mientras más grande, peor. Para la masa "peor" significa más violenta, agresiva, sanguinaria; para la película, en cambio, significa, lisa y llanamente, mala. O medio tonta. Deviene en despropósito. Sucumbe a los lugares comunes, y quizás yo fui el ingenuo por creer que estaríamos ante una película diferente, pero es que sus arquetipos y esquemas se notaban desde el inicio, supongo que me dejé llevar por su alto nivel de sangre y violencia. La cosa comienza a perder interés y credibilidad (ejem) cuando llegan unos tipos del gobierno (¿?) a controlar la situación, aunque por alguna razón no saben cómo demonios controlar la situación y no tardan en quedar como unos completos inútiles, tanto que los paletos del pueblo son los que salvan la función (y ellos mismos descubren la debilidad del monstruo, que casualmente es todo lo opuesto a lo que intentaban los papanatas del gobierno), y el chico malo y rebelde se queda con la chica bonita, y de repente los personajes que obviamente deben morir mueren, y acá lo único que salva son las imaginativas formas de morir que se van sacando de la manga, porque hay que conceder que no se repiten mucho en eso de los asesinatos. Agreguemos, también, que los efectos especiales de la película son excelentes (llega a dar asco esa masa palpitante), aunque ya por el final, cuando el bicho adquiere tamaño monumental (haciendo difícil, imagino, crear efectos prácticos a escala real), se sacan de la manga unos efectos visuales bastante cutres que contravienen por completo el "realismo" de la masa cuando era menos gigante. Efectos que hasta en la versión del cincuenta ejecutaban de mejor forma. Ouch.En fin, "The Blob" es una película que al inicio me parecía refrescante e incluso sorprendente, pero que poco a poco, de forma paulatina, se desinfla y convierte en más de lo mismo.¿Lo mejor? Kevin Dillon (hermano de Matt), por supuesto. Y las escenas de asesinato, claro, sobre todo las de la primera mitad (de ahí siguen siendo buenas, impactantes a su modo, mas el relato ya pierde toda coherencia). El resto se puede mandar a chupar limón.
Como diría Michael Fassbender en "Prometheus": Big things have small beginnings...