The Clash: el punk elegante

El 77 es el año del punk sin duda alguna. Movimiento que surgía del descontento de la sociedad y que siempre se identificó con lo sucio, la rebeldía y la polémica. Los Sex Pistols probablemente son la imagen de toda aquella historia y los Ramones el grupo querido, pero que desde EEUU nunca tuvo ningún tipo de implicación política, simplemente su música. Pero fue precisamente viendo a los Sex Pistols cuando un joven inglés hijo de diplomáticos y que vivía en Notting Hill, barrio que era un hervidero multicultural y de reivindicaciones por la igualdad racial, y en el que por aquella época vivía un tal Bob Marley, decidió formar un grupo que llevase la música a los extremos.

De esta forma Joe Strummer decidió formar The Clash junto a Mick Jones, Paul Simenon y Nicky “Topper” Headon.

En el 77 publicaban su primer álbum homónimo y tenían un éxito considerable en Inglaterra. Sus giras como la del resto de grupos no estaban exentas de polémica, lanzamientos de objetos, provocación, hoteles destrozados, pero a la vez tenían una nota que les diferenciaban del resto. The Clash, ahora convertidos en mito, fueron despreciados por los punks más radicales. Su música no era tan dura y rápida como la del resto de grupos probablemente, pero por otro lado su actitud y letras tenían una mayor coherencia que el criticar y quejarse por el mero hecho de ser rebeldes. The Clash se implicaban realmente en lo que cantaban y no eran uno simples provocadores como pudieron ser los Sex Pistols, con los que siempre tuvieron una gran relación personal. The Clash tenían ese punto más intelectual, buscaban la acción, eran la guerrilla empuñando guitarras.

Tras el debut, presentaron una propuesta más rockera y dura en el 78 con “Give’em enough rope” y de nuevo tuvieron buena acogida en Inglaterra. Pero fue un año después, en 1979, cuando parieron una de las joyas de la música del siglo XX. Editaron “London Calling” un doble LP que exigieron que se vendiese a precio de sencillo y dieron un vuelco total a su música. En este álbum la fusión de estilos y sonidos es espectacular y sorprende sobre todo por la época, ya que es ahora cuando se habla tanto de la fusión y el mestizaje, y en el 79 estos cuatro jóvenes fueron capaces de mezclar rock, reggae, punk, funky, soul, blues… Este álbum tuvo una magnífica acogida mundial y por extraño que parezca, menor que los anteriores en su propia tierra.

Su fusión y variedad llegó mucho más allá y en 1980 publicaron un triple disco, “Sandinista”, que iba mucho más allá en las mezclas, incluyendo country, acid rock, psicodelia y dub. Con este trabajo probablemente tocaron el techo de genialidad.

En el 82 publicaron “Combat Rock” que les proporcionó un gran éxito y les permitió girar con The Who pero empezaron a notarse desavenencias entre los miembros. Ese año Joe expulsó a la otra cabeza creativa del grupo, Mick Jones, por su adicción a la heroína. Llegaron a publicar otro LP en el 85, “Cut the crap” pero el grupo acabó disolviéndose.

Joe Strummer tardó 10 años en volver a subirse a un escenario, y años después volvió a tocar con su grupo, The Mescaleros, junto a Jones. En el 2001 Joe Strummer se sentía terriblemente impactado por la muerte de Joey Ramone: “Fue terrible. Yo ni siquiera estaba enterado de su enfermedad, así que fue un shock por partida doble. No puedo ni siquiera aceptarlo. Para mí los Ramones fueron hechos para durar toda la vida. Me niego a aceptar esa realidad. Les vi cuando debutaron en Londres. Fue increíble. Duró menos de media hora. Una bomba nuclear.” Tan sólo un año después, el 22 de diciembre de 2002, Joe Strummer fallecía también de un infarto al corazón. Se iba un mito y esta vez no fueron excesos, ni drogas ni una alocada vida, simplemente su corazón paró tras regresar de un paseo con sus perros.

The Clash fueron sin duda unos adelantados a su época, grupos que más tarde triunfaron como Mano Negra, y que se han convertido para muchos en la semilla y bandera de lo que ha venido a llamarse luego mestizaje, tienen sus influencias claramente en los británicos.

En España, también otro de los mitos de todo el movimiento punk y que son idolatrados por los fans como fueron Kortatu, tienen sus claras influencias y pasión en The Clash.

En el 2003 seguían los pasos de los Ramones al ser el segundo grupo punk en la historia en entrar en el Salón de la Fama del Rock & Roll.