Muchos deberíamos recordar a Paul Schrader por ser el guionista de la genial Taxi Driver, aunque como director haya tenido más tropiezos que éxitos. Ahora con The Canyons, no sabemos en realidad qué fue lo que quiso hacer: devolverle la vida (artísticamente hablando) a Lindsay Lohan demostrando con un guión que intenta caer en lo dramático que sí sabe actuar o hacer un homenaje a la vida de una pareja como las hay muchas, que ofreen sexo y violencia a cambio de dinero, mientras luchan por encontrarse a sí mismos como personas y no dejarse llevar por lo malo.
la premisa no es mala y podría ser una buena película de drama si no fuera porque no termina de definirse entre romance o drama. Y no se combinan muy bien en este material. Mientras Lindsay lohan y James Deen ofrecen todo lo que está a su alcance para exprimirle al guión hasta la última gota de calidad, hay que reconocer que de entrada, éste no tiene lo suficiente para consolidarse. De una hora y media de duración parece que son dos o tres por lo tediosa que se vuelve y con enredos y personajes que aparecen y salen de la nada sin una historia coherente que contar.
Si lo vemos por el lado del morbo, quizá ver a Lindsay lohan desnudarse en pantalla sea la única excusa para mirar este filme. Ni la edición ni la fotografía son las adecuadas y la dirección parece tan apresurada y tan mala que resulta una exageración haber terminado este filme e intentar llevarlo a los festivales independientes (nota curiosa: Sundance no la aceptó en su programación, por algo habrá sido), y que a pesar de haber salido en muchos conteos sobre las "películas independientes que queremos ver" ahora deberíamos ponerla en el apartado de "las películas independientes que deseamos nunca haber visto"
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