A veces pasa que uno lee un libro que le ha gustado mucho así mucho. Pero en este caso es uno que te haya marcado de una manera especial. Tomémonos un momento para pensar y recordemos el libro o los libros con los que les haya sucedido algo así. A mi, personalmente no me pasa tan a menudo como quisiera, pero me ha pasado. Es como una sensación que es difícil de sacudirse de encima. Algo en la historia o en los personajes te dejó con una profunda sensación de impresión y si esto sucede al final de la historia, es mucho más difícil cerrar el libro y pasar a otra cosa. Es más, hay que reposar la cabeza (yo por ejemplo descanso un día entre un libro y otro) para que los asimiles.
Tu tE cayah y lÓ asiMiläH.
Voy a poner un ejemplo: El final de Cien años de soledad (reseña aquí). Seguramente a muchos no les parecerá que haya sido un gran libro y habrá otros que no lo hayan leído. Pero en mi caso particular, lo leí hace cuatro años y recuerdo que fue una lectura difícil que me costó un mes terminar: había partes un poco pesadas y eso no se puede negar, pero llegué a un momento en que yo no pude parar de leer. Como colombiana me siento influenciada por encontrar lugares comunes y muy cercanos, pero el libro es realmente un reflejo del pueblo latinoamericano. En fin, cuando llegué a las últimas páginas, cuando todo se resolvió de una manera descrestante, cuando encajé las pistas que no capté FUE IMPRESIONANTE. Y las últimas palabras de la novela son épicas. En fin, un novelón.
Tuve que descansar mi cabeza por varios días y no recuerdo una impresiónmás grande que esa hasta el día de hoy.Pero claro, me ha pasado más veces en más o menos grado de resaca y enumeraré algunos momentos impresionantes:
- Cuando me enfrenté a los septuagésimos cuartos juegos del hambre y leí la muerte de un personaje muy especial.
- El final destroza-almas de El resplandor de Stephen King. Ay mi pericardio.
- La resolución del caso de A sangre fría.
- El último diálogo de El coronel no tiene quién le escriba.
- Cuando se le cumple el sueño a Sayuri en Memorias de una geisha. Ains.
- El final de Las uvas de la ira. Demasiado para mi alma.
- Lo que dice el prólogo de Lolita y releerlo luego de terminar la novela.
- El ataque en La ladrona de libros.NO. WHY.
- La recta final de La pregunta de sus ojos. MI VIDA AY.
- El final de La maldición de Titián. OMG.
- El padrino de Mario Puzo. POR QUÉ.
- Los delirios de Lia de Frío. LÍA.
- Lo que pasa en El exorcista. Yisus.
- El final de Platero y yo. No puedo.
Yo durante la lectura de Tormeta de Espadas
Eso fue un breve resumen de varios momentos destrozavidas que me ha dejado la lectura. Y si, por eso digo que sufro de resaca literaria de vez en cuando.
¿Les ha pasado?