He aquí el perfecto ejemplo de cine para entretener, para pasar el rato “sin pensar” (que parece gustar a algunos); el perfecto ejemplo de película que debería ser eso, y sin embargo pretende ser otra cosa, para acabar no siendo ni de aquí ni de allá. Una película puramente fronteriza: entre el me da igual y me faltan bombas.
‘The Counselor’ viene respaldada por un elenco protagonista de esos que valen su peso en dólares por minuto de rodaje. Véase Brad Pitt, Cameron Diaz, Michael Fassbender, Javier Bardem y señora, además del consagradísimo Ridley Scott tras la cámara. Todo este derroche para una de narcos estilo hollywood, a lo grande claro.
Todo podía ir como la seda. Teníamos a Ridley Scott, a las estrellas, los millones de dólares; lo teníamos todo para redescubrir algún domingo de nuestras vidas una película de acción con todas las de la ley, pero alguien no hizo su trabajo y quiso darnos un discurso vacuo en boca de narcos de cotillón. Y yo me pregunto: ¿Por qué?
¿Por qué una historia tan forzadamente rocambolesca para mostrarnos que ir de narco por la vida es “chungo”? ¿Por qué llenar dos horas de diálogos dignos de un grupo de filósofos poligoneros? En definitiva no sé porqué, pero me da que ‘The Counselor’ aportará a la historia del cine tanto como al recuerdo de aquéllos que la vean.
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