The Dark Side of Oz

En 1994 a alguien (o a varios) se les ocurrió la idea de que The Dark Side of the Moon, el octavo disco de estudio de Pink Floyd, un álbum conceptual de enorme éxito y calidad – solo por enumerar un dato decir que estuvo en la lista Billboard 200 nada menos que 741 semanas, es decir 8 años -, estaba sincronizado con la película de 1939 El mago de Oz. De nada ha servido que David Gilmour negase el hecho, que Roger Waters dijese que “le parecía divertido” o que Alan Parsons – brillante ingeniero de sondo del elepé – afirmase que nunca se habló del tema durante la grabación. Hasta le han puesto un nombre al supuesto hecho: The Dark Side of the Rainbow.

Pero es lo que tienen los bulos y ciertos tipos de ideas que parece que se queden fijadas en la cabeza de algunos. La verdad es que la idea es atractiva y, hasta cierto punto, inevitable. Todo el que haya trabajado con música e imágenes se ha dado cuenta que, tarde o temprano, hay coincidencias sorprendentes y reiterativas. Es algo parecido a otro bulo: escuchar canciones al revés y distinguir palabras con sentido, es inevitable.

Yo he de reconocer que no he visto toda la película y el disco sincronizado, lo que sí que he hecho es hacer una vista rápida a cada final y principio de los temas y algunas veces (no todas) parece que hay algún tipo de sincronía. Puro azar. Si lo queréis hacer vosotros mismos más abajo lo tenéis en un vídeo subido a Vimeo por Bryan Pugh hace ya cuatro años y que ha llamado The Dark Side of Oz.